Los daneses son una sociedad muy avanzada: pudiera parecer que no tiene problemas ya que todos tienen un alto nivel de bienestar. Sin embargo, la ausencia de problemas no garantiza la felicidad y la tasa de suicidios de las sociedades escandinavas lo demuestran.

Para proteger a su sociedad de aquella sensación de vacío, los daneses desarrollaron el concepto “Hygge”: la felicidad está en las pequeñas cosas.

No significa que lo ideal es el caos para que nadie se aburra. Por el contrario, para los daneses, una comida sencilla y rica como lo podría ser el caldo calientito que un ser amado nos prepara para consentirnos, es una de las claves de la felicidad.

¡Y no se trata solo de la comida!

“Los daneses piensan que esas pequeñas cosas que hacemos a diario y a las que no prestamos atención porque estamos muy apurados son las que realmente nos hacen felices. La clave está en detener un poco esta loca carrera y aun si descubre que para usted tiene sentido, se de la oportunidad de alimentar su alma”, explica la coach Camila Díaz.

Pero, precisamente, ese corre-corre puede hacer que no nos demos cuenta exactamente de qué nos haría felices.

Los expertos le ofrecen algunos ejemplos de vivencias que, en general, son capaces de alimentar el alma.

Las pequeñas cosas que alimentan su alma

 El coach Fernando Meneses explica cuáles son esas pequeñas cosas que alimentan el alma y que vale la pena cultivar:

1 Hacer yoga: es una de las actividad que más tranquilidad y, por ende, una mayor sensación de felicidad, ofrecen al alma. Cuando hacemos yoga liberamos serotonina y oxitocina, las hormonas que favorecen la felicidad, lo cual nos hará sentirnos más contentos.

2 Compartir con su mascota: incluso si al principio lo ve como una obligación, con el paso de los días notará que los perros -también los gatos- son capaces de hacerlo sentir amado, algo fundamental para sentir que nuestra alma está completa. Además, sin duda lo harán reír y la risa libera serotonina en nuestro cerebro, por lo que se sentirá más contento.

3 Leer: más que cualquiera otra actividad, leer un libro de su predilección hará que se sienta más completo, con un espíritu mucho más profundo y sabio. Esta sensación de tranquilidad lo hará sentir mejor consigo mismo y esta es la base para alimentar su alma de sentimientos positivos.

4 Atención plena a sus seres queridos: hablar con quienes nos aman y no prestarles atención nos hará sentir vacíos. Una estudio de la Universidad de Harvard encontró que quienes prestan atención plena a lo que sucede en su vida, principalmente si se trata de personas que nos aman y que amamos, nos harán sentir más plenos y amados.

5 Cantar y bailar: si lo hace de forma espontánea, mucho mejor. Cantar y bailar libera serotonina y oxitocina y tiene la cualidad de hacer que su alma se sienta más ligera, en especial si lo hace en un ambiente donde se sienta feliz y por el simple gusto de hacerlo.

6 Dar las gracias y pedir perdón: son dos de las actividades que más alivianan el espíritu. La primera nos permite reconocer todas aquellas cosas positivas de nuestra vida que con frecuencia pasamos por alto y la segunda nos hace soltar ese peso de callar cuando sabemos que hemos cometido un error que ha lastimado a otros. Con este primer paso de pedir perdón sentiremos que nuestra alma se alimenta.

7 Viajar: si no es por trabajo, mucho mejor. Conocer lugares y culturas nuevas hace que comprendamos un poco más el sentido de la vida y amplia nuestros horizontes. Siempre que le sea posible, hágalo.

Cómo ser feliz con las pequeñas cosas

La psicóloga y escritora Valeria Sabater explica que para ser feliz con las pequeñas cosas se necesitan la disposición y las ganas de despertar la mente a la conciencia plena: prestar atención a aquellas cosas que parecen simples y que incluso hacemos a diario para darles le valor que merecen.

1 Lo que importa es nuestro “aquí y ahora”. El presente que vives es el que te define, el camino que estás transitando ahora y que mereces cruzar con felicidad, equilibrio y tranquilidad.

2 El futuro aún no existe. Puedes anclar en él metas personales o profesionales que motiven tu día a día, pero mientras llegas a ellos, intenta ser feliz. Que cada paso diario hasta esos objetivos, haya merecido la pena porque lo has hecho siendo feliz.

3 La felicidad no es algo que se encuentra de modo casual. Tampoco es una entidad momentánea y efímera. La felicidad se construye y se encuentra en las cosas más pequeñas, las más insignificantes.