¿Por qué conectamos con alguien?

No podemos entenderlo: simplemente hacemos “click” con una persona y a pesar de que su temperamento no sea parecido al nuestro, nos encanta compartir penas y alegrías con este ser humano. Y no solo en el amor: en la amistad también se da. Expertos le revelan este misterio.

La atracción fue instantánea: primero se enamoraron, pero cuando el amor terminó, se hicieron amigos: “al principio me dio muy duro”, comenta Camilo, uno de los integrantes de esta ecuación química del amor y la amistad.

La otra integrante es Tatiana: “a mí también, aunque al principio él creyó que para mí había sido más fácil porque me gustó alguien más”.

 

¿Qué sucedió?

Camilo y Tatiana se conocieron en 2008 y se enamoraron. Estuvieron tres años juntos, pero empezaron a distanciarse y Tatiana se enamoró de alguien más.

“No quería ser un tipo anacrónico y hacerle la vida imposible. No voy con eso. Al principio, claro, muy dolido me alejé, pero con el paso del tiempo descubrí que lo que más me gustaba de ella era la química que compartíamos y que como amigos eso iba bien”, explica Camilo.

Como suele pasar, según afirman los expertos, el enamoramiento pasa y Camilo volvió a amar.

“Él se enamoró de una mujer muy comprensiva también y hasta nos conocemos”, cuenta Tatiana, “yo tampoco quería alejarme de Camilo, nos llevábamos bien y fue posible que nos hiciéramos amigos”.

Y no, no hay ningún sentimiento más de por medio...

Expertos le explican por qué y cómo llegamos a conectamos con alguien.

 

La química del amor: ¿por qué nos enamoramos?

 Hernán Alonso Aponte Varón, urólogo y sexólogo, docente de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, explica que existe una “neuroquímica del amor” y que hay elementos de la naturaleza humana y la mente que van más allá de simples sentimientos, generando acciones cotidianas que se viven en las relaciones amorosas.

El experto explica qué pasa cuando estamos enamorados:

1 Así se enamora el cerebro: si usted cree que son simples caprichos de las mujeres el querer escuchar palabras dulces, o que sientan un mayor deseo de recibir caricias, está equivocado. Esta necesidad se gesta en el sistema límbico, más grande en las mujeres y de donde proviene el deseo de expresar sus emociones.

2 ¿Nos enamoramos de dos personas a la vez? Pues sí. Lo que sucede es que puede amarse a alguien en una de las etapas de la pirámide y a otra persona en otra de las etapas.

3 El corazón sí se rompe: a una mujer que viva una emoción muy fuerte se le puede romper el corazón. Esto se debe al síndrome de Tako Tsubo, una miocardiopatía inducida por estrés o disquinesia apical transitoria. Es decir que en las personas que tengan esta patología, más frecuente en mujeres, un despecho puede producir este efecto. Las emociones del amor estimulan específicamente la cíngula anterior –parte del cerebro que vincula las sensaciones de intenso dolor-, en otras palabras, el despecho es un dolor físico real.

4 Dudas y dudas. Cuando se está enamorado hay muchas dudas del por qué pasan situaciones en las relaciones: ¿cuándo me dejó de querer? ¿Cuál fue la razón para engañarme? o ¿existe el amor verdadero? Y nuevamente las respuestas tienen una explicación neuroquímica. Es decir, depende de su grado de enamoramiento que se dará una determinada respuesta.

5 ¿Infieles por naturaleza? Estudios hallaron que existe el ‘Gen de la Infidelidad’: es el Alelo 334, que controla la vasopresina (sustancia química de la monogamia). Quienes lo poseen son más inestables en sus relaciones y tienen una mayor tendencia a ser infieles, es decir, la infidelidad podría ser genética. A ello, se suma que las personas sí pueden querer a dos personas al mismo tiempo, solo que en distintas fases de la pirámide.

6 Lo que requiere el amor: en cuanto al amor que siempre es verdadero, lo importante es llegar al “amor perdurable”. Para lograrlo se necesita paciencia, condescendencia, tolerancia, generosidad, apego, cariño y amistad. Un estudio que realizó una resonancia cerebral a 17 parejas con 20 años de matrimonio, evidenció que se activan las áreas del cerebro que accionan la dopamina, oxitocina y vasopresina al ver a sus parejas, es decir, sí estaban enamoradas.

 

Así como en el amor, en la amistad también

podemos conectar “a primera vista”

Podría perfectamente llamarse “amistad a primera vista”. Sea lo que sea que suceda en nuestro cerebro, puede pasar en tan solo unos pocos segundos: es la cantidad de tiempo que necesitamos para formar una primera impresión de alguien.

Esto es lo que le explican la ciencia y los expertos sobre cómo se forma una amistad:

*En un estudio publicado en la revista ‘Nature’ en 2009, los investigadores identificaron dos áreas del cerebro especialmente activas cuando conocemos a alguien nuevo: la amígdala, el área del cerebro que trata con la emoción, y la corteza posterior, que está vinculada a la memoria. “Esta zona del cerebro también nos ayuda a sopesar decisiones y asignar valor a los objetos; pasamos por un proceso muy similar con las personas”, explica la psicóloga Carolina Dulcey. La experta explica que después de que hemos “juzgado” a una persona, tomamos la decisión sobre cómo tratarla.

*Y sí, la química de la amistad existe: “los estudios señalan que una amistad es una conexión instantánea entre amigos que es fácil, hace que la relación parezca natural y hace parte de la química interpersonal, algo que también funciona con las parejas”, explica Dulcey. El fenómeno no siempre es mutuo, lamentablemente. Alguien puede ser amable, pero no considerarlo su amigo.

*En un estudio de 2004 publicado en la revista ‘Journal of Social and Personal Relationships’ los investigadores encontraron que las impresiones formadas durante los primeros encuentros con las personas influyen mucho para ser nuestros amigos o no. Pero, ¿cómo saberlo?#La palabra clave: decisiones. Ese ajuste instintivo, en otras palabras, lleva a algo mucho más consciente: “las personas forman relaciones basadas en su expectativa de recibir algo a cambio. Es una forma fría y clínica de evaluar algo tan cálido como la amistad, pero es verdad: su energía emocional es un recurso finito, y es más probable que la invierta en alguien que le dará algo a cambio: que lo apoyará, lo escuchará o lo ayudará ser mejor persona”, concluye Dulcey.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN C.

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