Piense más en la vida

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Todo ser humano esconde un reloj interno que cronometra su permanencia máxima sobre la tierra: unos demoran más que otros tras su paso por esto que llamamos vida.

No sabemos cuándo nos iremos. A decir verdad es mejor no pensar en eso, a menos de que pretendamos estresarnos o amargarnos el momento.

Yo he terminado por asumir la idea de que, desde el punto de vista biológico, la vida es solo un proceso natural en el que se le da al individuo tiempo ‘suficiente’ para nacer, crecer y reproducirse antes de que llegue su final. De esta forma morir no es una pérdida, es un paso más.

Y tal vez esa es la clave del tema de hoy: no pensar cuándo nos vamos, sino qué haremos para aprovechar al máximo el tiempo que nos queda.

La vida es, de manera literal, tan breve que nos conviene más pasarla bien que vivir sumergidos en afanes, penas y tristezas. Por eso, antes que cualquier cosa, deberíamos alimentar el deseo de ser felices, de cambiar nuestras necias formas de ser, perdonar más las cosas malas que nos hacen para que esa indulgencia se refleje en nuestro entorno.

Dicho de otra manera, podemos comenzar a realizar un proceso de transformación de nuestro pensamiento para empezar a ver la vida de una manera más alentadora.

Usted dirá que no podemos esquivar los problemas que afrontamos o hacernos los de la vista gorda. La verdad es que cada uno, dependiendo de la forma de comportarnos, afrontamos momentos difíciles.

Si todos vamos a morir, no hay nada qué perder: atrevámonos a emprender ese proyecto que tanto hemos anhelado, regalémonos esas vacaciones que por tanto ahorrar no nos hemos dado, conquistemos los amores de nuestra vida, echémonos una canita al aire, leamos un buen libro, dejemos por un instante la rígida dieta, bailemos, sonriamos, en fin... Elijamos vivir.

Hoy día, por culpa de eso que llaman crisis, a algunos les resulta más difícil disfrutar de algo cada día, incluso podríamos decir que hasta hemos perdido la capacidad para dejarnos sorprender por las cosas bellas que nos pasan.

Por qué lo planteo, porque ni usted ni yo vamos a estar mucho tiempo y sí, en cambio, tenemos vida para disfrutar.

Es importante ser feliz al máximo y sería muy triste llegar a viejo para darnos cuenta de que ha desaprovechado los mejores momentos que Dios le ofreció.

Seamos fieles a nosotros mismos y vivamos nuestra vida según nuestros ideales, sin importarnos lo que otros digan o piensen de nosotros.

Credito
EUCLIDES KILÔ ARDILA

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