La economía colaborativa gana terreno en Colombia

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Buscar opciones más económicas y de fácil acceso en el mercado, por un lado, y ganar dinero, por el otro, son las principales motivaciones de los usuarios de este novedoso modelo de oferta y demanda de bienes y servicios.

Un nuevo modelo está tomando fuerza en el mundo. Se llama economía colaborativa, y se define como una interacción entre dos o más sujetos, a través de medios digitalizados, que satisface una necesidad real o potencial a una o más personas.

En ella, las plataformas digitales establecen un marco en el que los usuarios pueden interactuar entre ellos y con la misma plataforma. De esta manera, los usuarios seleccionan el rol que desean cumplir en cada momento o incluso varios roles simultáneamente (por ejemplo, vendedor y comprador). Es un sistema abierto y dinámico. Normalmente, existe un sistema de evaluación entre usuarios, mediante el cual adquieren una reputación y, con ella, la confianza necesaria para seguir llevando a cabo la actividad que deseen.

Para José Roberto Concha, jefe del Departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales de la Universidad Icesi, si bien este concepto surgió entre consumidores que deseaban compartir lo que les “sobraba”, esta tendencia ha logrado evolucionar, convirtiéndose en un nuevo sistema empresarial.

“La economía colaborativa aprovecha las herramientas TIC y el Big Data, conectando a las personas entre sí, para obtener lo que unas necesitan de las otras, descentralizando y globalizando la economía. El modelo colaborativo permite que cualquier individuo con acceso a la web adquiera y ofrezca bienes y servicios, revaluando la tendencia de la comercialización de estos a través de los canales formales conocidos”, explica.

Carlos Andrés Pérez, experto en marketing, agrega que en la economía colaborativa, la solución a problemas de personas comunes y corrientes, así como nichos y comunidades específicas, es la base que fundamenta el modelo.

Por ello, el sistema se ha centrado, principalmente, en necesidades como alojamiento, alimentación y transporte, que son actividades casi diarias.

Existe en Colombia

En el país, existen algunos modelos de economía colaborativa ya implementados y otros que apenas están comenzando a usarse. Estos son algunos:

Blablacar: Es una plataforma en la que se ofrece compartir el carro con quien viaje en la misma ruta (en especial rutas intermunicipales), a un módico costo, algo similar a Uber, pero de manera informal, es decir, “son personas comunes y corrientes que hacen trayectos en carro entre ciudades y no quieren viajar solos”.

Apprentus: Esta plataforma, que funciona a nivel global, fue creada para todos aquellos que necesitan lecciones o tutorías sobre temas específicos, como un idioma o una materia, por ejemplo, matemáticas, pero también para quienes están dispuestos a compartir sus conocimientos. Opera, en cierta manera, como unas páginas amarillas, y quien se inscribe en ella como tutor puede publicar las clases o tutorías que ofrece, así como el precio para acceder a ellas.

MiÁguila: Este servicio, creado en Colombia, busca solucionar los problemas de movilidad. Al descargar la aplicación e inscribirse por medio de una cuenta en Facebook, las personas pueden transportar a sus amigos y conocidos. Los usuarios publican la ruta de su próximo trayecto, y las personas a quienes sirva pueden contactarse directamente con el conductor, para unirse a su viaje.

Uber: Es uno de los ejemplos más conocidos y difundidos de economía colaborativa en el mundo. Esta plataforma tecnológica funciona como intermediaria para establecer un contacto directo entre personas que demandan transporte local y conductores dispuestos a prestar el servicio. Nació en San Francisco, EE.UU., y hoy brinda servicio en más de 60 países, con más de un millón de conductores que operan en los lugares en que está disponible la aplicación.

Airbnb: Funciona como una plataforma intermediaria en el cual las personas pueden ofrecer en alquiler su casa (o parte de ella) o de cualquier inmueble, por días, semanas o meses. Esta red está presente en Colombia desde 2013.

My Twin Place: Es un servicio de intercambio de casas para viajeros creado en Barcelona, España. Surgió para que las personas puedan viajar a nuevas ciudades, sin gastar gran parte de su presupuesto en alojamiento. Los miembros de la comunidad suben la información de su casa a la plataforma, como su ubicación, los servicios especiales que tenga y algunas fotografías, y se ponen en contacto con otros, para intercambiarla por unas vacaciones.

Los retos del modelo

La falta de regulación y la competencia igualitaria son algunos de los retos que tiene la economía colaborativa en Colombia.

Según Juan Roberto Concha, jefe del Departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales de la Universidad Icesi, en un mundo cada vez más globalizado e interconectado, las iniciativas de la economía colaborativa plantean retos que se deben solucionar, para definir cuál es el papel que desempeñan estos actores respecto a la competencia y cuáles deberían ser las regulaciones para no perjudicar a sectores tradicionales que venden bienes y servicios y que tendrán que competir con esta nueva oferta.

“Estamos en un momento en el que es necesario articular el mercado de la economía colaborativa, para potenciar el crecimiento de este nuevo tipo de sistema, que tiene como objetivo el desarrollo colectivo de la sociedad”, agrega.

Credito
Redacción Bogotá

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