Hacia los siete años de edad es frecuente escuchar en los niños referirse a su “mejor amigoâ€, ya sea masculino o femenino, el nombre de este amigo casi que está en todas las conversaciones, las vivencias, los trabajos académicos, las salidas, en fin.
Durante la adolescencia esta situación se acentúa, habrá dÃas que el confidente termine durmiendo en casa o el joven vaya a casa de éste, lo cierto es que los padres de familia muchas veces se sienten desplazados por “esa compañÃa de su hijo†lo cual les causa molestia y es cuando vienen las discusiones.
Para Martha LucÃa Pérez, psicóloga de la Unad, dichos conflictos se suscitan por lo que les pueda pasar a sus hijos:
“Muchos padres de familia son paranoicos frente a las amistades que tienen sus hijos y no les brindan la confianza para contar lo que les sucede, entonces terminan criticándolos o llamándoles la atención, haciendo que se aÃslenâ€, explicó.
De conocido a confidente
El amigo Ãntimo genera una seguridad adicional a la que el hijo recibe en su hogar, el hecho de congeniar en gustos, pensamientos y otros factores hace que esa relación de amistad se llegue a fortalecer de tal manera que no solo compartan momentos, sino que se confÃen situaciones o adopten actitudes en las cuales se sienten identificados, de ahà que en muchas ocasiones los padres dudan de los comportamientos que tienen sus hijos expresando frases como 'él es incapaz de hacer eso', porque creen que los conocen.
El confidente termina siendo espejo de los niños o jóvenes puesto que la opinión y la experiencia de éste incide en la manera como afronta un problema o determinada circunstancia, “la consulta†al amigo puede incluso animarlo a conseguir su propósito o por el contrario renunciar a él.
“Como padres de familia debemos estar preparados y entender que el ser humano como ser social, necesita relacionarse con otros para aprender y construir su identidadâ€, refirió Pérez.
Las amistades peligrosas
Aunque un amigo Ãntimo es compañÃa y sinónimo de confianza, es importante que tanto niños como jóvenes compartan con otras personas o aumenten el circulo de amigos para conocer nuevas visiones del mundo y evitar comportamientos poco sociales.
Asà mismo, el no definir lÃmites puede generar dependencia y sometimiento cuando uno de los dos sin quererlo termina decidiendo en todo momento por su compañero; estas personalidades débiles logran que las relaciones de amistad, lleguen a convertirse en dominación y obediencia donde el individuo pasivo termina obrando hasta en contra de sus ideales para corresponder a su amigo tales como el consumo de drogas, alcohol, el dinero fácil, entre otros
El papel de los padres
Debido a la falta de tiempo de los padres de familia y las tendencias diferentes, los jóvenes buscan en los amigos y en los medios de comunicación actividades afines para adaptar su personalidad, por ello se recomienda a los padres de familia – si el hijo o hija está en el colegio- conversar con los docentes sobre el rendimiento académico, pero también de las relaciones que tienen sus hijos con los amigos y compañeros.
El diálogo con el adolescente, invitar a sus amigos a las casas y mostrar comprensión puede ser una buena estrategia para conocer quien rodea a su hijo.
“Es fundamental estar pendientes de que están haciendo los jóvenes con quien están, entenderlos y revisar que tanto se dejan influenciar; muchas veces se deja de compartir con ellos, entonces se refugian en los amigosâ€, acotó la profesional.
Si se observa que el joven es usual verlo en compañÃa de una sola persona o presenta aislamiento, se puede optar por inscribirlo en actividades extraescolares, como: pintura, danza, deporte, para que se relacione con más gente.
Otra de las recomendaciones es establecer relaciones con los padres del otro joven para actuar conjuntamente si se hiciera necesario.
CÓMO ENFRENTAR PROBLEMAS OCASIONADOS POR LOS AMIGOS
De cara a las consecuencias que pueda traer las relaciones extremas de los jóvenes con sus amigos, se recuerda que la oposición directa lograrÃa un efecto contrario por lo que es importante actuar con cautela:
“Sabemos que en la adolescencia hay una lucha de poderes, por ello se deben fijar reglas, ser firmes en las decisiones y generar espacios de diálogo para conscientizarlos de los peligros o riesgos a los que se exponen al permanecer con un tipo de persona que tiene comportamientos inadecuadosâ€, puntualizó Martha LucÃa.
Entre comillas))): “Hay padres que no conocen el desarrollo fÃsico y psicológico de los jóvenes y por eso no se ganan esos espacios para que ellos les cuenten sus cosas y termina compartiendo con otras personas que los comprendenâ€, Martha LucÃa Pérez, Psicóloga.
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