las ventajas de compartir

Manuel Álvarez es un joven administrador de empresas, quien con dos amigos de la universidad creó un negocio de asesorías; sin embargo, los primeros seis meses “casi quiebra”, debido a los altos costos que significaba el pago de arriendo de una oficina, el contrato de una secretaria y los servicios públicos.

Por ello, decidió, para disminuir costos, pasarse a un nuevo sistema de espacios de trabajo: el coworking, que, asegura, le permitió bajar costos y mejorar la productividad.

“Se trata de compartir un espacio físico con otros profesionales y empresarios que no son de nuestro negocio, pero se constituyen en contactos y/o proveedores. Esto ha hecho que usemos el espacio sólo cuando lo necesitamos, podamos reunirnos como socios cómodamente y, por supuesto, disminuyamos notablemente nuestros gastos”, dijo.

Y es que precisamente este nuevo método de trabajo ha tomado fuerza, especialmente entre jóvenes, para generar negocios y buscar contactos comerciales.

Uno de los espacios de coworking de Colombia es HubBOG. Según René Rojas, fundador de la empresa enfocada hacia las TIC, “el coworking ofrece una solución para el problema de aislamiento que sufren muchos emprendedores y profesionales independientes que traen consigo la experiencia del trabajo en casa. En el modelo de trabajo al que llamamos coworking, muchas veces se da la maduración de la idea del profesional pasando de ser un solopreneur a entrepreneur”, a lo que agrega que “en el primer caso la persona que crea una idea, un concepto o una empresa están solos y al interactuar con otros en un espacio de trabajo como HubBOG, en donde se articula formación especializada con la pasión, la creatividad y la innovación emprendedora en tecnologías de información y comunicaciones, nace un emprendimiento en donde el profesional ya no está solo, sino que apalanca su idea innovadora con el talento de otros”, aseguró.

De acuerdo con Rojas, el coworking, en primera instancia, permite que varios profesionales independientes de distintos sectores como comunicación, tecnología, publicidad, diseño y desarrollo de software, entre otros, compartan una misma oficina o un mismo espacio de trabajo. En este ecosistema se fomenta la colaboración, el trabajo en un espacio comunitario y multidisciplinario y el networking.

“Por tanto, funciona como facilitador de recursos y articulador de procesos, lo que genera un ambiente propicio en donde nacen nuevas relaciones sociales y por consiguiente, en la mayoría de los casos, nuevos proyectos y/o emprendimientos”.

Frente al tema de los costos, asegura Rojas, quien es ingeniero industrial y especialista en finanzas y en banca, no es un tema de costos: “Depende, más bien, del  momento por que esté pasando el emprendimiento. Es justo que para que un emprendimiento despegue se relacione y se capacite  para enfrentar el mercado. Si nos situamos en el trabajo tradicional,  suponemos de antemano que es una empresa consolidada y con experiencia en el mercado.

“HubBOG como tal, ofrece el apalancamiento y acelera el proceso del crecimiento de un emprendimiento TIC, por lo tanto, bajo este orden de ideas, el costo es mínimo para la rentabilidad que tendrá el proyecto”, explicó.

Además, dijo que “el coworking funciona como facilitador de recursos y articulador de procesos, lo que genera un ambiente propicio en donde nacen nuevas relaciones sociales y, por consiguiente, en la mayoría de los casos nuevos proyectos y/o emprendimientos. Los ambientes amplios en donde conviven profesionales de diferentes disciplinas por su disposición y características facilitan las oportunidades para hacer contactos (o networking) cara a cara”.

Otra de las empresas dedicadas al tema, Technopolis de Colombia, tiene Workstation, un lugar utilizado por freelancers para desarrollar trabajos personales y en conjunto. Según sus creadores, es un espacio que cuenta con los servicios de Internet ilimitado de alta velocidad, mobiliario, equipo de cómputo, teléfono celular, fax, sala de reuniones y video y un equipo disponible de auxiliares administrativos.

“Todo en horarios flexibles, por paquetes de horas, desde una en adelante, por el tiempo que necesite -días, semanas o meses- a costos bajos”, anotaron.

El movimiento, muy popular en Estados Unidos, va ganando cada vez más adeptos en Europa por sus innumerables ventajas. Con una pequeña estructura es posible establecer colaboraciones, traspasar contactos y clientes, intercambiar experiencias y consejos con el resto de empresarios del mismo espacio.

“Nuestra meta es organizar un coworking (cotrabajo), que permite a varios freelancers de diferentes especialidades o actividades: compartir, expandir contactos y crear un espacio multidisciplinario de intercambio empresarial”, explicaron.

Manuel Nieto, director comercial de Lanix Colombia, una empresa mexicana dedicada a la fabricación de computadores y celulares, que están entrando al mercado de Colombia, es uno de quienes usan espacios en HubBOG y asegura que la experiencia del coworking ha sido muy beneficiosa para la firma.

“Ha sido una alternativa muy cómoda para las 10 personas del equipo comercial y de marketing de Lanix que estamos en Colombia. A pocos metros de nosotros hemos encontrados contactos y proveedores; este espacio nos ha servido mucho para integrarnos a la actividad digital”, dijo Nieto.

Esteban Meza, un administrador de empresas, también es defensor de este tipo de espacios y asegura que “esta iniciativa deja atrás a la tradicional oficina estructurada y presenta construcciones funcionales, flexibles, pintorescas y con mucho diseño para fomentar la total comodidad de aquellos que trabajan freelance. Estos habitantes gozan de horarios flexibles y total individualidad para ejecutar sus tareas”.

Por medio del Coworking, los trabajadores cuentan con un escenario que les permite otorgar cierta conducta a sus actividades. En este tipo de espacios, la mente parece tomar alas, las relaciones con profesionales de diferentes rubros pueden abrir nuevas puertas y las ganas se pueden adueñar de la jornada laboral.

Según Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com, “el Coworking permite a los trabajadores ordenar sus actividades dentro de un ambiente cálido que se diferencia del cotidiano, para que lo profesional no se mezcle con lo personal.

“Trabajar dentro de un clima que no te obliga a cumplir un horario, no sólo ayuda a que las tareas se lleven a cabo más fácilmente, sino que también disminuye el estrés, privilegiando a la salud por sobre las obligaciones. También es una alternativa para conocer más personas y aprender de ellas” señaló.

Credito
EL NUEVO DÍA

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