¿Es eficiente el gasto en Colombia?

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Anualmente el país invierte miles de millones de pesos en diversos sectores como la salud, la educación, la infraestructura y la seguridad. Sin embargo, el real impacto de esos recursos no se ve muy claro.

Cada año se escuchan cifras astronómicas de inversión en sectores claves para la economía colombiana y para el bienestar de la población.

Sin embargo, esos recursos, con muchos ceros a la derecha, parece que no tienen un real impacto en el desarrollo y en lo que necesita el país.

Por ejemplo, en educación Colombia sigue en lugares secundarios a nivel de Latinoamérica y ni hablar del mundo pues el país quedó relegado a los últimos lugares en las pruebas Pisa.

Ese ejemplo evidencia que el gasto no es eficiente y, por tanto, no hay desarrollo ni impacto en la población. Según los indicadores de gasto estatal en sectores claves como educación, seguridad, salud e infraestructura, han aumentado, pero en muchos de ellos todavía hay rezagos.

En la mayoría de los sectores, los investigadores coinciden en que los resultados no corresponden a la inversión.

A continuación se presenta un análisis de esas inversiones versus la eficiencia.

Educación

Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, entre 2002 y 2012, el gasto público en educación en Colombia se elevó desde el 4.4% del PIB hasta el 4.9% (un crecimiento promedio del 11.7% anual).

Estos mayores recursos estuvieron principalmente dirigidos hacia la ampliación de la cobertura, donde efectivamente se lograron algunos avances.

Sin embargo, en opinión de los expertos, pese a que efectivamente se aumentó la cobertura, y más niños y jóvenes colombianos tienen la posibilidad de realizar su primaria y secundaria de manera gratuita, en materia de calidad el asunto es a otro precio.

“En cuanto a la calidad de la educación, el panorama es diferente. Al comparar nuestros indicadores en relación a otros países, incluyendo los de América Latina, los resultados son más que desalentadores. Aquí tenemos una ardua tarea por ejecutar, pues estamos por debajo de los niveles mínimos requeridos para poder aspirar a ser competitivos en el escenario mundial, según lo confirman los bajos resultados obtenidos en las pruebas Pisa (Programme for International Student Assesment) y las pruebas Saber aplicadas por el Icfes”, asegura Rubén Darío Botero, director de la Especialización Gerencia de Proyectos de la Escuela de Ingeniería de Antioquia.

Para Anif, efectivamente el valor de inversión y resultados está desbalanceado, y a pesar de que Colombia presenta niveles de gasto similares a los de España (5% del PIB) y Alemania (5.1% del PIB), sus resultados en la pruebas Pisa lo ubican lejos de dichos países.

“Peor aún, a nivel de América Latina, Colombia se encuentra estancada en las posiciones más bajas tan solo superando al Perú, a pesar de que el gasto público del país supera el promedio observado en la región (4.5% del PIB)”.

Seguridad y defensa

Según el informe presentado por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por su sigla en inglés), el gasto militar en Colombia en 2013 aumentó a $24 billones, que representa un incremento de 13% en relación a 2012 cuando se gastaron más de $21 billones.

Además, un análisis del Instituto de Economía y Paz de Australia coloca a Colombia entre uno de los 22 países con mayor gasto en contención de la violencia. “En ese rubro, el país está gastando un 11% del PIB, es el país que tiene el mayor nivel de seguridad privada en las Américas. Ni siquiera Guatemala y Honduras tienen ese nivel de gasto”, anota el informe.

Para expertos de la Universidad de Los Andes, el resultado no es tan efectivo para un gasto tan alto, pues, en Colombia hay una tasa de 31.4 homicidios por cada 100 mil habitantes y un promedio de 3.5 millones de desplazados a causa de la violencia.

Un informe de la Cerac sobre el tema señala que el gasto sería menor si cesara el conflicto armado interno, lo que aumentaría el ingreso por habitante en Colombia, que en la actualidad en promedio es de U$11.200 anuales. En ese caso en el año anterior hubiera sido de U$16.700 anuales, similar al de Uruguay y México.

Frente a ello el abogado Felipe Alviar-Baquero, asegura que si Colombia “invierte el 10% del presupuesto de defensa en formar mejores maestros, el país subiría 30 puestos en las pruebas Pisa y lograría un incremento del PIB del 6% al 12% en 2050”.

Salud

De acuerdo con estudios basados en informes de la OMT, desde el punto de vista de la equidad en el acceso a los servicios, lo constituye el hecho de que el gasto público como porcentaje del gasto total en salud es en Colombia es del 74.6%, lo que sitúa al país entre los más altos del mundo, equivalente al promedio europeo, y el más alto de Latinoamérica, después de Cuba, que dado su modelo económico, financia con recursos públicos un 95% del gasto en salud.

Téngase en cuenta que el promedio mundial de este indicador es del 58.9% y entre los países de ingreso mediano alto (grupo en el cual la OMS califica a Colombia) es del 36.1%.

Por otra parte, la participación de la salud dentro del gasto público total era en 2010 del 17.8% que es también alto dentro de los estándares mundiales. El promedio mundial es de 12.1%, y para los países de ingresos medianos altos es del 11.6%. En este indicador los únicos países de América Latina que están por encima de Colombia son Nicaragua (19.8%) y Uruguay (18.8%). Sin embargo, según el Banco Mundial, en Colombia, la afiliación a la seguridad social en salud solo llega al 100% en 415 de los mil 100 municipios y de aquellos 415, 100 estaban por debajo del 80% en 2009.

Además, aseguran expertos, que el sistema ha tenido que ser intervenido en varias oportunidades porque es inviable. El acceso a la salud, pese a estar afiliado, es bajo y los estratos Cero, Uno y Dos, aunque tienen cobertura estatal, la cobertura es insuficiente y de pésima calidad.

Infraestructura

Según Fedesarrollo, en los últimos años, el país ha hecho esfuerzos para incrementar la inversión en infraestructura de transporte, que pasó de 0.6% del PIB en promedio entre 2000 y 2010, a 1.2% del PIB en 2011 y 1.8% del PIB en 2012 y 2013.

Sin embargo, las estimaciones de esa entidad indican que para cerrar la brecha existente y satisfacer el crecimiento potencial de la demanda de infraestructura que se podría generar en la próxima década es necesario invertir anualmente más de 3% del PIB hasta 2020, incluyendo, por supuesto, la inversión que pueda financiarse mediante concesiones con el sector privado.

Por su parte la Andi asegura que en infraestructura la inversión en este sector comienza a despejarse. “En este campo, en los últimos años se han empezado a dar algunos avances. De acuerdo con información de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), durante 2010-2012, vía concesiones se construyeron 304 km de doble calzada y para 2016, se tiene previsto llegar a dos mil 400 km de doble calzada. De otro lado, el Gobierno presentó un ambicioso plan de infraestructura de mediano y largo plazo conocido como el Programa de Cuarta Generación de Concesiones 4G”.

Con el programa se espera que durante la etapa de construcción, aporte 1.6 puntos adicionales al PIB, la generación de más de 200 mil empleos directos, una reducción de los costos de transporte del orden del 20%, una reducción del 30% en los tiempos de viaje y vía encadenamientos el crecimiento de sectores estratégicos de la economía, con lo que se obtendría un aumento significativo de la competitividad del país.

Credito
EL NUEVO DÍA

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