A veces puede ser difícil encarar la realidad de quienes somos: queremos ser los mejores en todo sentido y hacer que quienes amamos estén satisfechos contigo, pero a veces ese esfuerzo implica más de uno mismo que el simple hecho de aceptarse como se es y de analizar un poco si esa forma de hacer ha provocado daño a los demás.

Claro, no todo debe ser malo en ese pequeño espacio de reflexión que posiblemente comience cuando leas este artículo. Es bueno también que te aplaudas internamente por las cosas positivas que has hecho y no necesariamente tienen que ser buenas notas. Haber dejado atrás el egoísmo para ayudar a alguien, haber apoyado a nuestros padres o hermanos y haber sido leales ante nuestros amigos, son buenas acciones que vale la pena reconocer en uno mismo.

Y también las cosas que no hemos hecho bien: haber gritado al docente, a nuestro hermano menor que exige mucha atención, a ese chico o chica que nos genera fastidio en el colegio… A veces nos salimos de casillas y no tiene nada de malo. Lo que realmente merece una reflexión es si hemos hecho algo para mejorarlo.

Ahora que tenemos los puntos claros, vamos a buscar un espacio en casa para pensar y tomando en cuenta la terminología de la Semana Santa, es momento: vamos a confesarnos con nosotros mismos.

Para darte ánimo

U na de las blogueras de moda en la red, Carrie Sandoval, te da estos consejos para que a la par de que eres honesto contigo mismo, aumentes tu autoestima. Ser honesto no significa creerse un monstruo, todos tenemos cosas positivas y negativas.

1 . El punto de utilizar afirmaciones para aumentar tu autoestima no es que te mientas a ti mismo o pretendas ser alguien que no eres. Si te sientes mal, no trates de ignorar este sentimiento.

2 . Acepta que eres humano y que no eres perfecto y que está bien sentir lo que sientes.

3 . Solo entonces comienza a decirte frases que te suban el ánimo. Si no puedes creer estas frases que te dices, entonces di a ti mismo algo que sí puedas creer. Por ejemplo: si decirte “soy bonita” o “soy atractivo” te hace sentir muy extraño, entonces di: “Estoy en proceso de creer que soy bonita o soy atractivo”.

4 . No te impongas demasiada presión ni creas que vas a cambiar lo que sientes hacia ti mismo en una noche. Estas cosas toman tiempo.

5 . Recuerda que la frase más importante de todo este proceso es: “Soy honesto (a) conmigo mismo (a)”.

Para los padres

Cómo ayudarlos a reflexionar

Carolina Dulcey

Psicóloga

1. Pregunte, no juzgue: si quiere realmente que se confiese, formule preguntas, no afirmaciones ni suposiciones sobre lo que hizo, lo que pensó o dejó de hacer.

2. Sea claro en decirle qué quiere saber: si quiere obtener alguna información de su hijo o hija, dígaselo claramente y no trate de enmascarar la situación ofreciéndole ayuda o entablando otro tipo de información, porque solo generará desconfianza en próximas oportunidades.

3. Sea honesto consigo mismo: si pide honestidad a sus hijos, sea usted también honesto sobre sus errores. Hacerlo no le quitará autoridad, que sus hijos los descubran y usted los niegue, sí.

4. Ayúdelos a pensar por sí mismos: los padres tienen usualmente la tentación de que sus hijos sean parecidos a ellos, pero eso es imposible. Mejor, enséñelos a pensar por sí mismos.

5. No lo critique todo: si lo hace, ¿quién querrá volver a hablar con usted?

Cómo confesarse

consigo mismo

Camilo Cifuentes

Psicólogo

No es fácil quitarse la máscara que uno se pone día a día y aunque apenas se esté en la adolescencia, es justo ahí donde uno se acostumbra y aprende a no ser quien es. Y es verdad que hay que guardar algunas normas de cortesía muchas veces, pero eso no significa que no se pueda ser honesto la mayoría del tiempo y sobre todo, ser honesto consigo mismo. Pero cómo:

1 . Aprende a conocerte a ti mismo: escribe en tu aplicación de notas de tu celular o de tu tablet algunas situaciones que esta semana tuviste que afrontar y cómo reaccionaste, así te irás conociendo.

2 . No te compares con los demás: no tiene sentido. Todos somos diferentes y algunos tendrán más habilidades que otros. Descubre las tuyas y deja que los demás hagan su propio análisis.

3 . Celebra tus fortalezas: en algunos momentos tendrás que tratarte duro para conocer tus debilidades, pero no te quedes solo en ellas. Reconoce tus fortalezas y siéntete orgulloso u orgullosa de ellas.