Abuelitos harán plantón frente a la Alcaldía

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Los adultos mayores del Jardín de los Abuelos abandonarán la institución para protestar y exigir sus derechos.

Al menos 100 de ellos protagonizarán mañana, a partir de las 11 de la mañana, un plantón frente a la Alcaldía de Ibagué, en reclamo de 507 millones de pesos que se adeudan a la entidad.

De la cuantiosa suma, 100 millones de pesos corresponden al último desembolso del convenio que finalizó el 31 de diciembre, más 159 millones de remanentes de 2015. A esta cifra se agrega la disponibilidad presupuestal que dejó el pasado gobierno, representado en 248 millones pesos para cubrir los gastos del primer trimestre.

A la fecha ninguno de esos compromisos ha llegado a las arcas de la institución y lo más alarmante es que desde el primero de abril no están protegidos por un convenio.

Según la directora Amparo Escobar Londoño, la falta de voluntad y gestión por parte del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, llevará a los longevos a tomarse las vías de hecho.

“Llamamos al señor Alcalde a prestarnos atención, nuestros abuelitos comen y muchos padecen quebrantos de salud, propios de la edad”, agregó Escobar Londoño.

Todos a aportar

Continuar velando por el patrimonio vivo del Departamento, como son llamados los adultos mayores, es la tarea asumida por la nueva junta directiva del Jardín de los Abuelos, pero cumplirla requiere de más que buenos deseos, necesita del apoyo económico permanente de benefactores y entidades gubernamentales.

La Directora General instó a los tolimenses a ponerse la mano en el corazón, “porque solo con su ayuda esta obra puede permanecer en el tiempo”.

Sus palabras son un llamado a donar y al otorgamiento del visto bueno a una serie de proyectos presentados a la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima, que permitirán, además del sostenimiento de los 165 seres atendidos en la institución, ampliar su cobertura.

Sin fondos

Continuar en pie con esa institución es una labor que cuesta. En promedio se requiere al mes de 142 millones de pesos, para cubrir las necesidades vitales de los abuelitos, el pago de nómina, impuestos, servicios públicos, planilla de seguridad social, mantenimiento de la edificación, implementos de aseo, alimentación y servicios de salud no cubiertos por el POS.

Lastimosamente conseguir ese dinero es casi una proeza, tanto así, que a pesar que desde 2013 los gobiernos local y departamental han ayudado al Jardín, y que la fundación Zorroza y Suárez, a través del arriendo de apartamentos del conjunto residencial San Isidro, dona al mes 15 millones 800 mil de pesos, el prepuesto permanece en rojo.

Actualmente la Corporación debe al Banco de Occidente 317 millones de pesos, por retrasos en los desembolsos de aportes por parte de la administración municipal, y de no lograr la aprobación de las propuestas formuladas, estas acreencias irán en aumento, porque lograr el autosostenimiento del Jardín sin apoyo estatal es imposible, dado que el 99 por ciento de sus ‘huéspedes’ viven de la caridad.

Dificulta aún más esta noble causa la disminución de las donaciones. Según contó Amparo Escobar Londoño, en un 40 por ciento han reducido los aportes de los almas caritativas; la causa de esta baja es la falsa creencia de que el Jardín de los Abuelos es el geriátrico de los “ricos de Ibagué”, cuando la realidad es otra: “es una institución asistencialista”, que tiene como pilar “aumentar la expectativa de vida de nuestros abuelitos”.

Un bien común para la tercera edad

Los planes de acción aprobados por la Junta para la presente vigencia, pensados en convertir al Jardín en el “mejor” hogar ontológico de la capital tolimense, inician con la búsqueda de la aprobación por parte del gobierno Jaramillo de un centro de vida, que permita a esta institución (cuya infraestructura y equipo interdisciplinario es apta para albergar institucionalizados a 200 adultos mayores) ayudar a las personas de la tercera edad de la comuna Siete.

El Jardín cuenta con una base de datos de 550 personas que se beneficiarían con la entrada en marcha de este programa, que se financiaría con la estampilla Proanciano, y permitiría a sus beneficiados disfrutar de terapias y dinámicas que les haga sentirse útiles y valorarse en la vida social, sin desvincularse de su núcleo familiar.

Igualmente, fue presentada la propuesta de ampliación de cupos, para abuelitos con discapacidad total y permanente, aprovechando que la fundación Zorroza y Suárez acaba de entregar la remodelación de un módulo especial.

Sumado a ello, en la Gobernación ya reposa un proyecto planeado para devolver la sonrisa y la luz al rostro de los abuelos. En el que contemplan el cambio de las prótesis dentales y la rehabilitación oral.

Credito
EL NUEVO DÍA

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