La incertidumbre golpea la confianza del consumidor

EL NUEVO DÍA
El encarecimiento del crédito, derivado de las decisiones de política monetaria del Emisor, es uno de los factores que más ha afectado el consumo de los colombianos.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) es una medición que refleja qué tan optimistas son los colombianos frente a la economía y cuál es su intención de comprar bienes y servicios a corto y mediano plazo.

En el transcurso del último año, el ánimo no ha sido muy alto, a pesar de que los indicadores del país no son del todo negativos y el crecimiento, en términos generales, ha sido más alto que en la mayoría de América Latina.

De acuerdo con Fedesarrollo, en la medición efectuada en mayo, plasmada en la Encuesta de Opinión del Consumidor, el ICC registró un balance de -12,5%, lo que representa leve aumento de 0,5 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior y una caída de 26,2 pps respecto a mayo de 2015. “Con el resultado de este mes, la confianza de los consumidores completó cinco meses consecutivos en terreno negativo”, señala la entidad.

Aunque las ventas minoristas crecieron más del 5% en abril, la tasa de desempleo continuó en un dígito y se ubicó en 9% (0,5 puntos porcentuales por debajo del año anterior) y la producción industrial registró una variación de 6,2% durante los primeros cuatro meses del año, la intención de consumo de los colombianos sigue en terreno negativo. ¿Cuáles son las razones para que esto suceda?

Incertidumbre

En general, para los analistas, aunque los indicadores económicos han mejorado, existe temor de endeudarse por las altas tasas, la inflación, el miedo a perder el empleo, entre otros factores.

Según el grupo de Investigaciones de Bancolombia, el sondeo elaborado por Fedesarrollo en mayo refleja que el optimismo de los consumidores sigue golpeado, pero se recupera gradualmente. “A pesar de estar en terreno negativo, los resultados de mayo reflejan una mejoría de la confianza por quinto mes consecutivo. En enero de 2016, el indicador de confianza del consumidor llegó a -21,3% y gradualmente se ha recuperado hasta -12,5% en mayo”, explica.

No obstante, los investigadores señalan que los niveles de optimismo se han deteriorado frente a los observados en años anteriores, debido, entre otras cosas, al aumento de la inflación, la caída del precio del petróleo y su incidencia en las finanzas públicas y en el crecimiento económico, la depreciación del tipo de cambio y el fenómeno de ‘El Niño’.

El economista Eduardo Bolaños asegura que, efectivamente, hay pesimismo: “Tal vez las mayores tragedias de la economía nacional son el desempleo y la informalidad, no en vano casi un tercio de los colombianos se encuentra bajo la línea de pobreza y se estima que tan solo el 40% de la población económicamente activa cotiza para pensión. Ahora, toca sumarle el incremento en la inflación que mágicamente desvanece el dinero que está en nuestros bolsillos.

Finalmente, el Banco de la República le está dando la estocada final al consumidor con el incremento de tasas de interés, que cumple dos funciones, por un lado, controlar la inflación y por otro, contraer la demanda; y es que uno lo piensa dos veces antes de endeudarse, a medida que las tasas suben. Para ponerle la cereza al pastel, el próximo año debería entrar en vigencia una reforma tributaria que incrementaría el IVA”.

En el concepto del economista Eduardo Sarmiento, los ciudadanos tienen motivos para ser pesimistas, especialmente con lo referente a la inflación y el acceso al crédito. “El alza de las tasas de interés para detener la inflación desplomó el crédito, que luego de aumentar al 10% real, pasó a hacerlo al 2%. El balance macroeconómico se quebró. La demanda efectiva, representada por el consumo, la inversión y el déficit en cuenta corriente, cayó drásticamente con respecto a la oferta y la tendencia histórica”, dijo.

Lo cierto es que cabe la incertidumbre. Los colombianos están a la expectativa, esperando qué ocurre no solo en el país, sino también en el mundo, para determinar qué hacen con su dinero.

Lenta recuperación

En mayo, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) completó cinco meses consecutivos de balances negativos, pero conservó la tendencia ascendente de los dos últimos meses y se ubicó en niveles ligeramente superiores a los del mes anterior.

La leve recuperación de la confianza de los consumidores con respecto a abril obedece a una mejora en el componente de condiciones económicas, que compensó el deterioro en el indicador de expectativas. Con respecto a mayo de 2015, ambos componentes presentaron una fuerte contracción.

En mayo, el ICC mejoró con respecto al mes anterior en tres de las cinco ciudades encuestadas, particularmente en Barranquilla y Bucaramanga, donde el índice volvió a niveles positivos. Frente a mayo de 2015, la confianza disminuyó en las cinco ciudades analizadas.

Comparada con abril, la confianza de los consumidores aumentó en los estratos alto y medio. Con relación a mayo de 2015, el ICC se redujo en todos los niveles socioeconómicos.

La disposición a comprar vivienda y a comprar bienes muebles y electrodomésticos se recuperó levemente frente al mes anterior, pero permaneció en niveles muy inferiores a los registrados en mayo de 2015. La disposición a comprar vehículo aumentó frente al mes anterior y completó tres meses consecutivos de recuperación.

Credito
BOGOTÁ

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