Regresó el ‘aguapanelazo’ por los más necesitados en Ibagué

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍAQuienes se quieran unir a ellos pueden buscarlos como Aguapanelazo Ibagué o comunicarse al 317 7828474.
Luego de un parón, anoche salieron de nuevo los jóvenes ‘aguapaneleros’ a recorrer las calles del centro de Ibagué repartiendo aguapanela y pan entre sus amigos de la calle.
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Luego de algunos meses de pausa debido a la pandemia, este jueves regresó, como desde hace ocho años, el ‘Aguapanelazo Ibagué’.

En las noches de los jueves un grupo de jóvenes, entre profesionales, estudiantes universitarios, de colegio, trabajadores y personas en general, sacan de su tiempo para compartir un vaso de aguapanela, un pan y algo de compañía con los habitantes de la calle de Ibagué.

Para muchos un poco de aguapanela y un pan puede que no cambien la realidad material de un habitante de calle, pero para los ‘aguapanelos’ es una excusa para mostrarles su simpatía, que a pesar de que la sociedad los ha excluido aún son importantes para muchas personas.

“Nuestros amigos de la calle a veces pueden pasar días sin alimentarse, lo que les damos es un pretexto y acompañarlos, para preguntarles cómo están, qué problemas tienen y cómo poderlos apoyarlos”, dijo Jhonatan Bustamante, uno de los miembros del colectivo.

Aunque saben que no tienen los recursos para hacer un acompañamiento en el proceso formal de desintoxicación, con el tiempo han notado que ese gesto, hacerlos sentir que aún cuentan, los motiva para generar cambios en sus vidas.

“Para los voluntarios es muy gratificante cuando vemos que algunos de nuestros amigos de calle toman ellos mismos la decisión de cambiar el rumbo de sus vidas y hacer las cosas un poco diferentes”, agregó Jhonatan.

 

Autofinanciación

Ellos se financian, principalmente, con recursos propios. Cuando alguna persona quiere participar y no puede hacerlo por falta de tiempo, pues envían lo que pueden. Un par de horas antes de iniciar el recorrido se reúnen y miran qué han recogido y qué les hace falta. Luego de hacer su inventario comienzan el recorrido.

“Iniciamos a las 7:00 p.m. en La Catedral y vamos por las zonas céntricas de Ibagué. En las noches normalmente tienen un sitio en el que siempre descansan y vamos a buscarlos. En promedio nos acercábamos a unas 200 o 300 personas cada noche”, afirmó.

La aguapanela la llevan en canecas, mientras que el pan en bolsas grandes. Como esto puede ser pesado y hay que caminar mucho, utilizaban carritos de supermercado.

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El encierro de la pandemia

Cuando inició la emergencia sanitaria y se decretaron los primeros toques de queda su preocupación aumentó porque sabían que sus amigos de calle se afectarían aún más. Al vivir, la mayoría de ellos, del reciclaje o de mendicidad no tenían cómo sobrevivir.

“Con los compañeros que viven en el sector del centro se intentó hacerles llegar algo. Por lo menos una vez a la semana repartían lo que podían con trajes y cuidándose lo más que les era posible”, mencionó.

 

La reactivación de la generosidad

A medida que se han venido reduciendo las restricciones por la pandemia se han retomado algunas de las cosas que hacían antes. Por ejemplo, volver a salir una vez por semana. Los lazos de amistad se reavivarán.

“Cada uno de ellos es un mundo de historias y, como creamos tanta amistad, en verdad ellos también nos hacen faltan a nosotros como nosotros a ellos”, mencionó.

 

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Los proyectos

Entre otras cosas, quieren recolectar material audiovisual para hacer una exposición o algún proyecto que les permita visibilizar las situación de sus amigos.

Así mismo, les gustaría poder llegar a muchas más personas: “Quienes quieran hacer parte siempre nos pueden hacer escribir. Los voluntarios son bienvenidos porque siempre hay algo por hacer. Queremos realizar más talleres, mostrar que hay otras realidades que podemos mejorar entre todos”.

 

DATO:

Antes de la pandemia realizaban jornadas de autocuidado. En el Parque Andrés López de Galarza se hacían maratones de aseo, peluquería, entrega de ropa, entre muchas otras cosas. Estas actividades se esperan retomar cuando sea posible.

 

La otra actividad

El ‘Aguapanelazo’ también acompaña a niños de sectores vulnerables de la ciudad.

“Trabajamos en el fortalecimiento de la niñez. Sabemos que tienen realidades bastantes complejas. Comenzamos a acompañar a los habitantes de calle y luego nos quedamos con los niños”, aseguró Jhonatan.

Dicen que es una forma de trabajar también en la prevención. Muchos de estos niños, por ser de zonas conflictivas de la ciudad, se sienten excluidos socialmente: “A muchos les decían ñeros o cosas similares. Nuestra intención es decirles que eso no es así, y que, desde el arte y la cultura medioambiental, pueden entender que los sueños se pueden hacer realidad”.

 

Credito
EL NUEVO DÍA

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