Como un prototipo nació este proyecto que involucró a estudiantes de cuarto semestre del programa de arquitectura de la Universidad Antonio Nariño en la creación de una zona común dentro del campus universitario, que permitiera a estos jóvenes salir de la teoría para pasar a la práctica.

Elaboración

Teniendo como precursores a Diego Naranjo y Leandro Mahecha, arquitectos y docentes de la Universidad, emprendieron esta aventura que se convertía en un reto al tener un tiempo mínimo para la elaboración de este proyecto.

Una vez planteada la necesidad de nuevos escenarios en el campus de la institución, las directivas de este plantel decidieron dar el aval para que los estudiantes se pudieran apropiar de estos espacios.

“La universidad necesitaba diferentes espacios de bienestar donde los estudiantes tuvieran tiempo para pasar sus clases, se planteó la necesidad de implementar un nuevo espacio donde se pudiera construir un quiosco con todas las comodidades.

“Se adecuó una zona verde, tenemos mucho espacio libre que puede ser utilizado, la idea es aprovechar la experiencia de los docentes, el compromiso de los estudiantes y que este trabajo se vea en beneficio de todos”, sostuvo Ómar Giovanni Rosero Villabón, director de la sede Ibagué de la Universidad Antonio Nariño.

En una de las zonas verdes del campus, 17 estudiantes en compañía de los docentes se reunieron para entre todos pensar en un diseño práctico, funcional y amigable con el ecosistema, que les sirviera a los jóvenes como una experiencia para desarrollar espacios útiles para el esparcimiento.

Cada uno de los jóvenes contribuyó en la creación de este espacio, la mano de obra de cada uno en el proceso fue vital para su construcción, resaltando valores como el trabajo en equipo, adquiriendo la capacidad de explicar y construir con la gente y haciendo de las obras parte del entorno en el que se encuentran.

“El propósito inicial era aprender sirviendo, no dejarlo todo en un libro, ni en un aula, ni una nota, pensamos en un proyecto que alcanzáramos a desarrollar en dos meses, funcional, donde los estudiantes se puedan sentar a dialogar y se sientan cómodos”, indicó Diego Naranjo, docente de arquitectura.

Aceptación

Este espacio creado por estudiantes y para estudiantes se ha convertido en un lugar concurrido en el campus por su funcionalidad y características.

Alumnos y docentes esperan este sea el plan piloto para la creación e inclusión de estudiantes en estos procesos y puedan crear un consultorio arquitectónico que le pueda aportar al municipio y la región.

“Tenemos un talento humano de pensadores de buena fe que quieren aportar a la región, el propósito de la universidad es crear un plan piloto para servirle a la comunidad; los muchachos van aprendiendo y van a generar un impacto positivo a todo el tema regional”, señaló Diego Naranjo.

Cifra

17 Jóvenes universitarios hicieron parte del diseño y construcción de este espacio.