Aguas residuales tienen cansados a los habitantes de la etapa Uno de Villa Café

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Decenas de habitantes experimentan malestar debido a los desechos que arrastra las aguas negras que expulsa una alcantarilla cada vez que cae un fuerte aguacero. Los malos olores tiene hastiados a vecinos del sector.

Los habitantes de la etapa Uno, en la manzana 27, de la urbanización Villa Café no soportan más los malos olores y la basura que arrastra el agua, proveniente de una alcantarilla que, al parecer, colapsa cada vez que cae un aguacero.

Se trata de una calamidad que tiene molestos a unos e impacientes a otros, porque prevén que con la posible temporada de lluvias que se ha pronosticado, comience a ser más recurrente las inundaciones en algunas viviendas.

Según los residentes, el problema no es nuevo, de hecho, es usual que cuando llueve, el agua se desborde de la alcantarilla y corra por una pequeña zona verde hasta esparcirse por la vía, llevando toda clase de desechos.

A sabiendas del problema y a pesar de sentirse preparados, algunos de los afectados están alarmados luego de que una reciente borrasca llevó el problema a un nivel insospechado, pues la cantidad de agua y basura que expulsó la alcantarilla afectó a más viviendas.

Uno de los residentes contó que una cuadrilla de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) visitó el lugar poco después del incidente para remover una gran cantidad de desechos como llantas de vehículos, sin embargo, no explicó las razones del rebosamiento, ni anunció reparaciones.

Las causas del problema son aún desconocidas para los habitantes, uno de ellos dijo que quizá las raíces de los árboles invadieron la red de alcantarillado, tal como ocurrió en la etapa Cuatro de esa misma urbanización, donde recientemente el Ibal instaló 170 metros de tubería para solucionar el vertimiento de aguas negras en las vías.

El propietario de la vivienda donde está ubicada la alcantarilla indicó es el principal afectado; además de la inundación, el mal olor es constante y la venta de arepas, su fuente de ingresos, debe suspenderse hasta dos días.

“En menos de quince días ha pasado tres veces, los del Ibal vieron en dos ocasiones, que solo está tapado en raíces (...) ellos si sacaron mugre y llantas, pero necesitamos que nos solucionen”, mencionó.

Alexánder Sánchez, narró que el garaje de su vivienda y parte de una habitación quedaron anegados, generando mal olor durante varias horas. “Con problema de estos no se puede vivir, el día del aguacero parecía un río y peor aún, el olor es insoportable”, afirmó.

Calle en mal estado

Otra de las quejas tiene que ver con el mal estado de la vía donde caen las aguas negras. Allí la basura se mezcla con una gran cantidad de tierra y piedras.

De manera irónica, algunos de los residentes prefieren referirse al barrio como ‘Villa Hueco’, y justamente, el más grande es el que está ubicado cerca de la zona verde por donde llegan las aguas residuales.

De lado a lado, el hueco podría tener al menos diez metros, según cálculos de los residentes.

Suly Tovar, secretaria de la Junta de Acción Comunal aseguró que la calle se está agrietando cada vez y aunque no es muy transitado el lugar existen inconvenientes con la movilidad.

Credito
EL NUEVO DÍA

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