Revivir las horas extras, debate que divide opiniones

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El proyecto pretende que la jornada diurna y la nocturna sean de 12 horas. Congresistas, centrales obreras y el Gobierno impulsan la iniciativa, mientras que los gremios y los analistas económicos aseguran que afectará la generación de empleo y la competitividad. La polémica está abierta.

REDACCIÓN EL NUEVO DÍAL

BOGOTÁ

El Congreso de la República tiene en sus manos la responsabilidad de modificar el actual método de pago de las horas extras de los colombianos. Desde 2002, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, el recargo nocturno se paga a partir de las 10 de la noche, y no desde las 6 de la tarde.

La intención, según los ponentes –el partido Liberal- es modificar la Ley 789, y “así devolverles el derecho a los trabajadores de ser mejor remunerados”.

En opinión del senador Luis Fernando Velasco, quien lidera esta iniciativa en el Congreso, quedó demostrado que quitar horas extras y el pago adicional por los dominicales y festivos, no generó más empleo, que era el argumento para su implementación en 2002.

“Ese cambio en la ley laboral no generó ni un solo empleo y sí logró precarizar el ingreso de los colombianos más pobres”, dice el senador Velasco.

El proyecto lo apoya el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien argumenta que debido a que las condiciones económicas y de empleo están fortalecidas desde su llegada a la Presidencia, puede ponerse en marcha el proyecto de ley para revivir el beneficio de las horas extras “y ya es prudente que mejoren las condiciones de todos los trabajadores”.

De hecho, el Gobierno ya tiene listo un proyecto de ley con el que busca reacomodar el pago de las horas extras para mejorar las condiciones salariales de los trabajadores y ya comenzó a socializarse el articulado.

A favor y en contra

La iniciativa divide a empresarios, políticos y dirigentes sindicales. Por un lado los trabajadores defienden el proyecto, y del otro los empresarios aseguran que se desmejorarán las oportunidades para la generación de trabajo formal.

Además, un proyecto parecido se hundió hace poco en el Congreso, y en esta oportunidad deberá pasar por la aprobación inicial de la Comisión Séptima del Senado, que es precisamente donde está el expresidente Álvaro Uribe.

Alberto Vanegas, ejecutivo de la CUT nacional, asegura que con este proyecto se restituiría el derecho de los trabajadores que se les paguen las horas extras y el recargo nocturno.

“Bajo la promesa de que se ampliarían los puestos de trabajo se quitó ese derecho. De esa manera, se eliminaron las horas extras, dominicales y festivos, lo cual trajo ganancias para los empresarios en muchos sectores, como el comercio o la vigilancia, a costa del sacrificio de los trabajadores. Ellos perdieron sus salarios y ni siquiera el supuesto propósito inicial se concretó”, dice Vanegas.

Sergio Clavijo, presidente de Anif, asegura que habrá importantes impactos sobre los costos laborales.

“Cuando el desmonte se aprobó en 2006, en los dos años siguientes, algunas empresas pasaron de tener dos jornadas a tres. Entonces, si las reviven, que se prepare el Gobierno porque las empresas se verán obligadas a eliminar una jornada, porque cualquier retroceso va a restarnos competitividad y bajaría la formalización laboral”, señala.

Por su parte, los empresarios, reunidos en el Consejo Gremial Nacional, le dijeron al Gobierno que “la derogación de esta ley generaría la supresión de los puestos de trabajo creados como efecto de la disminución de los costos laborales y una enorme pérdida de la competitividad del país en los mercados extranjeros”.

Mientras las voces van y vienen, los trabajadores colombianos esperan que sus derechos sean tenidos en cuenta y que estos beneficios vuelvan a sentirse en sus bolsillos.

Las bases del proyecto de ley

De acuerdo con la agenda del Legislativo, el proyecto fue radicado el pasado 30 de julio en el Congreso de la República. Sus puntos fundamentales son:

Actualmente, la jornada laboral diurna se extendió a 16 horas, de 6 de la mañana a 10 de la noche; mientras que la nocturna se redujo a 8 horas, de 10 de la noche a 6 de la mañana del siguiente día.

El primer cambio que contempla la iniciativa es que ambas sean de 12 horas, es decir, de 6 a 6, por lo que cualquier trabajador que labore después de esa hora, se le deberá pagar con el recargo nocturno (35 por ciento sobre la hora ordinaria).

En la actualidad, la hora extra normal se paga con el 25 por ciento de recargo sobre la hora ordinaria, pero con el nuevo proyecto se busca que esta vuelva al 50 por ciento.

El otro gran cambio tiene que ver con las jornadas dominicales y festivas. Actualmente el recargo es del 75 por ciento, y el proyecto busca que este recargo sea del 100 por ciento. Hoy está vigente que empleador y trabajador pueden acordar jornadas laborales de hasta 10 horas al día, sin el pago de recargo, siempre y cuando no se excedan 48 horas semanales. Se busca que la jornada laboral no exceda las 8 horas diarias, con lo que se amplía el tiempo para generar el pago de recargos extras a favor del trabajador.

Credito
EL NUEVO DÍA

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