A las pymes las clasificarán por sus ventas

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El objetivo de la medida oficial es que las pequeñas y medianas empresas reciban el apoyo adecuado del Gobierno nacional y de la banca. La iniciativa estaría lista a finales de este año.

No hay duda de que Colombia es un país de pequeñas y medianas empresas. Según cifras oficiales, el 96 por ciento de las empresas del país son mipymes y se calcula que existen más de 25 mil mipymes, principalmente en Bogotá —donde están establecidas el 96.4 por ciento de éstas— Cali, Barranquilla y Bucaramanga.

El 76 por ciento del empleo lo generan las micro, pequeñas y medianas empresas y el 45 por ciento de la producción de estas compañías está dedicada a la manufactura. Al menos el 40 por ciento de los salarios registrados por el país son originados por las mipymes.

Estas y otras cifras sirvieron para que el Gobierno decidiera ‘meterle mano’ a este sector para cambiar su clasificación y potenciar su impacto.

Según las proyecciones, a finales de este año las empresas colombianas ya no obtendrán su clasificación por número de empleados y activos, sino que se hará por ventas, lo que permitirá, según el Gobierno, mejorar el acceso de los pequeños y medianos empresarios a créditos y beneficios.

El decreto que reglamentará estos cambios aún no está listo pero se están ultimando detalles y se está socializando.

Pese a que el Ministerio de Comercio Industria y Turismo insiste en que es necesario realizar los cambios, algunos empresarios, especialmente los pequeños, se muestran temerosos. “No tenemos muy claro aún cómo serán las cosas, cómo se nos cambian las reglas del juego.

“Lo que entendemos es que aunque tengamos poco personal y no demasiada tecnología, dejaremos de ser mipymes si vendemos mucho”, asegura Luis Carlos Caballero, un empresario de calzado, cuya firma hoy es catalogada como microempresa.

Pero para Adriana Rueda, directora de Mipymes del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el sistema de clasificación, como funciona actualmente, “no refleja la realidad de las empresas colombianas. Hicimos un análisis frente a cómo hacían la clasificación en otros países y vimos que la variable que más se repetía era ventas, igualmente cuando le preguntamos al sector financiero cómo evaluaba el tamaño de las empresas que iban a acceder a créditos y nuevamente se repetía ventas, entonces cambiamos el modelo”, explicó la funcionaria.

Hoy una microempresa es aquella que tiene activos hasta por 500 salarios mínimos legales vigentes (Smmlv), una pequeña la que posee entre 500 y hasta cinco mil Smmlv; mediana cuando es superior a cinco mil y hasta 30 mil Smmlv y grande, superior a 30 mil.

¿Cómo será el decreto?

Según el MinCIT, para la clasificación por tamaño empresarial, entiéndase micro, pequeña, mediana y gran empresa, se utilizarán uno o varios de los siguientes criterios: número de trabajadores totales, valor de ventas brutas anuales y/o valor activos totales.

En esta nueva metodología las ventas brutas serán la variable determinante para la definición del tamaño que será diferencial para el sector en el que opera la empresa (comercio, manufactura o servicios).

Con ello, aseguró Adriana Rueda, se pretende resolver las dificultades que hay en la actual clasificación incluyendo el valor de las ventas brutas anuales como parámetro adicional a los de número de trabajadores totales y el valor de los activos.

“En todo caso, para efectos de los beneficios otorgados por el Gobierno a las mipymes, el criterio determinante será el valor de ventas brutas anuales. Esto es compatible con la mayoría de referentes internacionales que hemos investigado, donde se aplica principalmente el valor de ventas anuales. Es el caso de la UE, Mercosur, y México”, explicó la funcionaria.

Beneficios

En el nuevo decreto, la caracterización de las mipyme es fundamental para identificar las empresas que requieren de asistencia particular por parte de los gobiernos, por lo que la clasificación por ventas tendría ventajas indiscutibles, como una fácil indexación al dólar para su comparación con otros países.

“Hay consistencia entre sectores de la economía: a diferencia de la cantidad de empleados o el volumen de activos, una empresa con unos ingresos dados se corresponde con otra empresa con los mismos ingresos de otro sector, aun cuando pueda existir una diferencia en los márgenes de rentabilidad entre sectores”, sostuvo Rueda.

Adicionalmente, agregó el MinCIT, utilizar el criterio de ventas para clasificar las empresas tiene la bondad de unificar criterios con el sector privado, principalmente con el financiero, que tiene en cuenta este criterio, local y regionalmente, tanto para clasificar las empresas como para determinar los montos asignables de financiación.

Implicaciones

Para el MinCIT, este cambio en la clasificación no tiene ningún impacto a nivel operativo para las empresas.

“La nueva clasificación les permitirá mejorar su orientación al mercado interno y exterior en condiciones competitivas y se estima que menos del uno por ciento de las empresas cambiará su clasificación frente a la metodología actual”.

El decreto está en revisión final y una vez listo, será compartido con los gremios empresariales, instituciones financieras y entidades públicas y privadas que trabajan en desarrollo empresarial.

¿Por qué se cambia?

Para el Gobierno nacional, la reglamentación actual de clasificación de las empresas refleja vacíos.

“En primer lugar, las empresas deben cumplir con las condiciones de empleo y activos para estar clasificadas en una categoría. En segundo lugar, no hay una definición para clasificar a una empresa como grande. Y por último, para el parámetro de activos, se encuentran rangos sin clasificar, es decir, los que se encuentran por fuera de los límites inferior y superior entre cada categoría”, señalaron.

Además, agregan, actualmente el número de empleados no siempre refleja el tamaño de las empresas, pues como se están especializando, delegan en sus propios satélites o contratan por el mecanismo de outsourcing, ciertos procesos en el calzado como la suela y la capellada de cuero, el corte, el cosido o el guarnecido.

“El tamaño de las empresas debe ser determinado por variables diferentes o complementarias al monto de los activos. En el desarrollo industrial contemporáneo la acumulación de conocimiento es tanto o más importante que la acumulación de capital fijo”, dijo el Ministerio.

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