“A punto de vender la casa por culpa de la Policía”: habitante del Gaitán

REDACCIÓN - EL NUEVO DÍA
En varias partes del mundo, la noche ya no es el espacio para descansar y recuperar fuerzas para continuar con la jornada del siguiente día.

Existen ciudades donde el comercio y las actividades que se llevan a cabo, hacen que jamás se duerma.

Pero Ibagué no es considerada una de ellas, por esta razón la comunidad, en algunos barrios, aún disfruta del placer del descanso en las noches, y cuando alguna actividad o situación irrumpe la calma, aparece el inconformismo.

Tal es el caso en el barrio Gaitán, Elver Ramírez Zamora y varios vecinos más, denunciaron que desde hace bastante tiempo, no han podido pasar una noche tranquila de sueño.

Al parecer, los policías del CAI de este barrio son los culpables de esta situación, pues según las quejas de la comunidad, no hay un solo momento en la noche en que no enciendan las sirenas de sus vehículos.

A esto se suman las risas y los gritos de los uniformados, que no tienen consideración de la cercanía del CAI con las casas del barrio.

 

De buena manera

Ramírez indicó que los policías adoptaron dos perros y que esto agravó la situación, pues los animales mantienen ladrando la mayor parte de la noche. También dijo que de buena manera le ha solicitado a los policías tener un poco de respeto por el sueño de la gente, pero entre risas le han dicho que se comunique con el CAPA. “Llamé al Capa, me dijeron que eso le competía a la Policía Ambiental y allí me dijeron que hablara con el Capa, me pusieron como ‘ping pong’ y nadie resuelve nada”, señaló Ramírez.

 

Por la vía legal

Ramírez señaló, que como por las buenas no se pudo, instauró un derecho de petición al comandante del CAI, y el plazo de los 15 días para recibir contestación se venció ayer, al cierre de esta edición aún no había recibido respuesta.

Algunas personas han sido vícti mas de los perros del CAI, según informó Ramírez, pues en varias ocasiones han intentado morder a los vecinos, y el caso más grave ocurrió cuando un señor quien pasaba por el lugar se asustó cuando el perro intentó morderlo, como llevaba un palo se defendió con el mismo, y ahí salió un patrullero quien en medio de groserías y palabras soeces le gritó que no le pegara al perro.

Ramírez indicó que ante esta si tuación piensa interponer una tutela y está pensando en vender la casa pues la falta de sueño y el estrés, le incrementa la Psoriais de la cual padece.

Credito
EL NUEVO DÍA

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