Duque respondió a los cuestionamientos de periodistas, pues en un primer momento el ministro Botero entregó versiones encontradas sobre el caso de Torres, llegando incluso a defender la hipótesis de que su muerte se dio en medio de un caso de defensa personal del cabo que le disparó, quien, según Botero, se vio obligado a hacerlo porque el desmovilizado intentó quitarle el fusil.
“Lo que aquí se ha hecho es que se trabajó de la mano con todas las autoridades. La información que se dio preliminarmente se trató así, de manera preliminar, y esas versiones se le entregaron a la inspección y a la Fiscalía. Se pidió que no se quedaran con esas versiones iniciales y que se hicieran las investigaciones a fondo”, explicó Duque.
El mandatario respaldó a Botero al decir que no pedirá su renuncia y subrayó que él está comprometido con esclarecer el hecho.
“Si hay alguien que ha estado comprometido con la búsqueda de la verdad, en ese caso, y en cualquier caso en el que se requiera analizar el comportamiento de las Fuerzas, es el ministro de Defensa, y es el alto mando que está en cabeza del (comandante de las Fuerzas Militares) general (Luis Fernando) Navarro y el general Nicasio (Martínez, comandante del Ejército), así que no veo por qué se deba proceder con una renuncia”, anotó.
Según la publicación de la revista Semana, la muerte de Dilmar Torres, quien falleció por heridas de fusil el pasado 22 de abril en Convención, en Norte de Santander, habría sido planeada por el coronel Jorge Armando Pérez y supuestamente ejecutada por el cabo segundo del Ejército Nacional Daniel Eduardo Gómez Robledo.
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