No es un regaño. En algunas ocasiones parece que no das más y necesitas un poquito de ayuda para estudiar, sobre todo si no has dormido bien o has trasnochado y por eso consumes una que otra bebida energizante de vez en cuando.

Hasta ahí, todo bien. Aunque es mejor que sepas que en Colombia se reguló la semana pasada que los menores de edad no pueden comprar estas bebidas. Pero, alguna vez si te sientes muy débil, no te matará.

Sin embargo, es mejor que sepas lo que estás consumiendo y por qué resulta una combinación mortal la moda actual de mezclar las bebidas alcohólicas con las energizantes.

De seguro lo has escuchado: un coctel que incluye una bebida energizante que ya conoces con vokda. Pues aunque estés en la flor de la juventud, esta bebida que parece inofensiva puede causarte la muerte por un paro cardiaco, ya que el alcohol y las bebidas energizantes mezclados actúan como broncodilatadores, lo que puede hacer que tu corazón lata más rápido y tu corazón se sobrecargue.

¿Qué pueden producir las bebidas energizantes? 

Las bebidas energizantes si se consumen diariamente y en una alta dosis, es decir, más de dos latas al día, pueden producir un aumento del ritmo cardiaco y la presión sanguínea. La cafeína en altas cantidades produce insomnio, taquicardia, irritabilidad y ansiedad. El exceso de cafeína puede causar también temblores, malestar intestinal, dolor en el pecho, dolor de cabeza y hormigueo en el cuerpo.

La máxima concentración en la sangre de cafeína se alcanza entre los 30 y 45 minutos después de tomar la bebida. A las tres horas ya se ha eliminado la mitad, pero esta rápida eliminación produce deshidratación.

Por ser un producto estimulante también afecta la concentración y aumenta el apetito.

Incluso una sola lata puede causar malestar intestinal y diarrea si quien ingiere la bebida padece gastritis o colon irritable.

Si se mezcla con alcohol puede producir hipertensión, arritmia cardiaca e intoxicación. Los posibles síntomas de una intoxicación al realizar esta combinación pueden ser: enrojecimiento de la cara, dolor de cabeza, dilatación de pupilas, agitación psicomotora, hiperactividad, nerviosismo, vómito e incluso la muerte súbita por paro cardiorespiratorio.