No humanice a su mascota

Ámelos, pero no los someta a vivir como humanos porque, contrario a lo que usted cree, no los está tratando como merecen, los está torturando. Si en verdad quiere lo mejor para ellos, entonces infórmese sobre lo que realmente necesitan y cómo deben vivir para ser felices.

Va mucho más allá de hablarle como a un bebé o ponerle una camiseta: hay quienes quieren que sus mascotas lleven una vida de humanos: que sigan una dieta vegetariana o caminen con zapatos arriesgando su salud ergonómica.

Los expertos coinciden en que humanizar a su mascota no es la mentalidad correcta para cuidar de ella: los animales de compañía tienen una mentalidad de liderazgo y si usted no es capaz de serlo, entonces ellos asumirán ese rol.

Por otro lado, cortarles la cola, las orejas, forzarlos a que caminen en dos patas o a que hagan cosas para las que no están preparados les hace daño, aunque nos impulse un sentimiento de cariño hacia ellos.

“En definitiva, humanizarlos es un poco inevitable, pero dejar que esa tendencia corra sin control puede convertirse también en una forma soterrada de maltrato, al pretender que nuestros queridos animales de compañía se comporten y vivan exactamente como nosotros”, señala Carlos Naranjo, etólogo y director de Doctor Pulgas.

No se trata de que no lo ame, de que lo golpee o lo deje fuera de casa, amarrado y soportando hambre y frío, porque este comportamiento es un delito.

Se trata simplemente, explican los expertos, de que comprenda que ellos son de una especie diferente, que debe informarse y ser responsable para tratarlos con consideración y como merecen.

 

Por qué no debería humanizar a su mascota

La etóloga María Paulina Acevedo explica las razones por las cuales no debe humanizar a su mascota:

1 Ansiedad y agresividad: los perros necesitan tener un líder en su manada. Si sienten que nadie está asumiendo este papel, se sentirán obligados a asumirlo. Esto puede convertir el hogar en un caos porque no lo obedecerá. Además, debido a que los perros no entienden la “etiqueta humana”, es muy probable que se sientan ansiosos y confundidos cuando creen que deben tener el control del hogar, pero notan que sus dueños no están contentos con su comportamiento.

2 Obesidad y problemas nutricionales: para mantenerse sanos es importante que los perros, gatos y otras mascotas coman la cantidad que necesitan y no más, debido a que pueden desarrollar problemas de obesidad, de piel, de articulaciones y de estómago. Por otro lado, si usted ya no come carne no puede obligar a su perro a que no coma su concentrado sin la presencia de proteína, puesto que lo necesitan. Su alimentación y desarrollo es diferente al nuestro y es por eso que hay que tener mucho cuidado con este tema.

3 Dolor: cortarle la cola o las orejas para que le cause menos problemas es tortura y ellos sufren. Los perros necesitan su cola para expresar sus emociones, cosa que también hacen con sus orejas. No se las puede quitar. Es un sufrimiento para ellos aunque estén dormidos durante el procedimiento.

4 Reproducción y abandono: los animales no tienen deseos de formar una familia. Algunas personas, erróneamente, piensan que no deben esterilizar a los animales porque ellos también tienen derecho a disfrutar del placer. Pues bien, tanto la reproducción de mascotas para la venta como el abandono están penalizados por la ley como crueldad animal. Si no esteriliza a su mascota lo más seguro es que termine abandonándola a ella y a sus cachorros. Y vender las crías es una práctica que se desaconseja. Hay muchos animalitos necesitados de un hogar y es nuestra responsabilidad detener su reproducción sin control.

5 Pérdida de la identidad: sucede cuando se somete a las mascotas para que cambien sus hábitos naturales por hábitos propios de los seres humanos como comer en la mesa del comedor, orinar en un inodoro o vestirse. Esto puede causar confusión y gran estrés en nuestras mascotas. Pasamos por alto sus necesidades, haciendo primar las nuestras.

 

Las mascotas son animales, no humanos

Carlos Naranjo, etólogo y director de Doctor Pulgas, explica que “tenemos una tendencia natural a proyectar nuestras características sobre los demás. En ese sentido es un poco inevitable la humanización y más de seres que conviven con nosotros, como las mascotas”.

El experto señala que a pesar de este instinto natural en los dueños de mascotas, existe una línea que es importante no cruzar.

“El problema radica en no ser capaces de moderar la tendencia y reconocer que los perros y los gatos son especies diferentes a nosotros, con las que compartimos espacio desde hace miles de años, pero con necesidades diferentes en términos de afecto, alimentación, ejercicio y trato”, indica Naranjo.

El etólogo señala que ha conocido casos en los que el dueño de la mascota permite que sea ella quien decida “quién entra, cuándo se come y cómo se duerme. Los animales están preparados para ser los líderes y si el animal humano no ejerce ese liderazgo, su mascota seguramente lo hará”.

Por otro lado, el experto explica que si bien la dieta vegana es factible para los humanos, para la mascota no lo es. En los casos más graves, esta insistencia ha causado la muerte del animal “por falta de los insumos necesarios que requiere su alimentación. Muchas personas visten a sus animales de compañía, incluyendo zapatos, con los problemas de ergonomía que ello acarrea o buscan que usen el servicio sanitario como si se tratara de un niño”.

Y eso no puede ser: si bien los estudios demuestran que entre nosotros y ellos existe un vínculo de amor similar al de un padre con sus hijos, es claro que ellos son de una especie distinta y requieren, si bien un trato considerado y respetuoso, también coherente con su vida animal.

 

Dato

El afán por humanizar a los animales se llama antropomorfismo y consiste en la atribución de características y cualidades humanas a los animales. Mientras que ponerle una camiseta o hablarle como bebé no es peligroso, otras acciones como mutilarlos o cambiarles su dieta puede ser considerado maltrato animal.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN C.

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