Recorrer el mundo, viajar, vivir nuevas experiencias y conocer culturas diferentes es uno de los sueños más grandes y ambiciosos de los jóvenes actualmente.

Aunque esto traerá consigo una serie de beneficios, tanto personales como profesionales, no es una misión fácil y no todos pueden con ella.

Salir de casa, tener un poco más de independencia y enfrentarse solo a nuevas realidades requiere de mucha seguridad y madurez.

Además, es importante que la persona tenga claro que es posible que algo salga mal.

Lo anterior no es con el fin de que se niegue la oportunidad de explorar, sino para que tenga en mente un ‘plan B’ para reaccionar ante la situación.

Si al final las cosas no se dan, no debe sentir vergüenza, lamentarse ni decepcionarse. Aprender de lo sucedido también será ganancia.

Para ello, la seguridad en sí mismo y el apoyo de los seres queridos juega un papel primordial.

Acuda a la compañía de personas que lo quieren y que le ayudarán a conseguir su objetivo.

En la medida de lo posible, aléjese de aquellos que se muestran pesimistas ante sus sueños y dese la oportunidad de ser feliz.

No deje que el miedo al fracaso de otros, quienes no lograron hacer sus sueños realidad, trunquen su deseo de crecer.

Viva cada experiencia a plenitud, goce de lo que aprende y haga amigos en el camino. Esto también le ayudará a consolidar nuevos sueños y oportunidades.

¿Cómo prepararse para lo inesperado?

Enfrentarse a lo desconocido, según explica la psicóloga Paola Cárdenas, siempre genera incertidumbre e incluso un poco de temor.

“No saber lo que se avecina en medio de esas nuevas etapas de la vida resulta para los jóvenes toda una aventura. Si bien la situación varía mucho en cada caso, teniendo en cuenta la personalidad y la habilidad que tenga para asumir responsabilidades más grandes sin la ayuda de otros, puede despertar los nervios”, indicó la experta.

No obstante, tener claridad sobre lo que se desea lograr será el mejor antídoto para superar cualquier miedo.

Pensar que dicha experiencia será enriquecedora es la clave.

“Muchas veces sucede que las personas desean algo con todo su corazón, pero dejan que el miedo al fracaso les impida hacer realidad los sueños. Aunque hay que ser precavidos, hay que saber aprovechar las oportunidades”, agregó Cárdenas.

¿Y si las cosas no funcionan?

 Fracasar es parte esencial de la vida y no debe tomarse como un aspecto negativo.

Por el contrario, y según explica el coach Camilo Grillos, debe ser visto como una experiencia para crecer, aprender y no repetir los mismos errores.

“Es común que los jóvenes se sientan agobiados cuando las cosas no salen como ellos pensaban. Por muchos años, las familias le han enseñado a los hijos que el fracaso es algo malo y la realidad es otra. No somos perfectos y debemos entender que habrá cosas que se salen de nuestro control y que eso no es tan malo”, dijo el experto.

Además, señaló la importancia de contar con el apoyo de la familia en situaciones en las que el joven se ve obligado a desistir de sus metas.

“Lo primero que se debe hacer ante este tipo de situaciones es apartarse de las personas negativas, esas que todo el tiempo están con la típica frase ‘yo le dije que tal cosa o tal otra iba a salir mal’. Esas personas, así hagan parte de la familia, no aportan en nada”, agregó Grillos.

Es por ello que mantener la serenidad, regresar con la cabeza en alto y sentirse orgulloso de haberlo intentado también son parte de la experiencia y de la vida. 

Consejos de un experto

1 Dejar el miedo de lado: el miedo es probablemente el factor número uno por el cual las personas no se atreven a hacer sus sueños realidad. Entender que la única limitación para lograrlo es mental, será de ayuda para progresar.

2 Confíe en su instinto: solamente usted sabe qué es lo que realmente siente en su corazón y lo que anhela para su futuro. Si bien la opinión de los seres queridos es valiosa, lo más importante es lo que usted cree correcto.

3 Aprenda de los errores: en la vida no siempre se gana, pero como lo dicen los expertos, “perder es ganar un poco”. Analice lo sucedido y piense en la manera en la que debería actuar para que esté preparado si se repite la situación.

4 Tenga listo el plan de acción: el deseo y las ganas no son suficientes para alcanzar las metas. Tener claro lo que hará, la manera de ejecutar las cosas y los recursos que empleará es fundamental para lograr el éxito.

5 Cree un ‘plan B’: uno de los errores más grandes que cometen los jóvenes es asumir que no habrá inconvenientes en el proceso. Sin embargo, a lo largo del camino cualquier cosa puede pasar y tener un segundo plan para actuar será muy provechoso.