Carmen de Apicalá, la ciudad milagrosa del Tolima

Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍA.
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Cada 16 de julio se celebra el Día de la Virgen del Carmen, lo que trae miles de peregrinos a esta población del Tolima.
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Carmen de Apicalá tiene uno de los pocos santuarios de la región. Allí, antes de la pandemia y luego de la progresiva reapertura, miles de fieles peregrinan para pedir o agradecer.

Desde su mismo nombre, en Carmen de Apicalá todo parece girar en torno a la Virgen del Carmen. La historia popular dice que, al momento de la fundación del municipio, se presentó un peregrino que se ofreció a hacer una imagen de la virgen, el cual, una vez entregado el encargo, desapareció sin cobrar por su trabajo.

“Por la belleza de la imagen, todas las personas que se habían reunido sin ser llamados para verla, pidieron premiar al artista porque había hecho un trabajo milagroso. Sin embargo, nunca apareció. No se sabe si fue un ángel o el mismísimo San José de Nazaret”, contó el padre Jesús Ernesto Ramírez, párroco de la basílica de Nuestra Señora del Carmen de Apicalá.

Desde ese momento el desarrollo del municipio ha ido de la mano de la Virgen del Carmen. En casi la totalidad de las viviendas y negocios hay una imagen de la virgen. Las personas se encomiendan a ella y se ven personas pidiendo y agradeciendo por partes iguales.

Carmen de apicalá

Pago de promesas

Ese es el caso de Edward Ávila, propietario de la heladería y restaurante La Morenita. Hace unos años, cuando era conductor de motocarro, le pidió a la virgen que le diera la oportunidad de tener su propio negocio.

“Duré más de siete años manejando mototaxi, y siempre le pedía a la virgencita que me permitiera ser independiente. En agradecimiento le puse el nombre de La Morenita en su honor”, dijo.

Su devoción viene desde su infancia y fue su mamá quien se lo inculcó. Edward contó cómo, cuando era niño y cuidaba carros en la plaza de Carmen de Apicalá, le pedía ayuda con sus cosas.

“Yo siempre le decía que si me daba lo que tanto le pedía yo le pagaría ayudando a personas necesitadas. Se lo prometí y se lo cumplo cada vez que puedo”, afirmó Edward Ávila.

Al igual que Edward, en casi todas las familias hay una Carmen: “Mi hermana se llama Andrea del Carmen. Puedo decir que en cada familia del Carmen de Apicalá hay por lo menos una Carmen, todo por la devoción que sentimos”.

Carmen de apicalá

Virgen del Carmen: la veneración de un país

En Colombia, el 57% de la población se identifica como católica. Esto tiene que ver con la herencia que dejó el proceso de conquista y colonización, en el cual se impuso una cultura europea con su respectiva religión. 

Dentro de las advocaciones de la Santísima Virgen María la más relevante es la Virgen del Carmen que, en Colombia, es patrona de la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina, los bomberos y de los conductores. Es normal ver en las carreteras del país santuarios en su honor con decenas de velas a su alrededor. Cientos de municipios la tienen como su Santa Patrona.

“Ella nos muestra el amor maternal de Dios. A lo largo de la historia la Virgen María se nos ha mostrado vestida de diferentes formas, por eso la conocemos con varios nombres, entre ellos el de la Virgen del Carmen, que toma su nombre en alusión al Monte Carmelo”, agregó el padre Jesús Ernesto Ramírez.

Carmen de apicalá

Credito
CAMILO JIMÉNEZ

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