¿Matrimonio a la ligera?

Para muchos, el matrimonio es un ritual de unión entre dos personas que se aman. Pero notarios, jueces y abogados le dirán una y otra vez... ¡piénselo bien! Y es que este vínculo, que no solo es emocional, también legal, no debería hacerse a la ligera.

Clara, de 25 años, recuerda cómo tomó la decisión de casarse con Eduardo: “A la ligera. Fue de un momento para otro que decidí que me casaría con él. Estaba pasando por momentos muy duros en mi casa, no me llevaba bien con mis padres. Eduardo lo notaba y quería ayudarme. Llevábamos seis meses saliendo y en un momento me preguntó: ¿y si nos casamos? Yo le respondí que sí”.

Y se casaron. Ambos estaban enamorados y aunque la convivencia probaba ser un reto, ambos son personas tranquilas que se llevaron relativamente bien.

“Los problemas de convivencia eran pocos, pero no nos conocíamos lo suficiente. Yo quería mi tiempo para hacer mis cosas y él quería que yo le diera toda mi atención. Luego de tres meses lo sentí alejarse muchísimo y yo me quedé sola en nuestro apartamento”, explica Clara.

Por supuesto, la economía también era dura y no se comprendían en el manejo del dinero: “él era mucho más organizado, tengo que reconocerlo, pero aún con mi desorden, el dinero alcanzaba. Discutíamos todo el tiempo por la forma de ver la vida de cada uno y en un momento estar juntos era más un compromiso que algo real”, cuenta Clara.

Luego de cinco meses de casados, Clara y Eduardo contemplaron el divorcio: “nos habíamos casado solamente por lo civil, así que nos pareció sencillo pagar un divorcio exprés y terminar con todo, pero no es tan fácil. Tuvimos que permanecer en el apartamento siete meses más en los cuales a veces volvíamos a estar juntos, a veces peleábamos... era un círculo vicioso que no se podía resolver”.

Cuando esos siete meses terminaron, Clara y Eduardo estaban en mejores términos. Tan buenos, que volvieron a enamorarse.

“Parece increíble, pero tan pronto cada uno estuvo en su casa, la relación mejoró muchísimo. Yo creo que no vivimos ese tiempo de novios, no nos conocíamos bien y ahora tenemos eso. Estamos divorciados y es mejor así”, concluye Clara.

Aunque ya no hay nada qué hacer, el consejo para quienes están considerando el matrimonio es que lo piensen bien, esta es una decisión que merece consultarse varias noches con la almohada.

 

¿Debería casarse? Claves para que analice

bien su decisión

Qué lindo es el amor... y no solo en las películas. Pero el amor real no es solo caminar tomados de la mano al atardecer. El amor son las deudas que quedaron después de esas vacaciones o las reparaciones que la casa necesita. Sin embargo, cuando se está entusiasmado con una persona puede no pensar con total claridad y su decisión estar plagada de dudas.

La coach Camila Díaz le ofrece algunas claves que debe preguntarse y tener en cuenta si quiere casarse con esa persona:

1 No confunda intimidad con intensidad: los sentimientos intensos, no importa cuánto parezcan reales en su corazón, no son un buen indicador de una relación verdadera y duradera en el futuro. Así que si está demasiado apasionado por esa persona, lo mejor es que no se case todavía, aunque sienta que es lo correcto o la otra persona se lo proponga. Pida tiempo para pensar... ¡y tómese varios meses! Si su pareja continúa insistiéndo, pero usted duda, lo mejor es que le de un tiempo a la relación.

2 Evalúe el tema con su cabeza, no solo con su corazón. Durante la etapa de relaciones de Velcro, podemos centrarnos automáticamente en lo positivo y pasar por alto y poner excusas para lo negativo. Sea tan claro y objetivo al evaluar a su pareja como lo haría si estuviera contratando a un candidato para un trabajo importante, o una niñera para su niño.

3 Observe a su pareja con su familia y amigos. Nunca aísle la relación. Observe cómo trata a su mamá, al mesero o a sus subalternos o colegas. Además, preste atención a qué tipo de ciudadano es esta persona. ¿Podría confiar en su ética?

4 Obsérvese también. Si usted es demasiado complaciente, evita los conflictos, está ansioso por satisfacer y desesperado por hacer funcionar la relación, es posible que esté llevando demasiado rápido las cosas. Disminuya la velocidad y practique tener una voz clara, fuerte y firme en la relación. Utilice las citas como una oportunidad para practicar ser auténtico y así verá si encaja realmente o no con esa persona.

5 Considere si quisiera que su pareja fuera uno de sus mejores amigos si no tuviera un interés romántico. Es una buena forma de adelantarse a una posible separación y a cómo reaccionaría realmente la otra persona. ¿Estaría de acuerdo con esa reacción o definitivamente sería una persona que nada tendría que ver con usted?

6 Preste atención a cómo se siente cuando estás con esa persona. ¿El tiempo que pasan juntos lo envía a dormir feliz o, por el contario, se siente triste?#Si las llamadas telefónicas o el tiempo juntos lo hacen sentir disminuido o deprimido, ni siquiera considere que el matrimonio lo solucionará porque no es así.

7 Sepa en qué puede comprometerse y en qué no puede. Tal vez no sea tan importante que le guste el queso y a usted no o que hable demasiado alto en las películas. Pero algunas cosas son motivo de ruptura. Escriba su propia lista y consúltela. Puede incluir: conductas adictivas, deshonestidad, irresponsabilidad, actitud defensiva y problemas para escuchar, inmadurez, reactividad, etc. Cuando se trata de una decisión como el matrimonio, es mejor aclarar estas cosas desde principio.

 

Lo que debe pensar antes de casarse

Por supuesto que debe pensar muy bien antes de casarse... y con esto los expertos no se refieren a que calcule cuánto amor siente por la otra persona, sino que examine si en verdad está listo emocional y financieramente para dar este gran paso.

La abogada Liliana Páez le explica qué vale la pena tener en cuenta si está considerando casarse:

*¿Cuántos ingresos tiene al año? Esto incluye tanto los ingresos de su trabajo estable como sus ingresos aparte: el dinero que le dan sus padres, sus fondos fiduciarios, etc. Si no tiene ninguna otra fuente de ingresos aparte de su trabajo principal no será más fácil.

*¿Cuántas deudas tiene? ¿Qué tan grandes son, y cómo son los pagos mensuales? Las deudas se hacen más grandes con el matrimonio, incluso si no hace una gran fiesta. Debe tener en cuenta de que cuando estás casado su dinero ya no es solo suyo y cada deuda que uno de ustedes tiene, es realmente de los dos según lo establece la ley. Sus deudas también pueden dejarle en claro a su pareja si tiene o no un buen control sobre sus impulsos de gasto.

* ¿Cuánto dinero tiene y cuántos activos ha acumulado? ¿Tiene dinero en una cuenta de ahorros? ¿Tiene laguna propiedad?#¿Tiene un automóvil que no cambiará por un tiempo? Estas preguntas lo ayudarán a responder algunas preguntas más difíciles como cuánto gasta cada mes en comparación con cuánto ahorra cada mes. ¿Gasta cada peso que gana o ahorra un poco? Recuerde, no hay nada malo aquí per se. De lo que se trata es de hacerse una imagen abierta y honesta de cómo se verán sus finanzas compartidas en caso de que se casen.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN C.

Comentarios