Las apariencias sí engañan

Las apariencias sí engañan, tanto para bien como para mal: a veces creemos que aquello que se sale del canon sobre lo bello y lo bueno es necesariamente malo, pero no es así.

Y, con frecuencia, creemos que lo bonito es bueno y, en más de una ocasión, es posible comprobar que no: son pequeños “psicópatas cotidianos”, personas dispuestas a mentir y engañar para alcanzar sus objetivos. Expertos le enseñan cómo no caer en sus trampas. 

Nancy Etcoff, una prestigiosa psicóloga de la Harvard Medical School, realizó en 2011 una controversial investigación que, sin embargo, reveló algunas cosas sobre nuestro cerebro y las apariencias: las personas atractivas nos parecen más talentosas, sociables y buenas. Es el llamado “efecto del halo de la belleza”.

Por supuesto, todos juzgamos la belleza de diferente modo, tanto en los rasgos físicos como en las características: a algunos una persona fuerte y autoritaria les parece el modelo a seguir, mientras que para otros, una persona tranquila y diplomática es el epítome de un temperamento bello.

Sin embargo, tanto el temperamento como la forma del rostro no son rasgos que definen nuestra esencia: nuestra personalidad, nuestros gustos y, sobre todo, nuestros hechos, sí lo son.

Es por esto que es importante pasar por encima de nuestros propios estereotipos y aprender a dejar de juzgar apresuradamente: “es complicado porque requiere un entrenamiento continuo, pero hay que hacerlo”, explica la coach Camila Díaz.

Pero, ¿cómo? “Lo primero que recomiendo es leer y ver películas sobre biografías, así nos damos cuenta de que hay vidas más allá de la nuestra y eso nos abrirá a un mejor proceso de comprensión”.

Eso sí, un ejercicio de sana desconfianza con quienes se esfuerzan demasiado por caer bien, también es bueno.

Las apariencias sí engañan, tanto para bien como para mal.

 

La voz del experto

 Psicópata” cotidiano: cómo lidiar con su fachada.

La psicóloga Merlina Melier señala que existe una categoría de personas que se comportan como “psicópatas cotidianos”; usan todo lo que está a su alcance, mienten y engañan con tal de conseguir lo que quieren.

¿Y cómo lo hacen?

“Uno puede encontrarse con un ‘psicópata subclínico’ -con algunos rasgos de psicopatía y no diagnosticado- en la vida amorosa o en su lugar de trabajo”, explica la experta.

¿Cómo se salen con la suya? “Conocen las debilidades y las defensas de los que los rodean. Saben cómo arrastrar a otros para conseguir lo que quieren”.

Melier ofrece algunos tips que le permitirán ver más allá de la apariencia que le muestran estas personas y evitar así que invadan su vida:

1. No juegue sus juegos: si desea tratar con ellos tiene que saber que nunca podrá jugar sus juegos. Son mejores en esto que de lo que usted es. Lo han hecho antes.

La psicóloga de Harvard Martha Stout, advierte que podría pensar que “está siendo un héroe, pero en realidad está cayendo en una emboscada”.

2. Acepta que algunas personas son “malas noticias”: es mejor creer que todas las personas tienen algo bueno, pero también algo malo. No es bueno que crea que cada persona puede ser “arreglada”. Y es mejor no intentarlo. No se los puede cambiar.

3. Preste atención a las acciones, no a las palabras: no haga caso a las excusas, son todas mentiras. No haga caso a lo que dicen que van a hacer. Solo esté muy atento a lo que hacen. Stout recomienda el uso de la “regla de tres” (contar hasta tres posibles “errores de buena fe”). Al cuarto, ya estamos hablando de un comportamiento manipulador.

4. Construya su reputación y sus relaciones: los psicópatas siempre están reclutando personas de confianza para cuando los rumores sobre su comportamiento sombrío comiencen a circular. También van a aprovechar estas relaciones para difundir desinformación y mentiras sobre cualquiera que se interponga en su camino, o represente una amenaza.

Así que asegúrese de construir tus propios vínculos y de mantener una reputación. De esta forma, cuando usted se queje, será oído.

Los amigos, a menudo, pueden ser de gran ayuda. Cuando varios confidentes advierten que él/ella no es bueno, es mejor escucharlos.

5. Busque acuerdos: los psicópatas de la vida cotidiana tienen personalidades agresivas. Ellos quieren ganar. Al negociar, intente proponer tantos escenarios como sea posible. Hacer esto es muy importante y requiere creatividad y una mentalidad particular. Es una herramienta de empoderamiento personal muy eficaz.

Lo más importante que hay que recordar es la necesidad de detener este tipo de relaciones tóxicas en nuestra vida… No renuncie a otros solo porque se topó con una muy mala.

 

La voz del experto

 Más allá de las apariencias hay un tesoro más bello: las esencia

 La psicóloga Valeria Sabater señala que “no es sencillo atisbar a simple vista las esencias de una persona. Para lograrlo, no solo se necesita tiempo y romper muchos de esos sesgos que hemos asimilado como nuestros porque mayoritariamente la sociedad los acepta como válidos”.

La experta hace una invitación para que veamos por encima de lo que nos muestra la apariencia de una persona en sus redes sociales o en las cosas superfluas.

“Muchas veces nos encontramos en contextos donde todo el mundo se esfuerza por aparentar algo que no es, por vender virtudes que no poseen u ocultar bellezas reales que se esconden bajo toneladas de denso maquillaje y épocas de bulimia”.

Sabater señala que estos comportamientos son insanos e infelices y que es “necesario explorar en las esencias ajenas y también en las propias, ahí donde hallar ese equilibrio perfecto entre lo que somos y lo que mostramos, entre lo que sentimos y lo que exteriorizamos”.

La psicóloga indica que “casi el 90% de nosotros juzgamos al momento basándonos solo en la mera apariencia de una persona: necesitamos hacer una valoración rápida para saber cómo reaccionar”.

Y todo esto es culpa del cerebro: “es un economizador nato. Sabemos que la metáfora del ordenador está muy manida, pero lo queramos o no este órgano “casi” perfecto funciona de este modo: procesa datos, obtiene una conclusión y genera una respuesta.

Así, ante una apariencia que no es común para nosotros, ya sea porque esa persona es extranjera, tenga otra cultura u otro color de piel, lo más probable es que nuestro cerebro la etiquete como “no confiable” y que nos invite, discretamente, a alejarnos. Porque lo “diferente” para muchos sigue siendo “peligroso”.

Sin embargo, nuestro cerebro ha hecho un recorrido previo para llegar a dar este tipo de respuestas y reacciones”, indica Sabater.

La crianza juega un papel fundamental y es por esto que a veces creemos que lo que nos han enseñado que es malo por su color de piel, orientación sexual o clase social y que lo bueno es aquello que conocemos. Y, por supuesto, las apariencias sí engañan.

“Las mujeres deben ser bellas y mantenerse eternamente jóvenes. Los hombres, por su parte, deben demostrar seguridad personal y fortaleza. Es muy difícil por tanto ser nosotros mismos ante un mundo que nos dice de antemano cómo debemos ser”, señala Sabater.

La experta recomienda “ahondar en el perfume del ser: en ese universo que hay más allá de la piel, la ropa y un rostro. Sin embargo, pocos podremos hacer este viaje si primero no hemos buceado en nuestras esencias. Algo que no permitirá mostrarnos ante los demás de forma genuina, sin distorsiones, sin falsedades y sin necesidad de recurrir a la máscara de la apariencia”.

Credito
PAOLA ESTEBAN C.

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