El dólar completará más de dos semanas por encima de los $2.000. ¿Qué implicaciones tiene ese precio en la tasa de cambio para la economía colombiana?

A finales de 2013 la T.R.M. presentó un aumento desde $1.926 y llegó a superar la barrera de los $2 mil. Sin embargo, a mediados de febrero de 2014 el dólar inició una caída estrepitosa, motivada en gran medida por la cantidad de inversiones en portafolio que llegaron al país. En forma de ‘golondrinas’ los dólares se posaron sobre un buen nivel de tasas de interés y una economía que mostraba signos de expansión por encima del 5%.

El clima de crecimiento irregular de EE.UU. y el estado en el que se ha encontrado durante 2014 la economía de la eurozona motivaron aún más las inversiones en el país, con ellas el dólar llegó a tocar los $1.850.

El mercado mundial se ha enfrentado durante todo 2014 a un efecto ultrasensible por varios motivos. Uno de ellos es que el fin de los estímulos monetarios de la Reserva Federal generó la expectativa del aumento de las tasas de interés en EE.UU. No obstante, los diferentes anuncios de la Fed no han surtido un efecto fuerte, más allá de ‘ruido’ para el mercado.

Así lo considera el analista macroeconómico de Corficolombiana Fabio Nieto, pues el escenario mundial “está viendo un crecimiento en el panorama de riesgo, motivado por lo que pueda pasar en Estados Unidos”.

Varias posturas

Así las cosas, una de las hipótesis a corto plazo que se puede deducir sobre el comportamiento del dólar en Colombia radica en que la subida, por encima de los $2 mil puede ser una consecuencia de la volatilidad del mercado y que es posible que la Tasa Representativa del Mercado vaya a la baja próximamente.

“En Corficolombiana mantenemos nuestra meta en 2014 sobre $1.875 para el dólar, porque la cantidad de dólares que entra al país es muy superior a la que sale, las tasas de interés siguen muy atractivas y la economía colombiana seguirá motivando inversión”, añade Fabio Nieto.

Pero esta es solo una de las posiciones al respecto: diferentes analistas en el país han asegurado que este es un tiempo de ajuste para la moneda norteamericana, después de un periodo atípico, marcado por el rebalanceo del índice de inversión de JP Morgan.

El ‘factor’ petrolero

La volatilidad del mercado se ha mezclado con otro factor de orden internacional que presionó el alza del dólar, este es el precio del petróleo.

Este commoditie pasó de US$110 por barril a US$80 en las últimas jornadas, y como Colombia es un país con su mayor base de exportación en petróleo, se prevé menos ingresos generados por la venta de este producto y el precio de la divisa norteamericana tomó fuerza.

Este, como un factor mundial, se sale de las dinámicas de crecimiento interno del territorio nacional, una visión más para entender lo compactas que son las variaciones cambiarias.

En conclusión

Ahora bien, si la divisa norteamericana sube o baja será una consecuencia de la mezcla entre los efectos de la economía mundial y el contrapeso de la revaluación sobre el peso colombiano. Pero en esto, cualquiera que sea el panorama, tendrá efectos adversos y beneficiosos para diferentes niveles de la economía.

Los industriales, los comerciantes y las cuentas macroeconómicas de Colombia experimentarán lo que queda del año un ‘tire y afloje’ motivado por el desempeño de la economía colombiana y los atisbos de aceleración, recesión y baja demanda de EE.UU., Europa y China.

Los comerciantes

La temporada de fin de año plantea un reto importante para los comerciantes con un dólar por encima de los $2 mil.

El director de Estudios Económicos de Fenalco, Rafael España, considera que se producirán varias dinámicas dentro del movimiento del comercio de la fecha hasta que concluya el año.

“Seguramente, los precios de los importados tendrán un aumento sobre todo para diciembre. No obstante, hay que tener claro que la competencia en este sector de la economía es cada vez más fuerte y con seguridad los costos finales a los consumidores no se vean muy afectados, el cambio en el precio presionaría más a los comerciantes”, señala el experto.

Ahora bien, según cifras de la Federación Nacional de Comerciantes, del total de ventas de los grandes almacenes de cadena del país, los productos que llegan de otros países tienen una participación del 13% aproximadamente.

“El comportamiento del dólar en el mundo está siendo motivado por las señales de crecimiento de Estados Unidos y, como Colombia no es una ‘isla’, estamos viviendo los cambios que la revaluación representa”, explica.

No obstante, el peso de los bienes de consumo importados que hay en el comercio no superarían el 15% del total de la mercancía que entra al país anualmente.

Así mismo, el juego de pesos y contrapesos de la tasa de cambio plantea un escenario doble a los comerciantes.

Por un lado, quienes venden en el país verán un aumento en los costos de importaciones, pero quienes lleven mercancías al exterior tendrán un periodo para aprovechar el precio más alto del dólar en todo 2014.

Industriales y exportadores

La presión de revaluación del dólar en los últimos meses le planteó un terreno mixto a los industriales del país.

Durante más de siete meses los empresarios tuvieron un escenario propicio para realizar inversiones: una tasa de cambio baja, con lo cual la maquinaria y los insumos importados tuvieron mejor precio, además de unas tasas moderadamente bajas. Pero la coyuntura de la situación productiva del país desde 2013 no es la mejor, lo cual hizo más cautelosas las grandes apuestas productivas de actualización o innovación, sobre todo las Pymes colombianas.

“Para los exportadores del país y del sector que represento es una gran noticia poder tener una tasa de cambio en un precio como el actual, de Colombia salen aproximadamente US$1.200 millones en autopartes”, asevera Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes.

El representante gremial también considera que lo que viene para la industria manufacturera del país es un proceso de adaptación, que debe darse acoplando los precios de los productos que tengan con menor costo de producción por el dólar bajo y los que llegarán más altos con la TRM sobre $2 mil.