¡Flix día del idioma!

Los jóvenes de hoy sorprenden con su lenguaje abreviado y hasta podría decirse que monosilábico, pero aseguran que si se les infunde el amor por la lectura, serán buenos escritores.

“¿per k s lo k veo aka?”, es uno de los mensajes de texto que usan los jóvenes hoy.  “Ola amix. Toy cntnta. Ymame”, escribe una chica en el muro de Facebook de una amiga.

“Uno escribe así corto porque lo quiere hacer rápido”, explica Iván, un adolescente de 15 años. Él y su novia conocen muy bien la cantidad de abreviaciones y sus amigos señalan que se comprenden perfectamente. Eso sí, cuando hay que escribir, algunos tienen dificultades.


“Hacer un texto para la U es ‘redifícil’, es que como que no me salen las palabras”, comenta Linda, novia de Iván, de 18 años.


“En mi casa mis papás no leían ucho, y también pasan pegados al blackberry igual que yo”, puntualiza uno de sus amigos, Juan José, de 22 años.


Para Sebastián, de 17 años y en segundo semestre en la universidad, es diferente, pues proviene de una familia lectora. “No me cuesta trabajo escribir los trabajos de la U, pero cuando puedo, pues escribo lo más corto posible, correos, en el chat, Facebook”.

    
Han cambiado
En los años noventa, aunque ya existían los celulares y el chat, nadie podría haber adivinado que 15 años después los jóvenes reconocerían otros tipos de lenguaje para medios escritos, como los emoticones y que las abreviaciones harían parte de su lenguaje cotidiano.

El éxito de los mensajes de texto revolucionó también la forma en que se escribe, así como el chat. Sin embargo, no hay que decir que todo está perdido con los jóvenes y que no valoran el lenguaje.


“Creo que los jóvenes tienen claras algunas cosas. La facilidad y ligereza con la que toman el lenguaje escrito o hablado significa que sus intereses están concentrados en otra cosa, pero hoy podemos ver muchos profesionales jóvenes enfocados en su trabajo. Sí, existen grandes deficiencias, pero también falta de apasionamiento de los profesores para enseñar el idioma”, señala el docente de Español.


Tan importantes han sido las modificaciones del lenguaje que han traído las nuevas tecnolog-ías, que en la página de la Asociación de usuarios de internet hay un diccionario de Sims que los padres y jóvenes pueden consultar para entender un poco el lenguaje usado en los mensajes de texto de los celulares.


El sociólogo Daniel Ariza señala que “cada ge-neración tiene sus modos de expresión. Lo que hay que reforzar es el amor por la lectura y el manejo de la escritura. Pueden escribir con su mensaje abreviado y a la vez, buenos textos si quieren”.


LA VOZ DEL EXPERTO

cARLOS ARNULFO ARIAS
Escritor
“Como alguien que está en contacto con los jóvenes, soy profesor no sé si lamentablemente, creo que no hay mucha reflexión al respecto. Pero la responsabilidad de ello no recae totalmente sobre los jóvenes: hay una gran incidencia de quienes están frente a la cátedra, que no han transmitido el valor del idioma, de la palabra que comunica y puede ser vehículo de entendimiento, de discusión, de diálogo, de respeto a las diferencias y de pensamiento complejo. Tal vez porque no hemos dado el valor que se merece al idioma es que no hemos podido vislumbrar una salida a nuestro conflicto sembrado en el mal entendimiento, en el discurso del poder. Habría que generar mayores expectativas sobre la capacidad creadora de la palabra, del idioma.

¿Cómo utilizan hoy los jóvenes el idioma?

Hay puristas que sin ningún reato de una vez contestan: mal. Sin embargo, hay que ver dos cosas: una es que los idiomas son flexibles, vivos, están en continuo movimiento y otra es que para que ese desarrollo sea coherente o dentro de un devenir digamos pausado, consecuente con nuestro intercambio de culturas en un continente como el nuestro, es necesario que las campañas de lectura no sean sólo avisos, vallas, cuñas de radio o papelitos (volantes) que se quedan en las recepciones de los Institutos de Cultura. Pienso que el idioma sufre y seguirá sufriendo, tal vez  sería mejor decir que recibe y da, influencias a las que no hay que tener miedo sino, por el contrario, estudiar y ver hasta qué punto es plausible aceptar dichas transformaciones.

A la lectura no se acerca uno a partir de vallas, ni de campañas publicitarias, ni cuñas en los medios de comunicación y menos con volanticos que se quedan al albur del viento o de las mesas de los funcionarios, o en las gavetas de los escritorios  cuando no en los paquetes enviados por las tipografías donde han sido impresos. Acercar al idioma, a la escritura y la lectura debe ser un compromiso del Estado en todos sus estamentos. No es sólo dotar bibliotecas, a través de grandes negocios con grandes editoriales, es tener maestros lectores, escuelas que se preocupen más que por la instrucción por la educación, jueces lectores, militares lectores, ministros lectores, presidente, alcaldes y gobernadores lectores, directores de casa y de institutos de cultura lectores, periodistas lectores, para nombrar sólo unos pocos actores sociales, editoriales que sepan y entiendan que lo suyo no es sólo el negocio de los libros sino hay en ellas una gran responsabilidad social, libros a precios racionales y reconocimiento por parte de la sociedad de que la palabra es el vehículo de acercamiento a valorar las diferencias y emprender vías en las que no haya vencidos ni vencedores sino coterráneos capaces de entender que “aquí cabemos todos”.


LA VOZ DEL EXPERTO
PUNO ARDILA
Candidato a doctor en Filología Hispánica
1. ¿Qué significa para los jóvenes de hoy el día del idoma?
“Tener que sacrificar horas de descanso o de diversión para preparar una actividad para mostrar a los demás: música, carrozas, disfraces, algún sainete, tal vez”. 

2. ¿Cómo utilizan hoy los jóvenes el idioma?
“Mal. Cuando menos el idioma castellano lo emplean muy mal; no sé cómo lo harán con los demás idiomas, en especial con el inglés, que tanto los apasiona”.

3. ¿Cómo se puede acercar el idioma, la escritura y la lectura a los jóvenes?
“Es difícil hacerlo, no porque deba irse en contra del mercado, la globalización ni todos estos conceptos, con los que             definitivamente debe no solo convivirse, sino a los que debe aprovecharse; es difícil porque si se quiere eliminar la barrera entre el idioma y los jóvenes, debe primero pensarse en que si de este lado están el idioma, la lectura, la escritura, la intelectualidad, la identidad cultural, etcétera; del otro lado están los jóvenes, claro, pero también los padres, los profesores y los líderes, sean comunitarios, gubernamentales, mediáticos, musicales, etc. Es pelea de tigre con burro amarrado”.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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