En el barrio El Bosque, sus jóvenes quieren salir adelante

Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍA
Pese a que el sector ha sido conocido durante años por las numerosas capturas a organizaciones delincuenciales que se han realizado allí, un grupo de jóvenes motivados por la transformación de su entorno ha decidido tomarse el barrio con partidos de fútbol y grafitis.
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El barrio El Bosque se divide en parte alta y parte baja, tiene un total de 168 familias, lo que equivale al 31% de la comuna 11. Su comunidad cuenta con un centro de salud y con la Institución Educativa Antonio Reyes Umaña en la parte baja. No cuentan con una estación de Policía, por lo cual, el CAI más cercano es el del estadio. 

Tampoco tiene parque ni salón comunal. Colinda con los barrios, Villa María, Uribe Uribe, La Martinica, el sector de la Variante, Las Brisas, La Isla y Primero de Mayo.

Historia del barrio

El barrio se fundó aproximadamente en 1963, para entonces, era una zona boscosa que fue invadida para el asentamiento de un grupo de personas. En principio, se conoció como “El pan de María Eugenia” por la popularidad del pan que preparaba una de las primeras habitantes del sector. 

Con el paso del tiempo, la comunidad decidió darle otro nombre al barrio y, recordando que en este lugar abundaba la naturaleza, decidieron nombrarlo El Bosque: un espacio de flora espesa que cedió su lugar para que un grupo de personas la convirtiera en su hogar.

El arte, un restaurador del territorio

Lugares como la entrada de la parte alta y el cementerio las personas no identificadas (N.N.) cobraron vida luego de que los jóvenes del barrio pintaran sus paredes con grafitis. Con la participación del colectivo Gambas, los niños del sector aprendieron a dominar las técnicas de pintura necesarias para reflejar sus ideas en los muros.

Ahora, espacios que antes eran pasados por inadvertidos, son conservados por la comunidad luego de estar allí reflejada su identidad.

“Las personas están cuidando las calles, incluso, con los chicos del barrio diseñamos un escudo que nos identifica”, este escudo, según Steven Bernal, presidente de la Junta de Acción Comunal, es una manera de mostrar que el barrio no tiene fronteras.

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El fútbol en el barrio

Steven decidió darle otra perspectiva de vida a los jóvenes de El Bosque. El deporte es su pasión, y es así como mediante del fútbol enseña disciplina y da esperanza de un futuro mejor a los jóvenes del barrio.

“Yo entreno a los muchachos del barrio por iniciativa propia. Nosotros mismos adecuamos la cancha, conseguimos los balones y las mallas. Este es un barrio vulnerable, por eso la mayoría de las cosas que se dicen de aquí tienen que ver con drogas o con operativos de la Policía. Estamos tratando de cambiar la imagen del barrio. Queremos hacer que deje de estar estigmatizado. Qué bueno sería que en un futuro dijeran que de aquí salió un deportista o una jugadora de fútbol y no un delincuente”.

Los padres de familia comentan que sus hijos han mejorado su rendimiento académico, pues los motiva salir adelante y no perderse sus entrenamientos. Además, las partes del barrio que antes no se atrevían a tener contacto por las barreras invisibles, ahora toman al fútbol como una manera de apropiarse del territorio y romper las diferencias jugando ‘micro’. El deporte ha sido un mediador de paz.

“El deporte me ha hecho bien, gracias al fútbol hice más amigos y mejoré mi comunicación con las demás personas” dice Estefanía Reyes, delantera del equipo de fútbol femenino de El Bosque. Como ella, son 60 jóvenes entre niños y niñas que ocupan su tiempo en esta actividad deportiva.

“La intención es hacer una escuela de fútbol avalada por el Imdri para poder así tener más apoyo y reconocimiento. Llevamos apenas 4 meses y lo más difícil ha sido conseguir los recursos. Solo teníamos 3 balones para todo el grupo”, dice Steven con motivación por seguir trabajando por su barrio a pesar del abandono con el que ha sido tratado.

Promesas incumplidas

Pese a que están estipuladas en el Plan de Desarrollo de la comuna 11 como proyectos, son varias las promesas que a la fecha no se han cumplido en El Bosque.

Los principales puntos escritos en el plan son: la reubicación de las 50 familias que viven a la orilla del río Combeima, el cambio del sistema de alcantarillado, la construcción de escaleras que comuniquen ambas partes del barrio, la construcción de salones comunales, la adecuación del puente de la quebrada La Hedionda y la construcción de 3 puentes peatonales. El 18 de septiembre se realizó una audiencia pública en la que organizaciones como Cortolima, Infibagué y el Ibal se comprometieron a realizar obras en el sector, pero a la fecha, no se han acercado al barrio para cumplir con lo escrito, dice el presidente de la junta de acción comunal. El barrio sigue a la espera de mayor intervención social para que sus habitantes mejoren su calidad de vida.

Credito
 JOSE REINALDO MORERA MOLINA

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