El acoso cibernético o cyberbulling es un ataque sicológico que generalmente afecta a jóvenes en la edad de la adolescencia. Quizás esto se dé porque ellos tienen mayor acceso a la tecnología y pasan la mayor parte de su tiempo en la red.

El caso de Paulina, una estudiante de bachillerato, es un ejemplo de que el cyberbulling no debe ser callado y si no se busca el apoyo familiar puede traer fatales consecuencias.

Cuando cumplió 17 años su mamá le regaló un computador. Su felicidad no era únicamente por ser un excelente regalo, costoso y anhelado por cualquier joven de su edad, sino porque con él tendría la libertad y la independencia de estar en línea, sin que sus padres estuvieran vigilándola.

Y ese quizá fue el principal problema, pues sus padres desconocían qué hacía mientras navegaba a través de la red.

Al pasar el tiempo y después de que su exnovio enviara por la red algunas fotos íntimas suyas, las cosas para Paulina se volvieron más difíciles, el acoso cibernético la expuso a malos comentarios por un sitio de la web social y el rechazo de sus compañeros de colegio le generó grandes y duros momentos en su vida, lo que la llevó a un quiebre sicológico y depresivo.

Finalmente sus padres se percataron de la situación que vivía su hija en el colegio. Por fortuna no fue tarde, lograron ayudarla y afrontar todo lo que falsamente decían de ella.

El caso de Paulina es uno de los pocos, se podría decir, que ha logrado salir ‘bien librado’ del cyberbulling, pues existen otros en el que sus víctimas terminan optando por la vía del suicidio.

Si usted, joven, está siendo víctima del acoso virtual, una manera de matar en vida a alguien por las constantes agresiones psicológicas de una persona, no lo permita, busque a sus padres o un adulto de mucha confianza a quien pueda contar lo que le está sucediendo.

Y si el caso es diferente y es usted quien está fomentando o ejecutando este acoso cibernético, ponga un alto, esto no es broma, está jugando con la vida y la integridad de una persona.

La voz del experto 

Marian Meritt,Especialista de la seguridad en Internet

El uso más frecuente de las nuevas tecnologías en los niños los expone a convertirse en víctimas del acoso cibernético, si no se toman las precauciones necesarias.

Normalmente los padres de familia se preocupan más por las buenas calificaciones de sus hijos, que por cualquier otra cosa que sucede, ignorando que ellos puedan ser víctimas del acoso virtual, sometiéndose incluso a un hostigamiento a la vista de todos sus compañeros, muchas veces difícil de parar.

Marian Meritt, especialista de la seguridad en Internet, señala que el cyberbullying puede ser más peligroso que la agresión física, pues no existen marcas visibles, por lo que la detección del problema puede tardar un largo período. Incluso, puede continuar cuando el niño se encuentra en casa, el lugar aparentemente “más seguro”, debido al fácil acceso a Internet que existe en el hogar.

Red papás 

¿Por qué hoy en día el acoso psicológico virtual es más común y trae graves consecuencias?

El bullying no es cualquiera agresión que hace un joven a otro, existen tres componentes básicos que lo dominan como tal: ser frecuente y repetitivo, tener la mala intención por parte del agresor para hacer daño físico o psicológico, y debe existir una disparidad en la fuerza, una diferencia de poderes.

Hace 30 años, cuando una persona era sometida a matoneo, tenía la fortuna de llegar a su entorno familiar y desconectarse de ese ambiente dañino y recargar energías para el siguiente día, hoy con el tema de la tecnología y de las redes sociales, que hace parte del diario vivir, se volvió una herramienta más para que el bulling se vuelva más intensivo e intimidante, se invade el espacio privado, la víctima no tiene un descanso de las difamaciones que hacen de él, a cualquier hora.

¿Quiénes son los más atacados, ellas o ellos?

No existe una tendencia para decir si a los que más atacan son a los hombres o las mujeres, pero los chicos son de un ataque más directo con agresión física, por su parte las mujeres son de intención psicológica, pero en lo virtual pueden atacar a los dos.

¿Cómo un joven puede manejar un ataque virtual?

En los ataques cibernéticos es más difícil, así se apague el celular los mensajes difamatorios, agresivos o burlescos virtuales seguirán llegando. Infortunadamente lo que pasa en la red queda en la red y se podría decir que no se puede eliminar. Internet es tan viral, intercomunicado y casi no se puede controlar.

¿Cómo detener el cyberbulling?

Todo arranca cuando el grupo observador pasivo se concientice de que en el mañana, cuando el agresor se canse de molestar a esta persona, buscará a otra persona y lo convertirá en víctima. En el momento que dejen de alimentar el ego del agresor, en ese momento él se sentirá que ninguno aplaude sus acciones, sabrá que ya no es chévere y lo dejará de hacer. El grupo observador debe demostrar con mensajes el apoyo que siente por la víctima y mostrarse en contra de los ataques que hacen.