Tras las jornadas por la nutrición, EL NUEVO DÍA habló con María Carolina Hoyos, presidenta de la Fundación Solidaridad por Colombia, quien contó más acerca del fundamento de estas actividades que se realizaron conjuntamente con la Gobernación del Tolima.

‘Solidaridad por Colombia’ es una fundación que ha estado inmersa en el trabajo de fortalecimiento al tejido social a través de diferentes enfoques, como la educación, el liderazgo y los valores, la nutrición y por último la atención de desastres. Es dentro del aspecto nutricional que la alianza con la Gobernación del Tolima y la Secretaría de Salud programó el programa piloto que repartió kits nutricionales en los barrios Ceibita, Modelia, Territorio de Paz, Modelia, Calucaima, Nazareth y Protecho.

Según estuvieron de acuerdo María Carolina Hoyos y Sandra Liliana Torres Díaz, secretaria de Salud departamental, el centro y motivación de la iniciativa es el bienestar de la comunidad, en este caso los tolimenses. Ambas manifestaron que hay que trabajar en las distintas condiciones que se necesitan para mejorar la calidad de vida de las personas.

Para ello, según dijo Hoyos, es necesario mirar las problemáticas de una comunidad en contexto, la pobreza como uno de los intereses más profundos de la fundación es algo que por ejemplo puede tratarse mediante el mejoramiento de las condiciones de nutrición. En su experiencia, contó, está comprobado que planteamientos como los objetivos de Desarrollo sostenible demuestran la utilidad de un trabajo como este. Así, el impacto en las competencias nutricionales conlleva a un desarrollo social tangible, y a una disminución en los niveles de pobreza.

El programa piloto

El proyecto se basó en una planeación fundamentada, y la Fundación cuenta con un respaldo de procesos ya desarrollados en Antioquia. Por ejemplo, hace 35 años se desarrollan fórmulas para madres lactantes y niños menores.

En conversación con la Secretaria de Salud y la presidenta de la fundación, ambas aclararon que es un programa piloto, sin embargo, enfatizaron en que la planeación está guiada por un principio: la seguridad alimentaria no es una cuestión de rápidas soluciones, sino de tratamiento del contexto y fondo.

Contando lo efectuado los días viernes, sábado y domingo, serán cuatro las entregas de complementos alimentarios. La metodología es enfática principalmente en la formación de líderes que logren abordar e influir positivamente en sus barrios, como mediadores y agentes de cambio para la comunidad.

Las poblaciones vulnerables fueron identificadas de acuerdo con los requerimientos reales de los complementos alimentarios y mediante un estudio de caracterización. Con base en ello y el contexto social, se decidió priorizar las comunidades de la comuna Siete.

Continuidad

El público objetivo de este programa fueron mujeres gestantes, niños menores de cinco años y madres lactantes. 500 son los beneficiados directos de esta primera fase que abarcó siete barrios.

Para el diagnóstico y ejecución, un equipo de trabajo de la Fundación de 21 personas estuvieron en la labor de identificación puerta a puerta y haciendo la convocatoria. Entre los integrantes del grupo están auxiliares de enfermería, nutricionistas, promotores y por supuesto coordinadores.

Como el programa es una prueba experimental del impacto que se podrá medir tras la intervención, se espera que la misma alianza organizacional continúe con el desarrollo de más fases. “La idea es que se continúe a largo plazo no solo en estas comunidades, sino en otras (...) tratando de abarcar un mayor espectro de población”, dijo Sandra Liliana Torres.

Dato

De acuerdo con María Carolina Hoyos, los kits no solo comprenden los complementos alimentarios, sino que se dividen en cuatro categorías de acción que garanticen la autonomía alimentaria.

Esas cuatro categorías son: Componente familiar. Componente alimentario. Capacitación de uso y consumo de alimentos. Movilización social.