¿Por qué imitamos los acentos?

Durante su concierto el fin de semana pasado, la cantante colombiana recibió duras críticas en las redes sociales por su marcado acento español. Por supuesto, también recibió el apoyo de sus fanáticos. Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿por qué a algunos colombianos les encanta imitar el acento usado en otros países, e incluso regiones?

Luego de su concierto en Colombia el fin de semana pasado, como parte de su gira mundial El Dorado, resurgieron las críticas hacia Shakira por cambiar de acento: parece que con cada lugar de residencia la cantante barranquillera asume la forma de hablar del lugar.

Cambiar de acento, de acuerdo con el entorno en el que nos movemos, es más común de lo que parece y, en ocasiones, es inevitable.

Una investigación de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, encontró que cambiar de acento es casi siempre subconsciente, ya que hacerlo conscientemente es muy difícil.

Es decir, Shakira es, simplemente, una persona que se adapta con facilidad a otros acentos sin notarlo demasiado. ¡Aunque esto genere tantos comentarios!

Los investigadores explican que subconscientemente siempre tenemos el impulso de adaptarnos a nuestro entorno, esté donde se esté.

Cuando uno vuelve a casa y se sale del entorno se retoma el acento del hogar.

Pero para Shakira, su hogar es España. Allí vive. Y según las investigaciones, lo hace de forma inconsciente.

Aunque después de tantas críticas, es posible que lo haga a propósito.

Eso sí, a ninguno deja impávido, pero ¿por qué?

“Existe una concepción errada del nacionalismo. Para muchos, Shakira ‘traiciona’ a Colombia porque habla con acento español o argentino, pero eso nada tiene que ver. Su verdadero amor al país se nota en el aporte que hace a la educación de los niños colombianos. El sentido de nacionalismo, de hecho, debería estar más relacionado con el tipo de gobernantes que se escogen y con el respeto hacia las leyes que rigen la constitución y no a aspectos superficiales e incluso inconscientes como el acento”, explica el sociólogo Camilo Cifuentes.

Eso sí, lo que queda claro es que no es la única.

“En una ocasión hice una entrevista al representante de una Ong internacional. Me habló con acento español, entonces estaba convencida de que tenía esa nacionalidad. Sin embargo, cuando llamé para certificar que efectivamente su origen era español, me contestó que no, que era colombiano. Claro, ya sin el acento”, explica una periodista regional.

¡Qué paradójico! Pero los sociólogos afirman que las estructuras sociales hacen que algunas personas, más de las que creemos posibles, adecúen su acento e incluso formas de proceder al estilo extranjero, principalmente. Pero, ¿por qué pasa esto?

Expertos le explican.

 

El efecto camaleón

 La psicóloga y escritora Valeria Sabater señala que existen personas que tienen la capacidad de adaptarse no solo a su entorno, también a la forma de ser de otras personas: los “camaleones sociales”.

“Mostrarnos tal y como somos, sin fisura alguna y con total transparencia, no siempre es fácil. Tememos “el qué dirán”, nos da miedo defraudar, llamar la atención o incluso no ser lo que otros esperan de nosotros”, señala Sabater.

Por tanto, los “camaleones sociales” no son personas extrañas: todos tenemos esta habilidad y es seguro que la empleamos, pero algunas personas tienen una mayor necesidad de adaptarse que otras.

“Mark Snyder, un conocido psicólogo social de la Universidad de Minnesotta, es experto en el estudio de esta necesidad universal por ser socialmente aceptados. Un aspecto interesante que nos revela en primer lugar, es que los camaleones sociales son personas tremendamente infelices”, explica Sabater.

¿La razón? Con frecuencia deben acostumbrarse a expresar un pensamiento o creencia contraria a lo que realmente piensan o sienten, lo cual produce confusión y un gran sentimiento de ser un fraude.

“Ser la persona adecuada en cada momento nos exige además estar siempre sintonizados con el modo en que los demás reaccionan, de ahí que monitoreen a cada instante su desempeño social, ajustándolo para obtener el efecto deseado. Tal y como podemos deducir, el desgaste que supone todo ello a corto y largo plazo es inmenso”.

 

Lo que dice la ciencia

 El sociólogo Camilo Cifuentes explica lo que ha encontrado la ciencia acerca de las razones por las que cambiamos de acento y cómo se ve reflejado en los estereotipos sociales:

* Contrario a la creencia popular, cambiar de acento es más común de lo que podría creer. Uno de los juicios que hace la sociedad es que la razón para que esto pase es que existe una falta de patriotismo o de personalidad de quien lo hace, pero esto es un error. Si usted es una persona naturalmente complaciente con los demás, entonces es más probable que quiera integrarse con ese grupo de amigos tanto como le sea posible y eso se extiende a los acentos. De hecho, una investigación de la Universidad de California encontró en 2010 que las personas que son capaces de imitar el acento del lugar en el que viven, aunque sean nativos de otro lugar, son personas más agradables y más comprensivas. Aunque, paradójicamente, tendemos a ser más desconfiados por esta razón.

* Los cantantes son quienes más capacidad tienen de adaptarse a diferentes acentos. La razón no es que quieran complacer a sus fanáticos, aunque también puede pasar algunas veces. En realidad, lo que sucede es que los acentos son musicales y los músicos tienden a aprender mejor el lenguaje debido al efecto que la práctica musical tiene en la plasticidad de su cerebro, lo que tiene un impacto adicional en la facilidad con la que el cerebro imita los acentos, deliberadamente o no.

* Imitar acentos hace parte del efecto camaleón. Este efecto hace parte del amplio espectro de la interacción social humana, en el cual se pueden encontrar personas que imitan inconscientemente a otras con el fin de parecer más “en sintonía” con ellos. Esta capacidad tiene el nombre de “El efecto camaleón”. La responsabilidad de detectar las acciones y el habla de otra persona e imitarlas recae en las “neuronas espejo” del cerebro, que controlan subconscientemente nuestras interacciones sociales, por lo que nos parecemos a las personas con las que estamos hablando, según el mismo estudio de la Universidad de California. Sin embargo, cuando lo hacemos notar, las personas suelen sentirse avergonzadas.

* No tiene que ver con el tiempo y el espacio, sino con la individualidad de las personas. Una investigación de la Universidad de Chicago, en asocio con la Universidad de Viena, encontró que no existe un vínculo comprobado entre la cantidad de tiempo que uno vive en un país extranjero o en otra región del país, para adoptar el acento propio del lugar. Por el contrario, el cambio de acento a lo largo del tiempo para quienes se mudan de su país o región de origen, puede explicarse por las diferencias sistemáticas entre las personas y la forma como reconocen los sonidos.

Credito
REDACCIÓN GALERÍA

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