Ibagué, una ciudad natural

CORTESÍA POR CORTOLIMA - EL NUEVO DÍA
Uno de los temas que más importan a la ciudadanía, motivados por el cumpleaños 467 de Ibagué que se cumple hoy, es el tema ambiental y biológico en la ciudad y sus alrededores.

Ibagué es reconocida por muchos aspectos, a lo largo del país existen cosas que hacen famosa a la capital musical, empezando por ahí, la denominación musical que se le da a la ciudad. Los tamales, la lechona, la calidez de la gente o el clima son parte de los llamativos de la ciudad, a la que suelen llamar “un buen vividero” incluso sus mismos habitantes.

Mientras existen ciudades mucho más grandes o con grados de desarrollo mayores, cuyos puntos fuertes son el comercio o la industria, la capital tolimense actualmente conserva aún otro punto aún mas relevante en el contexto colombiano. A pesar de que casco urbano está en promedio a 1285 msnm (metros sobre el nivel del mar), en sus comunas, veredas, corregimientos e incluso entre sus distintos barrios se puede disfrutar de diferentes climas, lo que propicia una gran biodiversidad en toda su extensión.

En el centro del país, la posición geográfica es envidiable porque además de ser un corredor estratégico para la conexión entre varias zonas del país, está en la cordillera central de los Andes, una zona con alta riqueza hidrográfica, entre las montañas del cañón del Combeima y el valle del Magdalena. Entre las corrientes se cuentan el río combeima, Cocora, Chipalo, Alvarado, Coello, y multitud de quebradas que corren usualmente atravesando los barrios, y regando grandes espacios exclusivamente de zonas verdes.

Especies de reptiles, anfibios, mamíferos y aves son avistados en el territorio de la ciudad y el departamento, lo que convierte la ciudad en un excelente laboratorio de observación natural. La flora autóctona es otro de los puntos fuertes. Aparte de los conocidos ocobos, los individuos de árboles, flores y frutas están por multitud tanto en el área rural como en los separadores de las calles, en las zonas comunes urbanas, y en las mismas casas, por no mencionar las fincas que se han armado en muchos barrios.

 

Riqueza natural reconocida

Indudablemente el Tolima aún recuerda su vocación agrícola, y esto ha hecho que la cultura tolimense esté muy apegada a lo natural. Ejemplo de ello son las aún recientes consultas populares relacionadas con la minería y la conservación de los corredores y hábitats ecológicos.

Sin embargo, así como muchas de las costumbres indígenas tan fuertes en la región se han ido olvidando con el paso del tiempo, nace hoy en día una nueva preocupación por poner en el mismo plano al desarrollo urbano, y la responsabilidad ligada al recurso natural propio.

Cortolima es uno de los entes preocupados por el tema y desde allí se ha manifestado que es claro el beneficio de los avances en infraestructura, pero que debe evitarse la pérdida de foco que es la única garantía para la preservación del ambiente a nivel municipal.

Conforme la ciudad va creciendo, un proceso que ha dado un brinco recientemente, la riqueza natural disminuye. La creación de múltiples proyectos requieren evidentemente de un espacio, que casi siempre es una zona verde. El problema, para la ciudadanía, tiene mucho que ver con la presencia de inversionistas ajenos a la ciudad, ya que éstos no suelen compartir el interés sobre esto, y descuidan lo natural en aras de generar rentabilidad.

 

Un recurso a aprovechar

Ibagué tiene un gran recurso muy susceptible de ser aprovechado. No solo por el turismo natural, que ya es uno de los puntos más fuertes, y si no que lo confirmen la cantidad de mochileros, jóvenes y turistas que acampan camino al nevado en los diferentes puntos que parten de Villarrestrepo, Juntas, y otros puntos.

También en términos de tomar la posta a nivel natural, Ibagué tiene un gran potencial. Las políticas de gestión en torno al tema pueden abarcar un contexto muy complejo y por lo tanto ser un ejemplo para toda la ciudad.

El hecho de hacer parte del Parque Nacional de los Nevados, privilegio que también tienen otras ciudades del Tolima, es ya un aliciente que motiva a muchas personas a trabajar en pro de la protección, preservación y promoción de todo lo medioambiental.

El compromiso tiene que ver con la intervención positiva de las fuentes hídricas y de muchas zonas que se han visto afectadas con la presencia humana, pero también con la prevención de daños importantes que se suelen cometer frecuentemente.

Y aún fuera del tema de las políticas municipales, la ciudadanía tiene un papel principal en todo el tema. Ya se han visto iniciativas de reciclaje, de adorno y cuidado de los espacios públicos con responsabilidad natural y otras iniciativas similares. La promoción de esta clase de proyectos por parte de las comunidades es un factor muy importante para la relación saludable entre lo urbano y lo natural.

Al respecto se pronunció Jorge Enrique Cardoso, director de Cortolima, diciendo: “Permanezcamos conscientes de que los daños que cometamos en contra de nuestra flora, fauna, suelo, agua y aire traerán repercusiones que perjudicarán nuestra vida y la de las próximas generaciones”.

 

Los parques de la ciudad

Los ibaguereños tienen la fortuna de poder visitar fácilmente varias reservas naturales, parques que se centran en estos ambientes y que permiten conocer la magia de la cordillera con solo minutos de recorrido para llegar. Algunos de los más importantes, listados por Cortolima son:

-Jardín Botánico Alejandro Von Humboldt: su bosque Húmedo pre - montado se halla dentro de la cuenca del río Combeima, ubicado dentro de las instalaciones de la sede principal de la Universidad del Tolima y cuenta con 10 hectáreas aproximadamente.

-Jardín botánico San Jorge: se encuentra en los cerros noroccidentales y tiene 60 hectáreas de bosque subandino en la cuenca del río Chipalo y afluente del Río Totare.

-Reserva Natural Orquídeas del Tolima: la constituyen 22 Ha en el barrio Darío Echandía y como su nombre lo indica se especializa en especies de orquídeas (alrededor de 160 especies), sin embargo, allí también se pueden observar Guaduas y Bambúes, Heliconias, Bromelias entre otros.

-Santa Fe de los Guaduales: Esta Reserva ecológica con área de 48 Ha pertenecientes a la microcuenca de la quebrada Zanja Honda, se enfoca en el ecoturismo, la educación ambiental y la protección de los recursos naturales.

-La Rivera: reserva Natural de la Sociedad Civil, ubicada en el cañón del Combeima. Cuenta con atractivos naturales de la zona alta de este hermoso sector.

Credito
JOHN ERICK FUENTES CALDERÓN - ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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