Las consecuencias que traería un aumento del IVA

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
El aumento del recaudo tributario para cubirir el déficit fiscal que tiene el Estado por cuenta de la caída de la renta petrolera es una necesidad apremiante. Sin embargo, propuestas como el aumento del IVA generan preocupación, entre otras cosas, por sus efectos inflacionarios.

La reforma tributaria que se debate en el país, y que se presentaría al Congreso durante la próxima legislatura, tiene, entre otras, una propuesta especialmente polémica: aumentar el IVA, que actualmente está en el 16%, al 19% y gravar con el 5% productos de la canasta familiar que hoy están exentos. Esto, de acuerdo con el Gobierno, permitiría un mayor financiamiento y el ingreso a las arcas de la Nación de, al menos, siete billones de pesos.

Sin embargo, no todos los sectores están de acuerdo con la medida. En concepto de algunos, es necesaria y pondría al país al nivel tributario de otros de la región, pero otros opinan que afectaría seriamente la estabilidad de algunos sectores económicos y, particularmente, de los hogares.

Propuesta polémica

Entre quienes defienden el incremento está la Anif, organización que ha insistido en que no aumentar el gravamen pondría al país en “peligro fiscal”.

Sergio Clavijo, presidente de la entidad, asegura que la renta petrolera ha dejado un hueco de más de 23 billones de pesos, por lo que “esta reforma tributaria estructural, en parte, debe ser para cubrir los recursos que se han dejado de percibir por la crisis en los precios internacionales del crudo”.

El dirigente del gremio que reúne a las entidades financieras asegura que bajo el actual escenario, el recaudo de 2015 estaría cayendo hacia el 14,5% del PIB frente al 14,8% del PIB del cierre de 2014, por cuenta de las menores utilidades registradas, ya que se estiman contracciones cercanas al -10%. Por ello, en su opinión, el incremento en el recaudo debería ser de al menos el 2%. “Lo más razonable apunta en la dirección de elevar la tasa general del IVA del 16% al 18%, persiguiendo un incremento neto cercano al 1% del PIB”, apunta.

Para el analista Roberto Junguito, en síntesis, lo esencial es convencer al Congreso de la importancia de apoyar la medida, con buenos argumentos.

“Entre las sugerencias de economía política para hacer aceptable el incremento del IVA se ha mencionado la posibilidad de establecer tasas más bajas para los productos más sensibles de la canasta familiar, tal como lo indican las propias recomendaciones del informe de la Comisión, o la de garantizar que los recursos adicionales captados serán utilizados en gasto e inversión social redistributiva. Veremos cómo salen las cosas. La pelota pasó ya de la cancha académica a la cancha política”, enfatiza Junguito.

El Banco de la República también ha dado su apoyo a la reforma. Según su gerente, José Darío Uribe, “en Colombia, la regla fiscal y el marco fiscal de mediano plazo imponen acciones de política que preserven la sostenibilidad de la deuda pública. Por esta razón, es necesario revisar la tributación nacional, lo que hará parte de la reforma tributaria que será presentada al Congreso en el segundo semestre de este año”.

De acuerdo con Uribe, “al elevarse la tributación, se reduce el ingreso disponible del sector privado y, en consecuencia, se reduce el crecimiento de la demanda interna y el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Por esta razón, el ajuste fiscal es un ingrediente clave del ajuste macroeconómico del país a las nuevas condiciones del sector externo”.

En desacuerdo

E n su mayoría, los gremios industriales no están de acuerdo con esta propuesta y aseguran que deben buscarse otras fórmulas que no terminen impactando en el consumidor.

Y es que según Corficolombiana, las modificaciones en las tarifas del IVA generarían un incremento en la tasa de inflación anual de entre 1,9% y 2,2% adicionales.

“Por ejemplo, si ya se hubiera aprobado dicha reforma, la inflación anualizada no sería de 8,2% a mayo, sino de hasta 10,4%”, y esto, evidentemente, afectaría el bolsillo del ciudadano común y corriente.

Este concepto lo comparte la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, que ha dicho que aunque han participado en la creación del documento que se presentará en el Congreso, el IVA, como se tiene planteado, hará que todo sea más caro, que los insumos cuesten más y que los campesinos deban trasladar esos costos a los compradores.

Fenavi está de acuerdo con estos argumentos. Sus directivas han insistido en que el aumento “induciría al empobrecimiento y, desde luego, al deterioro de la calidad de vida de la población de menores ingresos. Además, gravar la canasta familiar con el tributo, en el caso particular del sector avícola, recaería fuertemente sobre dos productos básicos de la alimentación de los colombianos: el huevo y la carne de pollo”.

El sector turístico, entre el que se incluyen Cotelco (hoteleros) y Anato (agentes de viajes) han advertido que el aumento del IVA desestimularía los viajes. “En el momento actual de desaceleración de la economía, un IVA más alto desalentaría el consumo y fomentaría la evasión y la informalidad, que en este sector ya es rampante”, aseguró Gustavo Toro, del gremio de hoteles.

Por su parte, para la Red por la Justicia Tributaria en Colombia, una iniciativa de académicos, exfuncionarios y organizaciones sociales, la propuesta “aumentará aún más los precios en los alimentos y medicinas, disminuirá la capacidad de compra y será contraproducente, porque reducirá el recaudo, agravando los problemas fiscales. Por cuenta de esta propuesta de la comisión de expertos, los precios de los alimentos pueden incrementarse hasta 2,2 puntos porcentuales”, advirtió.

Pero la discusión continúa. Los diferentes sectores siguen tratando de llegar a un acuerdo y en lo único en lo que coinciden es en la necesidad y urgencia de la reforma tributaria, pero ¿a qué costo? 

Credito
REDACCIÓN BOGOTÁ

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