Covid-19 no es una enfermedad apocalíptica

Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
A pesar de la alerta mundial que ha despertado este nuevo tipo de coronavirus por su rápida expansión, expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) aseguran que no se trata de un virus mortal en todos los casos de contagio.
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El Covid-19 produce en los pacientes que lo portan una sintomatología respiratoria muy similar a la que se presenta en el caso de otros virus respiratorios, como la influeza, con un mayor riesgo de producir enfermedad severa en personas mayores de sesenta años, que además padecen de otras patologías, como por ejemplo problemas cardiacos.

Así lo explicó el profesor Fernando de la Hoz, director del Departamento de Salud Pública de la UNAL, durante su participación en el programa UN Análisis, de UN Radio (98.5 FM), en el que expertos de la Facultad de Medicina de la Institución se reunieron para resolver las dudas sobre esta enfermedad que ya ha afectado al menos a 30 países, y sobre la que ayer se confirmó su llegada a Latinoamérica, con el reporte de un caso en Brasil.

El docente es enfático en aclarar que la información disponible todavía es muy fragmentada para hacer un análisis profundo sobre el impacto real de esta epidemia, y que se carece de descripciones amplias sobre temas como las características de las personas que se infectan pero no desarrollan la enfermedad severa.

“Cualquier aproximación que uno haga puede estar sujeta a cambios en el futuro, porque la epidemia es dinámica. Sin embargo ya existen algunas cosas bastante bien establecidas, como por ejemplo el hecho de que aparentemente este no es, como a veces escriben en los periódicos, un virus mortal”, manifestó el doctor De la Hoz.

Por eso afirma que a pesar de la ola de pánico que ha llevado a muchas personas a pensar que estamos en presencia de alguna enfermedad apocalíptica, esto no es así: “la mayoría de los servicios de salud del mundo están en capacidad de tratar a estos pacientes”.

Junto a él, los profesores Jorge Cortés, médico e infectólogo; Manuel Vargas, virólogo de la Universidad Católica de Lovaina, y el mexicano Víctor Cárdenas, profesor visitante del Departamento de Salud Pública de la UNAL, dialogaron sobre los interrogantes que despierta esta nueva epidemia, sus formas de transmisión y las medidas que se deben tomar para su control.

El doctor Vargas señaló que el éxito que ha tenido el COVID-19 para propagarse radica en que tiene una alta tasa de transmisibilidad entre humanos, a diferencia de otros coronavirus como el MERS, que no se transmitía con facilidad, por lo que el número de casos era limitado, aunque tenía una mortalidad más alta.

Además comentó que esta enfermedad se ha diseminado con tanta rapidez debido a que, por tratarse de un virus nuevo, las personas no cuentan con ningún tipo de protección y que los casos presentados tienen un impacto importante en los sistemas de salud de los países en donde se han diagnosticado, porque se trata de una enfermedad que requiere de un periodo muy amplio de recuperación.

Por su parte, el doctor Cárdenas apuntó que no hay que temerle al coronavirus porque, según la evidencia reciente, no se trata de un virus mortal como puede ser el ébola o el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), una enfermedad que si se deja de tratar sí puede ser letal y que se consiguió aislar solo hasta 1981, mucho tiempo después de que se iniciara en África en los años sesenta.

 

Miedo a lo desconocido

El doctor Cortés por su parte hizo referencia a cómo lo desconocido de un nuevo virus es lo que puede despertar el pánico de la población: “la aparición de un nuevo microorganismo en el mundo genera un número de pacientes con ciertas características que es lo que causa la alarma y la discusión. Hace cuarenta años, cuando se descubrió el sida, los pacientes eran nuevos para la sociedad médica; algo similar ocurrió hace diez años con la aparición de la influenza H1N1”.

“Es posible que el problema no es lo que pueda producir el microorganismo, sino el temor a lo desconocido, no sabemos cuál va a ser la magnitud de esto, lo que va a suceder y eso genera ansiedad y temor; solo el tiempo y los estudios traen la calma ante estas situaciones, tanto así que hoy el sida es considerado como una enfermedad crónica tratable, como la hipertensión o la influenza”, asegura el especialista.

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