Tal parece que el tema de la seguridad no deja de ser un dolor de cabeza en la ciudad y en la región, toda vez que en las últimas semanas se han conocido varios casos de delincuencia común que usualmente son captados en cámaras de seguridad y expuestos a través de redes sociales.

Entre estos predominan los hurtos en vía pública o los popularmente conocidos como ‘raponazos’. Sin embargo, en la mayoría de estos casos las víctimas no suelen denunciar ante las autoridades por considerar como engorroso el trámite para hacerlo.

Es por ello que no se cuenta con un registro o un consolidado que permita inferir el impacto de este tipo de sucesos.

No obstante, los hurtos callejeros no son el único mecanismo empleado por los delincuentes, cuya imaginación tiene límites insospechados. Recientemente se han conocido nuevas modalidades de robo que emplean los ‘pillos’ que no desaprovechan ninguna oportunidad para afectar el patrimonio económico de la ciudadanía.

EL NUEVO DÍA consultó con las autoridades algunas de las modalidades de hurto que son poco comunes con el ánimo de generar una voz de alerta y encender las alarmas para que la comunidad no caiga en manos de los habilidosos delincuentes que a diario suelen ‘reinventarse’.

Ciclista “amigo”

En los últimos meses ha tomado fuerza una modalidad para el hurto de biciusuarios, la cual consiste en que el presunto delincuente se acerca a su víctima, con indumentaria deportiva, con la intención de realizarle preguntas de su actividad física y aparenta ser amistoso para ganarse la confianza del ciudadano.

Posteriormente pide que le permitan probar la bicicleta y en un descuido se apodera del ‘caballito de acero’ que generalmente es de alta gama, por lo que se cotiza en cuantiosas sumas de dinero.

Además del mecanismo descrito, en Ibagué se documentó el caso de un hombre que presuntamente fue escopolaminado, le arrebataron una bicicleta de 10 millones de pesos y lo abandonaron junto con una ‘bici’ de baja gama.

La Policía Metropolitana semanalmente habilita zonas seguras, que cuentan con vigilancia constante, para los amantes de este deporte, por lo que la recomendación desde esta autoridad es hacer uso de las mismas y, en lo posible, no establecer conversaciones con desconocidos durante sus trayectos.

Descuido o factor de oportunidad

Las autoridades tienen registro de casos de hurtos de motocicletas que son descuidadas en la zona exterior de las residencias, en algunos casos con las llaves puestas, lo que facilita el actuar delictivo. Desde la Policía esto se denomina como hurto por factor de oportunidad.

Justamente esta semana EL NUEVO DÍA reseñó el hurto de una motocicleta en la comuna Siete de la capital tolimense, frente a la residencia de su propietario, a la que llegó el ladrón y emprendió camino en el rodante ante la tardía reacción del afectado.

No obstante, en este hecho se desconoce qué mecanismo usó el delincuente para encender el vehículo de dos ruedas.

En estos casos las autoridades recomiendan a la ciudadanía ser cuidadosa y estar pendiente de sus automotores.

Alquiler de vehículos para extorsión

Los delincuentes solicitan un trasteo o el traslado de una encomienda, por lo que contratan a un vehículo con su respectivo conductor y fijan el encuentro en un punto alejado del casco urbano que no cuente con cobertura o señal de celular.

Como conocen información del conductor, los maleantes llaman a su familia para fingir un secuestro y así realizar exigencias económicas supuestamente a cambio de no hacerle daño al profesional del volante.

En vista de que la familia no puede establecer comunicación con el conductor, que no tiene señal en su móvil, termina accediendo a las pretensiones de los delincuentes.

Pese a que se ha dado, esta modalidad delictiva es poco frecuente en la región. No obstante, la recomendación de la Metib en un caso de esta índole es entablar comunicación con Gaula, Sijín o Policía.

Engaño en ventas

Pese a que son casos mínimos, durante el último tiempo en la región, se ha identificado la modalidad de engaño a la hora de vender una motocicleta o un vehículo. El supuesto comprador se reúne con su víctima o propietario del rodante, al que le pide ‘dar una vuelta’ para probarlo y termina huyendo con el mismo.

La Metib explicó que para garantizar la seguridad en este tipo de transacciones o compras, a través de la Sijín se puede brindar un acompañamiento que va en dos sentidos.

Uno es un eventual acompañamiento físico y el otro es por medio de un peritaje al automotor para obtener un certificado que corrobore que no se trata de un vehículo clonado o remarcado. De hecho, las autoridades recomiendan que antes de una compra se le exija al tenedor el certificado que emite la Sijín, lo que denota la seriedad de la transacción.

Llamadas extorsivas

Es una práctica que no ‘pasa de moda’, por colocarlo en términos coloquiales, pues aún se sigue replicando este actual delictivo.

Dentro de las modalidades más recurrentes está en la que se comunican vía telefónica con la víctima con la que fingen ser miembros de la fuerza pública, argumentando que un familiar fue responsable de un accidente y exigen una retribución económica para absolverlo de cualquier culpa.

Otra fórmula común es que se comunican con el hogar para hacerse pasar por un abogado, el cual necesita elementos de valor porque presuntamente algún miembro de la familia tiene un problema judicial y solo así se podrá solventar.

Ante cualquier episodio de estos, las autoridades invitan a denunciar ante Gaula, Sijín y Policía.

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