Mercados emergentes, cada vez más inestables

AFP - EL NUEVO DÍA
La inestabilidad se expande a través de Argentina, la región asiática en desarrollo, Turquía y Brasil.

Usted es una economía de mercado emergente, ansiosa de ponerse al nivel de sus rivales occidentales más ricos.

¿Cuál es la mejor manera de aprovechar los mercados mundiales de capital?

Hasta hace poco tiempo, la respuesta parecía relativamente simple: mientras más, mejor.

El crecimiento del mercado financiero estaba ligado al avance económico. El capital extranjero reducía los costos de financiación, financiaba inversiones, premiaba el espíritu emprendedor y estimulaba las políticas sensatas enfocadas al crecimiento.

Desde los primeros años de la década del 2000, los flujos brutos de capital hacia los mercados emergentes se han quintuplicado.

Ya las lecciones de crisis anteriores habían sido aprendidas. Los mercados de monedas locales se expandieron para reducir los peligros de depender de la deuda en dólares. Se flotaron las monedas, y se expandieron las reservas como defensa contra ataques especulativos.

Pero conforme la Reserva Federal de Estados Unidos ha reducido, o “estrechado”, sus compras de activos a gran escala, los mercados emergentes se han mostrado claramente inestables; y dicha inestabilidad se ha expandido desde Argentina, a través de la región asiática en desarrollo, hasta Turquía y, finalmente, Brasil.

Una explicación común es que el “caos por estrechamiento” ha sido principalmente idiosincrásico, resultado de debilidades específicas de cada país. Pero esa idea fue puesta en duda por una investigación publicada por el Fondo Monetario Internacional.

Como parte de su último informe de estabilidad financiera mundial -por publicarse en su totalidad la próxima semana- el FMI examinó los flujos hacia los mercados emergentes y llegó a una sorprendente conclusión: en lugar de enfocarse más en las fortalezas de los países, los flujos de inversiones “de cartera” se estaban haciendo más sensibles a las condiciones financieras mundiales.

Incluso cuando los políticos habían aprendido de los problemas pasados y estaban implementando buenas políticas, sus países permanecían bajo el peligro de flujos de salida desestabilizadores por cambios en otras partes.

Una razón para esta vulnerabilidad es el crecimiento rápido de los flujos de bonos de los mercados emergentes -especialmente de inversionistas minoristas. El FMI descubrió que los fondos mutuos de bonos utilizados por los inversionistas minoristas son más sensibles al sentimiento mundial que los bonos institucionales como pensiones, seguros o fondos soberanos. Además, los fondos de bonos mutuos son dos veces más sensibles que los fondos mutuos de renta variable.

De repente, la afluencia masiva extranjera hacia los mercados de bonos emergentes -encabezada por algunos de los mayores nombres en el negocio de la inversión- no parece tan saludable.

Las recientes afluencias hacia bonos de mercados emergentes han sido impulsadas por una “búsqueda de rendimiento”, en una era de tasas de interés históricamente bajas.

La volatilidad se ve en incremento cuando los inversionistas pueden retirar dinero fácilmente de fondos “abiertos”. El impacto es aún mayor cuando regulaciones más estrictas han reducido la liquidez del mercado de bonos local.

Resulta interesante el hecho de que el FMI descubriera que las afluencias provenientes de fondos de Europa continental son más sensibles a los cambios en las condiciones financieras globales que aquellas provenientes de EE.UU. o el Reino Unido.

Una manera de interpretar los resultados del FMI es que los mercados mundiales de capital se han convertido en demasiado grandes para muchos mercados emergentes. Cuando los gestores de fondos retiran el capital, no existen suficientes compradores locales que intervengan. Inevitablemente, sobreviene la agitación.

De por sí, la investigación del FMI nos ayuda a entender la dinámica en juego mientras la Fed se estrecha y se aproxima a eventuales aumentos de las tasas de interés.

En la cumbre de banqueros centrales de Jackson Hole, Wyoming, celebrada en agosto pasado, Hélène Rey, profesora de Economía de la Escuela de Negocios de Londres, presentó un documento mostrando la manera en que la Fed impulsa un ciclo financiero global común, influenciado por la afición de los inversionistas al riesgo, que a menudo vuelve inútiles las acciones de las autoridades nacionales. El papel crucial desempeñado por los fondos de bonos identificado por el FMI ayuda a explicar esos nexos.

¿Qué pueden hacer los mercados emergentes? No pueden echar el tiempo atrás; los fondos de bonos de los mercados emergentes del mundo llegaron para quedarse. El FMI recomienda que las economías emergentes aceleren el desarrollo de la base inversora local.

Eso funcionó para las economías en la periferia de la eurozona golpeadas por la crisis, donde los bancos domésticos compraron las deudas de los gobiernos cuando otros huyeron en el momento más álgido de la crisis económica de la región.

Pero construir una base inversora local lleva tiempo -y, principalmente, la cultura de negocios y reformas institucionales apropiadas. Por el momento, calcular la mejor manera de lidiar con los mercados mundiales de capital no es nada sencillo.

Credito
FINANCIAL TIMES

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