Con su mirada perdida por la anestesia, apenas logró reconocer a su familia, entre ella a su hermana Rosmarth, a quien le dijo que tenía miedo de no volver a caminar y de que su carrera se viera truncada, pues sentía dolor en su espalda, y sabía que algo andaba mal, aparte de haber tenido el cráneo expuesto en la tierra.

Su hermana disimuló las lágrimas al verlo acostado, y con su brazo paralizado, para que no se vaya a herir, pues el omoplato lo tiene fracturado en cinco partes y una astilla le puede perforar el pulmón izquierdo, así que un movimiento indebido también le puede terminar de fisurar dos cortes en su columna y el coxis.

Rosmarth cuenta que al hablar con el médico, este le indicó que hay que esperar al menos cuatro días para saber el verdadero estado en que puede quedar el patrullero Varón, pues luego de ser lanzado por los aires el pasado sábado en inmediaciones de la calle 42 con carrera Tercera, hubo que remover parte de la piel que se contaminó.

“Mi hermano asimiló la anestesia, me dicen que fue una cirugía complicada, hay que esperar que el cerebro no se vaya a inflamar y ahora debemos esperar la otra cirugía que será en su omoplato, y esta es muy necesaria, porque si él tose, puede dañar su pulmón.

“Lo tienen bajo calmantes, y me dice que le chuza algo en la espalda, y entre sus miedos está, que no pueda volver a caminar; a nosotros nos ha dado muy duro y a mi sobrino, quien fue el primero en enterarse del accidente”, indicó Rosmarth.

Otros temores

Y es que el pasado sábado, mientras la mamá del niño miraba las noticias por las redes sociales, su hijo de seis años vio a su padre tirado en el piso y lo primero que hizo el pequeño, según lo relatado por Rosmarth, fue decir: ‘Ese es mi papito, está en el piso, esa señora lo mató’.

“Cuando llegamos al sitio del accidente nos pasaron videos y los testigos nos dijeron que si había que declarar ellos estaban en condiciones de hacerlo, y estamos esperando recolectar las pruebas para lo que va a venir, aunque tenemos cierto miedo de posibles manipulaciones al ser la señora empleada pública”.

Y es que de acuerdo con lo informado, Nancy Gordillo, quien protagonizó el accidente tras según testigos asegurar que estaba escapando de una buseta que había estrellado antes y que al hacer un giro a la izquierda atropelló al uniformado, es funcionaria de Medicina Legal y para ese día la prueba arrojó cerca de tres grados de alcoholemia.

“Tememos que esta señora con todo el conocimiento que tiene y posib les contactos con la Fiscalía, pueda quedar sin ninguna culpabilidad, pues ya en audiencia quedó libre y esta es la hora que ni siquiera se ha acercado a ver cómo esta mi hermano”, agregó Rosmarth.

Finalmente, y mientras se hace justicia, un padre de dos hijos lucha contra la muerte esperando que su cuerpo evolucione a la cirugía, esperando a enfrentarse a otros procedimientos quirúrgicos y a no perder su carrera policial y mucho menos su ansiado ascenso a subintendente de la Policía Nacional.