El Juez que fue atendido por el brigadista del Palacio de Justicia, terminó cinco de las seis solicitudes de la Fiscalía y llegó a la congestionada Clínica Tolima, donde fue atendido.
El jurista sufrió el infarto a causa de la sobrecarga laboral que enfrentan los cinco jueces de Control de Garantías en Ibagué, que atienden a los 78 Fiscales de planta que hay en la ciudad, las solicitudes de libertad, revocatorias de medidas de aseguramiento y otras que hacen los abogados.
Además atienden las tutelas, desacatos y otras solicitudes que hacen los particulares, internos del Coiba de Picaleña y los defensores en la ciudad, sin contar las audiencias que traen a ‘La Musical’ delegados de la Fiscalía de otros municipios, e incluso de otras ciudades del territorio nacional.
Incluso, el mismo togado cuando llegó en 2016 a la coordinación del Centro de Servicios Judiciales, solicitó al Consejo Seccional de la Judicatura, a la Sala Penal del Tribunal Superior u otros entes judiciales, más jueces de control de garantías.
No obstante, sólo los lunes acuden jueces promiscuos municipales para apoyo y descongestión y para atender diligencias de violencia intrafamiliar y delitos sexuales.
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