Vecinos de Piedrapintada protestan por caos urbano

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Habitantes están cansados del desorden provocado por construcciones desproporcionadas, autorizadas sin tomar en cuenta la viabilidad de servicios y la movilidad en la zona.

Cerrando las principales calles de acceso al barrio Piedrapintada alta, y con carteles expresando su malestar por la saturación de edificaciones, grupos vecinales realizaron un plantón para exigir a la Alcaldía solución a las afectaciones que están sufriendo.

Los ciudadanos ya habían informado el pasado sábado a través de EL NUEVO DÍA su molestia por lo que consideran “pérdida de vocación residencial, pues cada vez son más los establecimientos comerciales que allí abundan”.

Se quejan del incremento de proyectos de vivienda que a futuro pueden generar un colapso en las redes hidrosanitarias; en el barrio habría 457 nuevas soluciones de vivienda, sin contar proyectos en planes o licenciamientos.

La exsecretaria de Gobierno departamental, Martha Lucía Padilla, residente  del barrio Piedrapintada, enumeró los diferentes problemas que sufren cada día: delincuencia disparada, calles sin mantenimiento, alta presencia de vendedores informales, construcciones masivas de apartamentos que afectan las redes de servicios públicos, vías utilizadas como estacionamiento, trancones; además, los derechos de petición que han enviado a la administración municipal para que les atiendan las quejas, al parecer no han sido escuchadas.

“Soy fundadora de este barrio y veo con preocupación cómo se está dañando; por eso este plantón para llamar la atención de las autoridades, ya que les hemos escrito, llamado y enviado derechos de petición sin obtener respuestas”, explicó Padilla.

“Tenemos un problema de densidad poblacional, invadidos de construcciones que parecen sin control, edificios de 300 apartamentos y seguimos con las mismas redes. Vías sin terminar, en mal estado, la glorieta frente a Cortolima se ha vuelto caótica, sin reductores de velocidad o semáforos para controlar el tráfico”, abundó.

Como ella, los demás vecinos denuncian que a cada rato se registran accidentes con las motos, ahora el barrio se ha vuelto como un parqueadero y se ha llenado de ambulantes que venden piñas, aguacates, otros productos y a veces esto trae delincuencia.

“Estamos temerosos de salir, muchas motos con parrilleros arrancándole los bolsos a las señoras, hace poco arrastraron a una mujer y la Policía llegó a la hora; recientemente atracaron la casa de un notario donde amarraron a las víctimas, y gracias a que los vecinos actuamos, no lograron robar”, dice Padilla como ejemplo de la inseguridad. “Pagamos servicios de estrato alto pero no tenemos comodidades; esto ya no es residencial, hasta tenemos entidades de Gobierno funcionando en el barrio. Hemos pedido a Planeación que revise si existen permisos y a Espacio Público que levante los carros que entorpecen la movilidad”, se lamentaron otros residentes del barrio.

El paso que de la carrera Quinta, a la altura de la glorieta Cortolima, lleva al barrio Piedrapintada, estuvo cerrado por el plantón que comenzó a las 10 de la mañana y se extendió hasta después del mediodía.

El secretario de Gobierno, Camilo González Pacheco, se hizo presente y se comprometió con los vecinos a que la Alcaldía los escuchará y buscará atender sus reclamos.

 

Credito
EL NUEVO DÍA

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