Hace más de una semana lleva impuesta un medida que prohíbe y multa a conductores y pregoneros que coarten la libertad de los usuarios de acceder a la empresa que prefieran.

Según Diego Bonilla, director Operativo de la terminal, “el pregoneo es la acción de coartar la libertad del usuario que llega a la terminal de elegir libremente la empresa que lo va a transportar a su destino. Las personas que realizan estás acciones no tienen ningún vínculo laboral con una empresa de la terminal de transporte, además ofrecen prebendas que en algunas ocasiones no benefician a los usuarios”.

Según el decreto 1079 de 2015 por medio del cual se expide el Decreto único reglamentario del sector transporte, una de las obligaciones de los terminales es no permitir, bajo ningún pretexto, dentro de las instalaciones de las terminales, el pregoneo de los servicios o rutas que prestan las empresas transportadoras y se prohibe “utilizar, permitir, patrocinar, tolerar o practicar el pregoneo o actos similares y emplear sistemas o mecanismos que coarten al usuario, la libertad de elección de la empresa transportadora de su preferencia para promover la venta de tiquetes”.

Inicialmente se hicieron acciones con la Policía, primero se identificaba al trabajador informal, le hacía una contravención según el Código Nacional de Policía, para los espacios privados abiertos al público por coartar a los pasajeros.

Según el Director Operativo, algunos pregoneros le quitaban la plata a los pasajeros de las manos, y les ofrecían precios más altos que los de las taquillas.

Todos estos tipos de actividades se prestan para ocasionar problemas de seguridad de los pasajeros, pérdida de equipajes y disminución económica para las empresas. Además, denuncia que tras la implementación de esta medida, han sido víctimas de amenazas, lesiones por parte de estas personas llevando a generar medidas de protección a algunos administrativos.

La otra cara de la situación

Los pregoneros afirman que han sido víctimas de malos tratos y agresiones verbales por parte de las personas que prestan vigilancia en la Terminal. Según Carlos Álvarez, pregonero de la terminal de Ibagué, nos han prohibido la entrada al terminal, no podemos entrar al baño.

Nosotros tenemos familia y debemos pagar arriendo y necesitamos vivir de algo. Las empresas de transporte no nos contratan porque tenemos multas de tránsito.