Desde hace unas semanas comenzó un proceso democrático en la Universidad del Tolima, la institución de educación superior más importante de la región. Se trata de la elección del director del Idead y de los próximos decanos de todas las unidades académicas.

De todas ellas, la que tiene el mayor número de aspirantes (5) es la Facultad de Ciencias Humanas y Artes (FACHA). Allí está el nombre de Andrés Tafur, un joven profesor de 34 años y de una experiencia considerable para su edad.

Estudió Comunicación Social-Periodismo en la Universidad del Tolima y Filosofía en la Universidad de Ibagué. Finalizó una maestría en Ciencia Política en la Universidad de Los Andes e inició una segunda en Construcción de Paz en esa misma universidad.

Sus primeros estudios

Hizo parte de la primera cohorte de Periodismo de la UT y siempre estuvo involucrado en los movimientos estudiantiles y ambientales. En ese entonces en el programa estaba todo por hacer: “Terminábamos primer semestre y no había segundo. Terminábamos segundo y no había tercero. Íbamos abriendo trocha de manera constante, y muchas de las cosas con las que cuenta hoy se consiguieron en esa época”.

No había terminado esa primera carrera cuando comenzó a hacer la segunda. “Siempre fui inquieto con saber cosas y la Filosofía me parecía algo muy importante. Claro, había una visión muy romántica de ella, muy occidentalizada: eso de que la Filosofía es la madre de las Ciencias, la cuna del pensamiento. Ahora es una mirada problemática, pero que en su momento me parecía linda”.

Al graduarse, gracias a las buenas calificaciones de sus trabajos de grado y porque fue el mejor puntaje del Tolima en el ECAES, propuso la creación de una cátedra a partir de su tesis de Comunicación: “Cine, Nación y Comunicación”. Paralelo a su trabajo como docente se desempeñó como periodista en medios de comunicación regionales hasta que se ganó una beca de Formación del Talento Humano de la Gobernación.

Su inicio en el Observatorio de Paz y Derechos Humanos

Al regresar de Bogotá se vinculó de nuevo como docente y como director del Observatorio de Paz y Derechos Humanos de la UT. Estando bajo su dirección, el Observatorio produjo varios informes para la Comisión de la Verdad y fortaleció la capacitación a organizaciones sociales en derechos humanos.

Así mismo, hay un acompañamiento fuerte en el apoyo a la construcción de políticas públicas sobre derechos humanos en el departamento.

“Recibo de mi antecesor un trabajo importante ligado a la construcción actual de la política de paz y derechos humanos en el Tolima. Implementamos diplomados en el norte y en el sur del departamento: Santa Teresa, Chaparral, Planadas, Ataco, Rioblanco, siempre haciendo un énfasis en el trabajo con mujeres”, afirmó.

Se ganaron una subvención del Instituto Catalán Internacional por la Paz, con el cual visibilizaron las iniciativas de construcción de paz de mujeres víctimas del conflicto en todo el departamento. Entre otras cosas, se logró un número importante de recursos de cooperación internacional para ejecutar proyectos como uno que intentaba acercarse a los contextos explicativos del conflicto armado en el sur del Tolima u otro sobre las dinámicas del conflicto en el Cañón de la Hermosas.

Dirección del CERE

En 2019 Tafur se posesionó como director del Centro de Estudios Regionales. En este nuevo cargo recoge parte del trabajo que ya venía haciendo en el Observatorio. Uno de los informes más importantes que ha producido el CERE tiene que ver con las ‘Nuevas y viejas violencias’, un estudio comparativo entre los acuerdos del Estado con los grupos paramilitares en 2006 y con las Farc en 2016.

“La idea era tratar de hacerle ver al gobierno departamental que, pese a que firmamos la paz y las Farc se desmovilizaron, el Tolima sigue inmerso en una geografía de guerra. La violencia del sur del Tolima no se explica solo por lo que pasa en el sur, sino que tiene mucho que ver con lo que pasa en el Cauca, el Valle y el Huila. La investigación nos mostró un entramado de relaciones que evidencia lo complejo de las dinámicas del conflicto”, dijo.

Otro de los informes versa sobre los impactos ambientales en el sur del Tolima. Además, se han entregado algunos boletines sobre equidad social frente a la pandemia del Covid-19, sobre reclutamiento forzado, drogas ilegales, infraestructura en salud, entre otros varios temas.

Los proyectos como decano

Si llega a ser elegido como decano, Andrés Tafur piensa apuntar a varios ejes que, desde su experiencia y formación, ve necesario implementar: facilitar la doble titulación, unos laboratorios de investigación aplicada (Convivencia y Seguridad Ciudadana, Estado, Política y Gobierno, Territorio, Acción Colectiva y Diálogo Social, Género y Diversidades, Derechos Humanos y Ciudadanía, Política Cultural y Periodismo), los cuales se conectarían con los esfuerzos adelantado por el Observatorio de Paz y el CERE.

“Otro eje sería mejorar las condiciones laborales de los profesores de cátedra. Promover fórmulas institucionales que les garantice estabilidad y reconocimiento de su labor intelectual y académica”, añadió.

Espera poder cambiar la relación con los egresados: “Que no sea solo darles descuentos para posgrados. Que la universidad tenga, al menos, un boletín quincenal con oportunidades laborales, con becas, con otras opciones más allá que enviarles noticias”, agregó.

En relación con los estudiantes, conjunto a la doble titulación, quiere promover su protagonismo en los asuntos de la Facultad, incentivar la excelencia académica y apoyar sus iniciativas académicas y extracurriculares. 

Pero, dice, si hay algo que está en el corazón de su propuesta es la necesidad de sacar la Facultad del escritorio y llevarla a los territorios: “No se trata de que nosotros seamos el ombligo del departamento, sino hacer del Tolima, con sus necesidades y apremios, el ombligo de nuestra Facultad. Del escritorio al territorio. Tenemos que dejar de estar acomodaditos en Ibagué y tenemos que salir”, finalizó.

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