Alumnos en riesgo, por malas condiciones en la Institución Educativa Nelsy García Ocampo

JÉSSICA  AVENDAÑO - EL NUEVO DÍA
Docentes, estudiantes y padres de familia de la Institución Educativa Nelsy García Ocampo, denuncian las condiciones deplorables en las que se ven obligados a cumplir su jornada educativa. Lamentablemente la Institución no cuenta con los recursos necesarios para darle el debido mantenimiento y hoy quieren que esta sea renovada.

La Institución Educativa Nelsy García Ocampo, sede Calixta Varón de Luna, con 50 años de actividad, exhibe una situación alarmante.

Los docentes no quisieron hablar al respecto, pero El Nuevo Día evidenció la problemática que tiene la escuela ubicada en la carrera Sur entre calles 15 y 16 en el barrio Industrial de la comuna 12 de Ibagué.

Hoy solicita a la Administración municipal la remodelación de sus aulas y demás instalaciones, ya que la escuela se encuentra en muy mal estado.

El mal estado de la infraestructura sigue generando preocupación entre los padres de familia y en el personal administrativo que labora en el lugar, ya que las condiciones no son las idóneas. Falta higiene y han ocurrido robos debido al total abandono en que está la institución.

Asimismo, se pudo evidenciar que hay grietas en los tejados y la humedad en las paredes son generadas por las lluvias que se filtran por las grietas que están en la superficie de los techos, lo que ocasiona inundaciones en las aulas de clase. Del mismo modo, las sillas están en pésimo estado, puertas partidas y oxidadas, paredes sin pintar y baños sin mantenimiento.

Los padres de familia aseguran que la situación que tienen que enfrentar los estudiantes es difícil, ya que no tienen agua, no cuentan con un celador que cuide la escuela ni una empleada de servicio, por lo tanto el desorden y la suciedad habitan en el lugar.

Inclusive, los niños no pueden alimentarse como se debe, porque no tienen comedor ni cocina, y, además, están sin escenarios deportivos.

“Los baños son una inmundicia y no hay agua. Alguien tiene que hacer algo”, aseguró una madre de familia.

Los padres de familia se quejaron por las pésimas condiciones en que los niños reciben las clases, ya que las aulas presentan un grado de deterioro grande y por lo tanto corren el riesgo de sufrir enfermedades o accidentes a causa de las falencias que tiene la escuela.

Siendo así, y sin más alternativa, los alumnos asisten a sus clases con relativa normalidad, bajo las goteras y con lagunas formadas alrededor de los pupitres.

“Exigimos un adecuado establecimiento y el derecho a una buena educación para nuestros hijos”, aseguró una madre.

No obstante, para los padres es muy lamentable que los niños tengan que estudiar y jugar rodeados de tanto peligro, ya que tampoco cuentan con juegos didácticos y se entretienen con tapas de botellas y arena.

Una esperanza

Después de que se trasmitiera la problemática de la Institución en vivo a través de los medios de comunicación, informando que los estudiantes estaban recibiendo clases sin energía, Enertolima fue hasta la escuela para evaluar la situación y dar solución a la problemática.

De este modo, los encargados de instalar la energía afirmaron que habían hurtado los cables de la escuela y que era necesario exteriorizar el medidor y normalizarlo, ya que es de gran riesgo para todos.

Afirman que está pendiente renovar la institución en su interior y que eso depende de los acuerdos que tome la Junta de Acción Comunal del barrio y la Administración municipal.

Afortunadamente el daño de la energía ha sido reparado, pero las madres aseguran que la falta de luz impidió a los estudiantes concentrarse en los trabajos y actividades en el momento de recibir las clases y que el rendimiento académico no ha sido el mejor.

La comunidad queda a la espera de cambios

Los padres de familia aseguran no estar tranquilos por lo que les pueda llegar a pasar a sus hijos dentro de las instalaciones educativas.

Del mismo modo, el cuerpo de docentes, padres de familia y estudiantes, solo esperan que las peticiones hechas a través de los medios de comunicación puedan tener eco y una pronta respuesta durante el presente año.

También que la infraestructura de la escuela, que actualmente alberga 10 aulas, pueda ser reparada antes de que continúen las fuertes lluvias y así evitar alguna tragedia entre la comunidad estudiantil. Por ahora el riesgo es grande.

De esta manera, solicitan que reconstruyan o renueven la institución educativa para que los estudiantes puedan continuar sus estudios sin ningún tipo de inconvenientes.

El Nuevo Día trató de comunicarse con Amparo Betancourt, directora de Calidad Educativa, pero no fue posible hablar del tema. 

Credito
JÉSSICA C. AVENDAÑO SERRATO ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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