Que el ser padre no le trunque sus sueños

Tener un hijo es una experiencia gratificante que muchos hombres y mujeres asumen con entrega y felicidad, pero en la adolescencia esta noticia puede caer como balde de agua fría porque puede llegar a convertirse en un obstáculo para el cumplimiento de sus sueños.

En la mayoría de los casos, ser padres y madres adolescentes se da por error o falta de información ante un método de protección anticonceptiva, llevando a los chicos a lanzarse al vacío cuando conocen esta noticia.

Algunos padres apoyan a sus hijos, otros no y los obligan a asumir esta responsabilidad por sí solos. Muchos se ven obligados a abandonar sus estudios, otros deben buscar un empleo y los afortunados continúan asistiendo a su institución académica de manera normal.

Sea cual sea el caso, es una situación difícil de llevar.

Una buena recomendación para cuando suceda es apoyarse en alguien de confianza, en sus padres, abuelos o tíos o la familia de su pareja para que juntos encuentren un plan de acción para su vida y la de la otra persona.

Lo mejor es no frustrarse, saber que quienes serán los futuros padres tienen sueños y anhelos por cumplir, así que ahora hay que incluir a ese hijo que viene en camino y a su pareja dentro de lo que sueña y proyecta.

¿Qué genera el embarazo temprano?

“Más allá del ámbito de la salud, el embarazo en las adolescentes también implica desequilibrios en su bienestar y desajustes en sus expectativas de vida. Por un lado, es la causa de la mitad de los casos de abandono escolar y se asocia a situaciones de discriminación en el contexto educativo y otros ámbitos sociales”, según indica la Encuesta Nacional de Deserción Escolar y la estrategia nacional de atención integral a la primera infancia De Cero a Siempre.

Si en unos meses será padre, es mejor que reconsidere las siguientes ventajas que tiene de su nueva labor:

1 Tendrá más energía para dedicar a su hijo o hija cuando sea tiempo de jugar.

2 Estará relativamente joven cuando su hijo ya esté alcanzando la adolescencia.

3 El parto y el posparto serán más fáciles y con mayor rapidez en la recuperación.

4 El entendimiento y la comprensión entre padres e hijos pueden ser mayores porque la diferencia de edad no es tan amplia.

5 Sus planes a futuro aumentarán, ya que existe otro ser humano por quien luchar.

La voz del experto: Sandra Luna, Psicóloga 

“Una chica que tenga entre 13 y 14 años no tiene su cuerpo totalmente desarrollado o preparado para sostener esa vida que viene en camino y no presenta la posibilidad de entender el significado de ser mamá, por esa razón asume la carga de la crianza los abuelos o los padres de los adolescentes.

“En el caso de los hombres adolescentes, se les da la responsabilidad de costear económicamente a ese hijo que viene en camino y por ello se genera mayor dificultad en el cumplimiento de sus planes o metas”.

Preguntas y respuestas

Camilo Umaña Valdivieso, Sexólogo y siquiatra

¿Qué hacer para que no se vean truncados los sueños de los padres jóvenes?

“Cuando somos jóvenes tenemos una visión muy amplia del mundo y creemos que las barreras y los problemas son todos superables, además nos ponemos metas muy altas y las creemos viables, el mundo es nuestro y por eso nos proponemos en nuestra mente mundos fantásticos. La realidad poco a poco nos va mostrando que eso no existe y que la vida llega de muy diversas formas, a unos con cambios estructurales al fallecer un familiar, o cambiar nuestra condición económica, incluso los cambios políticos nos imponen cambios de visiones en nuestras metas.

“Además nos proponemos estudiar alguna disciplina que luego vemos que no podemos lograr y tenemos que variar nuestro camino. No nos extraña que las cargas económicas y las responsabilidades de ser padres jóvenes nos impidan muchos sueños de cosas que podíamos hacer y la responsabilidad de la paternidad nos impone retos y responsabilidades que generan un madurar más precoz de lo esperado, no en vano las abuelas decían con sentido jocoso, ‘estos saltaron de la cuna a la cuja en un solo brinco’. La madurez nos exige ser proporcionados a nuestras capacidades personales y económicas, que muchas veces son los límites que nos toca enfrentar”

Si no hay mucho dinero, ¿cómo salir adelante?

“Saber distribuir un presupuesto es parte del desarrollo de nosotros como personas, no gastar más de lo que se gana es una realidad, y no poder ahorrar si no se gana lo suficiente es otra realidad, vivir con lo que se tiene es una recomendación de nuestros mayores desde siempre, si hemos sido educados en estos valores nos tenemos que centrar en hacer lo que se puede y cuando se pueda y con lo que se tiene, las leyes de la realidad se imponen. Ser recursivo con lo económico es un asunto personal, saber qué es lo urgente, lo importante y lo aplazable es una forma de manejar lo económico, saber atender a lo razonable es urgente”.

¿Qué deben tener en cuenta estos padres jóvenes?

“Deben considerar que si se decidió la paternidad o la realidad se las impuso, se requiere que se abra el mapa de los planes en la vida y se adapten a las realidades de que ya no somos uno o dos, sino tres, y eso implica poner por encima de nuestros deseos las responsabilidades que la paternidad nos impone, si somos conscientes de eso, por amor sabremos aplazar o abandonar metas que ya no son deseables o posibles porque ‘primero lo primero’ y la sensatez es lo primero, lo conveniente es lo primero y nunca debemos perderlos ni guardarlos en el olvido, porque por ellos nos movemos en este mundo, y las utopías son materializables en el momento en que encontramos las fórmulas para volverlas reales con esfuerzo, tenacidad y en especial con constancia, por eso las abuelas nos dicen con gran sabiduría: ‘¡la constancia vence lo que la dicha no alcanza!’”.

Credito
LILIANA MARCELA VEGA G.

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