Papá, mamá: ¡vamos a jugar!

Algunas veces pensamos que no tenemos nada en común con mamá y papá y que hacer cualquier cosa con ellos sería tonto. Pues no es así. Acercarnos a nuestros padres es el principio para que la relación vaya mejor.

Estás sentado en tu cuarto un fin de semana en el que no hubo plan con tus amigos. Estás mirando al techo y piensas “¡qué aburrimiento!”.

Pues bien, puede que en casa estén unos aliados que podrían jugar contigo: ¡tus padres! Sí, es seguro que pensarás: “¡No! ¿Mis padres? ¿Qué podemos jugar que nos guste a todos?” Bueno, la respuesta es fácil: los juegos de mesa, los videojuegos e incluso alguna actividad al aire libre son buenas opciones.

Tal vez hace algún tiempo que tú y tus padres no hacen nada juntos y que aunque se te haya pasado por la cabeza has desechado la idea de convidarlos a jugar contigo. ¿Y si dicen que no y te miran extraño... No, son tus padres. De niño o niña jugaban juntos, ¿recuerdas? Bueno, la adolescencia no tiene por qué ser todo discusiones con ellos. Aún cuando no estén de acuerdo en muchas cosas, un buen rato jugando algo divertido puede relajar tensiones. ¡Y sacarte el aburrimiento!

Prueba a intentarlo. Jugar con tus padres no es muestra de que seas infantil, solo se trata de pasar un rato divertido y si ellos realmente tienen tiempo, entonces ¡adelante! ¡Vamos a jugar todos!

Cómo pasar tiempo de calidad con los padres 

Las recetas que usualmente se dan para pasar tiempo en familia por lo general no funcionan porque depende de cómo te sientas en tu casa. Lo que puedo recomendar al adolescente es que si ha pasado algún tiempo distanciado de sus padres y siente que quiere y necesita acercarse a ellos de alguna manera, entonces sí pueden funcionar algunas ideas:

1. Presta atención a lo que tus padres consideran divertido. No les preguntes como primera medida porque la idea es que los conozcas. Pero si estás muy perdido, entonces una pregunta suelta puede entregarte la información que necesitas.

2. Ve con ellos a alguna actividad que disfruten. Si a tu papá le gusta el golf, ofrécete a acompañarlo un fin de semana. Estará gratamente sorprendido.

3. Pídele que te enseñe algo que sabe: siguiendo el ejemplo del golf, aunque no te guste mucho, pídele que te enseñe. Todo conocimiento es bueno y será una buena forma de acercarte a él.

4. Enséñale algo nuevo: seguro que sabes muchos trucos para manejar mejor el celular. Enséñale uno.

5. Cuéntale una anécdota en la que hayas resultado ganador o donde hayas sido halagado. No importa que ya se la hayas contado antes. Entonces añade más detalles.

6. Comparte una comida con ellos: un helado, una malteada o la cena si no es costumbre encontrarse en la noche.

7. Crea un reto: algo que no sea demasiado competitivo, solo algo que a ambos o ambas les guste y que puedan hacer. Por ejemplo, recordar el mayor número de personas a las que observaron durante el día.

8. Cuéntales historias: comparte con ellos las tramas de algunos libros, películas o videojuego que estés jugando, leyendo o viendo en ese momento. Los harás sentirse incluidos en tu vida.

Para los padres, ¿Qué jugar con los chicos?

Jugar con los hijos puede traer muchos retos a los padres, pero esa es la idea, recuperar la confianza y el trato fácil que quizá se haya perdido una vez que el joven o la joven empezó a atravesar esta etapa.

Separe tiempo cada semana para jugar un juego de mesa o de cartas con su hijo, jugar videojuegos -pero que no sean violentos-, encestar u otra actividad en la que no tenga que regañar a su hijo. No apure la conversación, espere que se dé natural.

No lleve a cabo esta actividad solo una vez, porque desanimará a su hijo o hija. La idea es que sea un ritual que una a la familia, que lo una con el adolescente.

Disfrute el juego, pero no se involucre demasiado en él, tanto como para perder el enfoque y empezar a competir. Si usted es una persona que no acepta perder, a quien le gusta tener el control y al que le cuesta trabajo relajarse, no opte por juegos de mesa. Opte por otro tipo de actividades que no impliquen ganar o perder. Recuerde que usted es el padre y debe tener el control.

Permita que los amigos de su hijo o hija participen en los juegos, pero no siempre. Recuerde que son momentos para estrechar lazos entre usted y su hijo o hija.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

Comentarios