Las UCI pediátricas en el Tolima estarían en cuidados intensivos

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La decisión de desaparecer camas para la atención de cuidados intermedios e intensivos pediátrico expuso una nueva cara de la crisis en la salud, pues algunos de los prestadores indicaron que este servicio no es rentable.

La determinación de ampliar la cobertura del servicio de camas para cuidados intensivos para adultos a costa del cierre de unidades pediátricas, generó diferentes puntos de vista sobre la situación, pues mientras que los prestadores del servicio manifiestan que la ocupación es baja, los pediatras dicen que en ocasiones es un “sufrimiento” encontrar una, para remitir a un menor.

Esta controversia comenzó a finales de diciembre cuando las directivas de la Clínica Avidanti informaron que cerraban 10 camas de la UCI pediátrica porque no eran rentables, además de ello, necesitaban abrir espacio para la población adulta. El anuncio hizo que la regional de la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP), se pronunciara en contra pues el hecho fue visto como una vulneración a los derechos de los niños.

La alerta emitida por la SCP, se hizo teniendo en cuenta que son los usuarios y sus familias los que a la final terminarán recibiendo las consecuencias de una determinación que involucra el cierre de dos camas de cuidado intermedio pediátrico, una de cuidado intensivo neonatal, seis de cuidado intensivo pediátrico y una de internación cuidado básico neonatal.

Para la pediatra y presidenta de la sociedad a nivel regional, Alba Julietha Castro, los bajos indices de ocupación se deben en parte a que las EPS no están contratando con entidades locales sino “que prefieren mandar a los pacientes a afuera, no sé, por menos costos, pero muchas veces, nosotros aceptamos pacientes y no llegan.

“Las EPS no autorizan y los envían para Girardot o Bogotá, con la carga social que produce, una madre que vive en Chaparral, Roncesvalles o Rovira deber irse hasta allá”, comentó.

Y es que el traslado de pacientes a ciudades como Bogotá, Neiva e incluso a Tunja, se debería a que allí por haber mayor número de usuarios y habitantes, las unidades de cuidado crítico se ocupan en más del 80 por ciento, lo que genera que las tarifas sean mucho más bajas que en Ibagué.

Sin embargo, el ahorro solo quedaría para la entidades, teniendo en cuenta que un desplazamiento involucra al menor y a sus familiares, quienes son los que deben sobrepasar diferentes situaciones económicas para llegar al destino indicado por sus EPS.

“Avidanti dice que ellos cerraban temporalmente la unidad porque estaban en adecuación pero ese temporalmente nosotros sabemos que no es tan cierto, porque es para (arreglar la unidad) de adultos no la pediátrica, porque ya no tienen contrato con pediatras”, comentó Castro.

Esto en referencia a que esta semana la gerente de Avidanti, Mónica Mosos, indicó que la medida es temporal y que se hace porque diariamente se debe remitir entre dos y tres pacientes adultos afuera de la clínica y en ocasiones a otras ciudades.

Rentabilidad o servicio social

De otra parte, a comienzos de enero se conoció que la medida temporal de cerrar las camas de cuidado intensivo pediátrico que adoptó la Clínica Esimed un año atrás pasó a ser definitiva, hecho que redujo aun más la cobertura, pues en la actualidad a nivel regional solo se contaría con cuatro camas para cuidado intermedio pediátrico y 11 para cuidado intensivo pediátrico.

Aunque para los pediatras y comunidad en general parece poca, el gerente de la Unidad Materno Infantil del Tolima, Francisco Guerrero, explicó desde su óptica que la UCI Pediátrica se requiere cuando se hace “cirugía pediátrica, cirugía cardiovascular y se necesita cuando el paciente se está manejando por oncología, de resto muy poco se requiere tener una UCI pediátrica abierta.

“Hay momentos que hemos tenido en el Departamento, y llevo 30 años en el sector, es cuando existen los picos y problemas de dengue hemorrágico que sí requerimos la atención inmediata, pero en general nuestro porcentaje de ocupación en UCI pediátrica es más o menos bajo, teniendo dos camas las mantenemos llenas, pero en UCI crítico está cercana a un 35 por ciento de ocupación”.

Sin embargo, para el gremio de pediatras el déficit si es palpable, “cuando vemos que hay un niño para UCI, entre nosotros mismos, con el colegaje que hay (buscamos) a dónde hay camas, nos convertíamos en red de apoyo cosa que la EPS o IPS no ve”, comentó la presidente de la SCP del Tolima.

Y a diferencia de Guerrero, Castro opinó que las unidades si son indispensables porque “cada rato en las urgencias recibimos un niño en ‘código’ porque el rural de Mariquita, Rovira u Ortega, ve que hay un menor para unidad busca la remisión (y si llega) a un sitio a donde no hay unidad, lo ayudamos, pero va a necesitar cuidad intensivo y no lo hay”.

Aclaró que una situación es cuando hay un paciente oncológico que necesita la UCI, pero el Tolima es una región epidemiológicamente con dengue, “hemos tenido muertes por dengue que han disminuido, ¿Por qué?, desde que tenemos UCI pediátrica”.

Otros factores de riesgo son las enfermedades respiratorias que puede aumentar las hospitalizaciones por bronquiolitis y neumonías. También, está el riesgo de accidentes escorpiónicos, los cuales en los niños deben manejarse en UCI, a lo que se le suman otras patologías que requieren de equipo especializado para superarlas.

“El diario vivir de nosotros es otro, afrontado los casos de los niños y sus familias, con las uñas trabajando porque no tenemos las unidades, no es constante, pero si se presentan varios casos semanales”, precisó la pediatra.

Un debate que debería darse

De otra parte, el diputado Jorge Duque, indicó que es una realidad que el Tolima carece de estas unidades especiales y el cierre crea un riesgo ante la necesidad de atender una crisis general de cuidados intensivos y de manejo pediátrico.

“La situación con estas unidades es que se han venido concesionando u otorgando su operación a privados y esto genera que ante circunstancias de baja rentabilidad, ellos se vean abocados a cerrarlas, cuando este tipo de unidades deben tener un propósito social ajeno a aspectos económicos”.

El asambleísta recordó que hace unos años sucedió lo mismo con la unidad de lactantes del hospital Federico Lleras Acosta que casi se desaparece porque no era sostenible económicamente, sin embargo, la entidad lo mantiene abierto ante la importancia que tiene frente a ciertas problemáticas.

“Hay que incluir este debate en un escenario que pensamos desarrollar con la viceministra de Salud aquí en Ibagué, para hablarle al Gobierno nacional sobre la necesidad de apalancar la red pública, especialmente al Federico Lleras con recursos para atender las grandes necesidades que tenemos en materia de salud frente a los cuidados de nuestra infancia”.

Duque agregó que se debería pensar en crear una UCI pediátrica con recursos públicos, que no dependa de factores financieros económicos para su operación, sino que tenga una finalidad social.

¿Cómo se ve en los municipios estos cierres?

De otro lado, la Secretaría de Salud departamental, emprendió un proceso de inspección, vigilancia y control, para conocer de primera mano cómo las EPS van a garantizar la prestación del servicio ante la falta de oferta.

“Nosotros hemos citado a las EPS, prestadores de servicios que tiene habilitadas las UCI neonatal y pediátrica y a la Sociedad Colombiana de Pediatría, hemos escuchado todos los frentes, algo que nos preocupaba y que los prestadores dejaron en evidencia es que el porcentaje de ocupación de esta población es muy baja”, dijo la jefe de esta cartera, Sandra Liliana Torres.

La funcionaria puso como ejemplo que Esimed cerró el servicio porque la ocupación no llegaba al 50 por ciento, esto teniendo en cuenta que uno de sus contratistas era Medimás EPS, entidad que tiene contratación con el Federico Lleras y la Unidad Materno Infantil.

“El Federico Lleras reporta que en este momento está entregando la atención que requiere el Departamento, que ellos pueden manejar y recibir a los pacientes, pero que antes de esta contingencia la ocupación era del 40 por ciento en las camas pediátricas”, explicó Torres.

Y con lo relacionado al cierre en la Clínica Avidanti, la secretaria indicó que a la entidad le conviene más fortalecer su especialidad cardiovascular que es finalmente es su misión, se trataría de “un cierre temporal, pero tampoco nos (dijo) en cuánto tiempo podría abrir nuevamente los servicios y si se daría apertura a la UCI pediátrica”.

A la pregunta si las EPS están obligadas a contratar con la red que hay el Tolima, Torres respondió que como derecho fundamental de la salud deberían hacerlo con IPS de la región, no obstante, a pesar de que se cuenta con el servicio, los pacientes terminan siendo trasladados a diferentes partes del país.

Por esta razón la secretaría de Salud convocó el jueves a una reunión a las EPS, para que explicaran dónde tienen contratado el servicio y que garantías ofrecen a los usuarios, pero ninguna asistió.

Ante la falta de interés, este despacho procedió a citarlas de manera individual y el viernes empezó con Nueva EPS, entidad que tenía contrato con la Clínica Avidanti.

Sobre este encuentro el gerente zonal, Wilmar Lozano, contó que la Secretaría le sugirió que contratara con el Federico Lleras, pero allí solo hay siete camas para todas las EPS del Tolima.

“Presenté el plan alterno que consiste en la contratación de unas camas de UCI pediátrica de Medintregal y otras que tenemos contratadas con la IPS Dumian de Girardot.

“Medintegral (en Líbano) nos garantizaría las UCI del norte y centro del Tolima y Dumian nos garantiza las del sur, así estaríamos cubriendo la falencia de las camas de Avidanti, sin embargo, tenemos un respaldo en otros departamentos como las UCI del San José en Bogotá y las de Medintegral en Manizales y Armenia”, precisó Lozano, pero se buscaría la posibilidad de gestionar camas en Ibagué.

En cuanto al nivel de ocupación el gerente explicó que para el caso de la Nueva EPS, en un mes se registran entre tres y cuatro pacientes para estas unidades.

¿HAY un plan de contingencia?

Los profesionales de la salud que laboran en las poblaciones ven el tema con preocupación, teniendo en cuenta que Ibagué es visto como el eje fundamental para atender las enfermedades que necesitan una atención especializada, igualmente, consideran que es un impacto muy negativo teniendo en cuenta que los pacientes deben remitirse a zonas alejadas.

Situación a la que se le suma que la población objeto de atención que demanda estos servicios es de escasos recursos.

Algunos médicos consultados por esta redacción indicaron que el cierre temporal de las 10 camas de la Clínica Avidanti y las de Esimed de forma definitiva es una baja “gravísima” porque se está debilitando la red de pediatría en la región.

“En un ser humano, tan vulnerable como lo es un recién nacido cada minuto que pasa es esencial y estas unidades de cuidado intensivo pediátrico, neonatal son fundamentales para una población tan sensible, como lo es la población infantil”, comentó uno de los profesionales entrevistados.

Mientras que la gerente del hospital San Rafael del Espinal, Carmen Patricia Henao, opinó que los cierres en parte son responsabilidad de las EPS que están contratando la red de servicios en otras regiones, “sino autorizan la atención de nuestros chiquitos acá en el departamento, pues se nota la baja oferta de los servicios de recién nacidos”.

Otra de los factores que impulsa la adquisición de servicios en otras partes del país, sería las grandes deudas que tienen las EPS con los hospitales, lo que las obliga a salir. En algunos de los casos, los pacientes son enviados a Manizales o Bogotá.

La gerente contó que a mediados de febrero el San Rafael dará apertura a una unidad neonatal a través de la UCI que administra Critical Care.

Credito
EL NUEVO DÍA

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