Entre los datos valiosos que presenta el boletín, para el conocimiento de la ciudadanía y de las autoridades públicas, se encuentra que en el Tolima existe un descenso de los homicidios desde 2009 hasta 2014, posiblemente asociado al cambio de políticas del Gobierno nacional en materia de seguridad ciudadana.

Los municipios con mayor frecuencia (número neto) de homicidios son Ibagué, con mil 238 casos, seguido por Chaparral, con 269; Planadas, con 187; Rovira, con 163; Espinal, con 149; Flandes, con 148, y Fresno, con 136.

Mientras, la tasa de homicidio (indicador que considera el lugar que ocupa el municipio según los homicidios cometidos por cada mil habitantes), revela que Casabianca (81% por cada mil habitantes), Rovira (70%) y Anzoátegui (54%), tienen las tasas más altas de concentración.

Los sitios más utilizados para cometer asesinatos en zona urbana son las vías públicas y las casas habitación. En zona rural los municipios más afectados son Ibagué, Chaparral y Planadas, los sitios más comunes para cometer este delito son las fincas y similares, las vías públicas y las zonas selváticas.

En el periodo estudiado, el mes con mayor ocurrencia de homicidios es enero y el de menor frecuencia es octubre. En términos de horarios, la mayoría de los homicidios en el Departamento ocurren después de las 6 p.m. y antes de las 6 a.m.

En cuanto a la caracterización sociodemográfica de la población víctima, se encuentra que un 84% son hombres y un 8% es mujeres. El grupo de edad más afectado por este fenómeno está en el rango entre los 20 y los 34 años. Según el Estado civil de las víctimas de homicidio, se halla que el 30.5% es de solteros y 29.7% en unión libre.

Los homicidios de mujeres se concentran en Ibagué (103 casos), seguido de Planadas, Espinal y Melgar, con hasta 23 casos cada uno. La mayoría de mujeres asesinadas tenía como ocupación ser ama de casa. Pero, además el lugar en que se están cometiendo los homicidios de mujeres con mayor frecuencia es en sus casas.

En general, aproximadamente en el 70% de los casos se desconocen los autores de los homicidios, el 25% se atribuye a la delincuencia común y el 0,7% se atribuye a guerrilla de las FARC-EP.

Entre las modalidades de los hechos, se encuentra en primer lugar las riñas y agresiones (29% de las muertes), seguido de causas relacionadas al conflicto armado (10%), que agrupa diferentes situaciones de enfrentamiento de fuerzas del Estado con los grupos armados ilegales (subversión y paramilitares) y acciones de guerra con afectación a la sociedad civil (minas y artefactos explosivos de diferente índole). El tercer lugar es ocupado por el sicariato, que representa el 7% de los casos.

Según las causas, la mayor frecuencia la tienen respectivamente problemas personales (32%), seguido del ajuste de cuentas (9%), procedimiento del Ejército (5%), circunstancias de hurto (3%) e intolerancia social (1,5%), entre otros.

La conclusión del boletín es relevante: si bien los Acuerdos de paz entre el Gobierno nacional y la FARC–EP resultan un aporte significativo al proceso de construcción de la convivencia democrática, el mayor reto para los tolimenses está del lado de la sociedad civil.

Pues, los datos presentan una realidad alarmante. En el Tolima la vulneración al derecho a la vida a causa del homicidio sucede con mayor frecuencia en las noches, las víctimas en su mayoría son jóvenes y las razones de estos homicidios se asocian con conflictos personales e inseguridad ciudadana (ajuste de cuentas y hurto). Especial preocupación ocupa el fenómeno de homicidios en las mujeres que por sus características estadísticas probablemente responden a situaciones de feminicidio.

Luis Carlos Salinas

COORDINADOR

Liliana Carolina Torres

INVESTIGADORA

John Jairo Quevedo Amaya

INVESTIGADOR