La encrucijada del Banco de la República

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Factores como el precio del petróleo, la inflación, las nuevas proyecciones de crecimiento de la economía, entre otros aspectos, serán los que deberá tener en cuenta el Emisor.

Hoy el Banco de la República está contra la pared respecto a las decisiones que debe tomar en los próximos meses. La primera y más importante está relacionada con la tasa de interés de referencia, que establece el precio del dinero en el país.

Y esa encrucijada está en definir si mantiene la tasa en 4.5%, si debe subirla debido al incremento de la inflación, o si por el contrario empieza a bajarla teniendo en cuenta la desaceleración que está viviendo la economía colombiana en la actualidad.

Factores como el precio del petróleo, la inflación, las nuevas proyecciones de crecimiento, entre otros aspectos, serán los que deberá evaluar la Junta Directiva del Emisor para determinar lo que pasará con la tasa.

Y en cuanto al futuro, las opiniones de los analistas son diversas. Para Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, las minutas del Banco de la República de su reunión de marzo 20 dejan entrever el consenso existente al interior de la Junta Directiva del banco central frente a la existencia de un sesgo bajista en términos de crecimiento.

“Según el documento, los indicadores líderes de 2015 evidencian que la desaceleración de la economía, que inició en el segundo trimestre de 2014, persiste. Si se confirma esta tendencia el Banco podría realizar una revisión a la baja en el crecimiento proyectado para 2015, actualmente con una estimación de 3.6% como cifra más probable ”, dice Camilo Pérez, director de Investigaciones.

Igualmente, asegura que otro tema fundamental sobre la decisión, es la inflación, y frente a este tema, los miembros del Banco de la República resaltaron el compromiso de mantener las expectativas ancladas a la meta (entre 2% y 4%, con un rango medio de 3%).

“Por lo pronto, el Emisor considera que en el corto plazo la inflación continuará mostrando presiones al alza generadas por aumentos temporales en los precios de los alimentos. A pesar de ello el Emisor anticipa la convergencia de la inflación hacia la meta de largo plazo, comenzando en el segundo semestre del año y en el horizonte de política”, precisa Pérez.

¿Inflación o crecimiento?

El lenguaje empleado en materia de inflación y crecimiento dentro de las minutas y los pronunciamientos de varios codirectores soportan el escenario central del Banco sobre la estabilidad de la tasa de interés en 4.5% en lo que resta de 2015.

Por su parte, Juan Pablo Espinosa, de Bancolombia, señala que precisamente la inflación es un tema que se deberá tener muy en cuenta en los próximos días.

“La inflación total anual se ubicaría en 4.81% lo cual implica que la tasa de intervención del Emisor en términos reales se ubicaría en terreno negativo por primera vez de desde enero de 2011. Esto quiere decir que la tasa repo real estaría en una zona de mayor expansión o estímulo a la actividad económica frente a los meses anteriores”.

Respecto a otros factores que hoy se observan en la economía, como el crecimiento o el movimiento del dólar y del petróleo, para Bancolombia, el Banco de la República tiene temores, y es su tarea hacer un juicio concienzudo de lo que sucede.

Según los analistas esta institución financiera, en materia de crecimiento se han acentuado las preocupaciones. No solo la expansión de 4.6% observada en 2014 estuvo por debajo de lo proyectado por el Emisor (4.8%), sino que estima que este año el crecimiento sería inferior a dicha cifra.

“Si las tendencias recientes de moderación se confirman, el equipo técnico podría reducir su estimación central de crecimiento, que actualmente está en 3.6% (superior a nuestra expectativa de 3.4%). Además, algunos miembros de la Junta expresaron que el impacto negativo del deterioro de los términos de intercambio en el ingreso nacional podría ser fuerte, lo cual sería consistente con una mayor desaceleración de la economía”, dice Espinosa.

No obstante, se atreve a asegurar que este riesgo podría ser compensado por los efectos positivos de la devaluación y el lenguaje empleado denota que el banco central está asignando en este momento una alta ponderación a la afectación de la actividad productiva causada por el desplome de los precios del petróleo.

Lo cierto del caso es que el Banco de la República no la tiene fácil. De hecho, esta semana el presidente Juan Manuel Santos le sugirió al Emisor que tuviera en cuenta el crecimiento de la economía en su próxima reunión para que no aumentara la tasa (sacrificando las presiones inflacionarias que continúan). Las apuestas están abiertas.

Aumentó la tasa de usura

Los bancos, las cooperativas o cualquier otro prestamista legal del país no podrá cobrar una tasa de interés efectiva anual mayor a 29.06% para créditos ordinarios y de consumo, en los primeros tres meses de 2015.

Así lo estableció la Superintendencia Financiera, que certificó un ajuste de 24 puntos básicos con respecto al periodo anterior.

La nueva referencia es indicativa para las entidades financieras en términos de aumentar o disminuir sus tasas de interés, según la modalidad de crédito, como ocurre con el uso de tarjetas de crédito o los préstamos de libre inversión.

Cabe aclarar que la tasa vigente de 29.06% no es fijada discrecionalmente por la entidad reguladora, sino que resulta de multiplicar por 1.5 veces el interés bancario corriente, un promedio que resulta del comportamiento del mercado legal de crédito colombiano.

En ese sentido, quien cobre un interés mayor al certificado por la Superfinanciera, comete el delito de usura, tipificado en el Código Penal, que contempla cárcel de dos a cinco años, así como multas entre los 50 y 200 salarios mínimos mensuales.

Credito
BOGOTÁ

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