De acuerdo con el Dane, en junio, los precios al consumidor contabilizaron un aumento mensual de 0,48%, 20 puntos básicos (pbs) por encima de la expectativa promedio del mercado (0,28%). De esta manera, la inflación en los últimos 12 meses llegó a 8,60%, la mayor desde diciembre de 2000, cuando se ubicó en 8,75%.

El grupo con mayor variación en lo que va corrido del año es alimentos, que en seis meses subió 8,36%. En los últimos 12 meses, las alzas en los alimentos tuvieron una variación del 14,28%.

Nuevos factores

Precisamente, el precio de los alimentos ha sido fundamental en el alza de la inflación. El ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, explicó que se tenía calculado que en abril, cuando el fenómeno de ‘El Niño’ empezó a ceder, comenzarán a correr los tres meses necesarios para tener las condiciones adecuadas de cosecha y los alimentos disminuyeran de precio en junio o julio.

“La situación que en la primera parte del año obedeció al tema tipo de cambio de aquellos productos importados y al fenómeno de ‘El Niño’, que afectó al campo colombiano durante prácticamente un año de un intenso verano, ahora se agrava aún más por la situación del paro camionero”, agregó.

Los investigadores de Bancolombia coinciden en este punto. “Es importante mencionar que la inflación mensual de los alimentos se había moderado en los últimos dos meses, pero esta vez corrigió al alza hasta ubicarse en 0,51%. A pesar de la disipación del fenómeno de ‘El Niño’, esta sorpresa alcista en los precios pudo explicarse por los efectos del paro del sector agropecuario que impactó las actividades en las primeras dos semanas de junio, junto con el paro de transportadores de carga”, se asegura en un informe de la entidad.

Y agrega que la situación persistirá: “Las condiciones actuales hacen pensar que los aumentos de precios de alimentos y bienes transables, que fueron provocados por el fenómeno de ‘El Niño’ y de la depreciación cambiaria, han generado efectos de segunda ronda que aún no cesan, y que podrían estar incrementando el nivel de indexación en los precios en la economía, así como los riesgos de que la inflación persista mucho más tiempo de lo previsto por fuera del rango meta de inflación del Emisor”.

Aumento de tasas

El panorama inflacionario hace pensar que hay margen para más aumentos en la tasa de intervención del Banco de la República.

Actualmente, la tasa de referencia se encuentra en 7,50%, luego de nueve meses de aumentos sucesivos. Según el Emisor, los choques que han afectado los precios son transitorios. No obstante, con el aumento de las tasas, se pretende garantizar la convergencia de la inflación hacia la meta del 3% en 2017. Camilo Pérez, economista del Banco de Bogotá, asegura que, efectivamente, habrá más alzas en la tasa de intervención, que podría llegar hasta 7,75% en la reunión de julio, es decir que habría un nuevo aumento de 25 puntos básicos.

Según el analista, esto se fundamenta en las persistentes presiones sobre la inflación y las todavía elevadas expectativas, que ponen en riesgo la convergencia de la inflación para finales de 2017 y, por tanto, la credibilidad de la política monetaria.

Los expertos de Credicorp Capital coinciden con lo anterior. “La fuerte sorpresa al alza (de junio) incrementa la probabilidad de un alza adicional de 25 puntos básicos en la tasa repo durante la próxima reunión, teniendo en cuenta también el mejor desempeño a lo esperado de la demanda interna en el primer trimestre de 2016”, se refiere en un análisis del equipo de investigadores de la entidad.

Andrés Langebaek Rueda, director ejecutivo de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, coincide en que la tasa aumentará. “En mi opinión, la tasa de intervención sí debería subir un poco más, porque con el dato tan alto de inflación en junio, las expectativas de inflación para cierre del año también aumentaron. Considero que el Banco de la República podrá suspender el aumento de su tasa en la medida que la inflación presente un quiebre hacia abajo. Esto solo se lograría a partir de agosto próximo”, explicó.