¡Compórtese!

Es posible que lo esté pensando, pero no: el mundo no es suyo y no puede hacer de él su patio de juegos. Los demás merecen respeto y consideración por lo que sus ideas y sus acciones no pueden vulnerar ni discriminar a los demás.

La reacción de la cantante Nicki Minaj, quien le lanzó una zapatilla a una de sus colegas y le causó una herida en la cabeza o el comportamiento inapropiado de los espectadores de la final del torneo de tenis US Open (Abierto de Estados Unidos), quienes abuchearon a la ganadora, la japonesa Naomi Osaka, quien derrotó a la reconocida Serena Williams, son acciones que dejan mucho qué desear.

Existen momentos y lugares para todo, pero ni siquiera en la intimidad de su hogar le está permitido reaccionar de forma violenta, despótica o intolerante con los pensamientos, sentimientos o identidad del otro.

Recuerde, no es la Reina de Inglaterra ni el Rey de España como para que sienta que domina todo a su alrededor y los demás deben rendirle pleitesía.

Si bien es cierto que todos tenemos derecho a expresarnos, los expertos explican que el comportamiento caprichoso revela una falta de madurez emocional que, finalmente, lo aislará de todo.

“Algunos estereotipos con respecto al género, la clase social o la idea de cómo debe funcionar el mundo hacen perder a algunos su capacidad para manejar sus emociones y las dejan simplemente manifestarse sin tener en cuenta el respeto que el otro merece”, explica el coach Fernando Meneses.

Es por eso que si ha estado comportándose mal, es decir, irrespetando a otros -esto incluye la discriminación, el maltrato verbal o la manipulación emocional- es momento de que se reinvente y comience el camino para manejar esas emociones que lastiman a otros y a usted mismo.

“No se trata de controlar las emociones, la idea es manejarlas: puede sentir ira, pero entonces aléjese un momento y evite estallar. Ya no estamos en las cavernas”, concluye Meneses.

Es hora de cambiar.

 

Si su problema es la ira...

En ocasiones el mal comportamiento está relacionado con la ira: si algo no sucede como lo espera, se porta de forma caprichosa, grita, llora e insulta hasta el punto de desatar por completo un ataque de histeria.

Todos tenemos derecho a sentir rabia, pero no a ser agresivos, así que si es consciente de que este es su comportamiento y quiere cambiar, los expertos de Mayo Clinic le enseñan cómo manejarlo:

*Piense antes de hablar: en el calor del momento es fácil decir algo de lo que luego se arrepentirá. Tómese unos momentos para pensar antes de hablar y permita que otros hagan lo mismo.

*Una vez esté tranquilo, diga por qué está enojado: tan pronto como esté pensando claramente, exprese su frustración de una manera asertiva, no conflictiva. Exprese sus preocupaciones y necesidades de manera clara y directa, sin lastimar a los demás o tratar de controlarlos.

*Haga ejercicio: la actividad física puede ayudar a reducir el estrés, uno de los desencadenantes principales de la ira. Si su rabia se intensifica, camine, corra o pase algún tiempo haciendo otras actividades físicas agradables.

*Identifique las posibles soluciones: en lugar de enfocarse en el motivo de su rabia, trabaje para resolver el problema. Recuerde que la ira no arreglará nada y solo podría empeorar las cosas.

*Pruebe a relajarse: cuando su temperamento es casi incontrolable, es momento de que pruebe a bajar el ritmo de su vida y relajarse. Practique ejercicios de respiración profunda, imagine una escena relajante o repita una palabra o frase tranquilizadora, como “lo voy a tomar con calma”. También puede escuchar música, escribir en un diario o hacer algunas posturas de yoga, lo que sea necesario para fomentar la relajación. Si nada de esto funciona, busque ayuda.

 

Cómo mejorar su mal comportamiento

 Si sus salidas de tono, sus malos chistes, sus acciones irrespetuosas, su soberbia e ira están acabando con las pocas amistades que a estas alturas le deben quedar, entonces es momento de ir al fondo del asunto. La psicóloga Alex Chris le explica cómo hacerlo:

1 Enfóquese en un problema de su comportamiento ... ¡y no en todos! Si intenta resolver todos los problemas de su comportamiento al mismo tiempo ¡cometerá más errores! Establezca un objetivo, como por ejemplo, comprender primero por qué reacciona así.

2 Sea honesto consigo mismo: dígase la verdad y notará que disminuye el peso de sus problemas. Tendrá que lidiar con las consecuencias de sus acciones, pero su mente estará despejada.

3 Corrija lo que no le gusta en la vida cotidiana: para resolver sus problemas de comportamiento, primero elimine aquello que le impide hacerlo. Pruebe en todos los sentidos dejar de hacer las cosas o terminar la relación con personas que le hacen perder el control de su vida.

4 Preste atención a sus principios de vida: todos tienen un conjunto de ideales que rigen sus vidas y depende de usted acercar su comportamiento a ellos, pero para hacerlo, debe mejorar sus reacciones para llegar a ser una mejor versión de usted.

5 No trate de parecerse a otras personas: la clave para mejorar su comportamiento es aceptarse y encontrar la fortaleza para manejar sus emociones. Si intenta parecerse a los demás, se sentirá frustrado y tendrá una mala actitud hacia la vida. Además, solo usted mismo puede llevarse a ser un mejor ser humano.

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REDACCIÓN GALERÍA

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