Cuidados al comprar y vender por Internet

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Aunque las compras en línea ganan terreno, aún existe temor entre los consumidores por las condiciones de seguridad de estas transacciones.

BOGOTÁ

Las compras por internet cada vez tienen más acogida en Colombia. Según el Estudio de Hábitos del Comprador Online - Colombia 2016, de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, el 76 % de los internautas del país ha comprado al menos un producto o servicio en línea en los últimos 12 meses.

Pero todavía existe entre los consumidores el temor de que si efectúan una compra por internet, puden ser estafados o no tienen cómo reclamar por un error o incumplimiento. Efectivamente, tras un estudio de Easy Solutions se asegura que el 36 % de quienes no utilizan internet para hacer transacciones y compras considera que esta no es una opción segura, y le teme al fraude o al hurto.

Sin embargo, según la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, en Colombia existe una legislación robusta sobre el tema, que brinda garantías a quienes usan la tecnología para sus compras.

“Al comprador lo protege el Estatuto del Consumidor. Además, hay normas de retracto, y en nuestra entidad existen canales para las respectivas denuncias”, señalaron voceros.

¿Quién responde?

En el caso del comercio electrónico, el Estatuto del Consumidor establece que los proveedores y expendedores deben informar en todo momento su identidad, de forma cierta, fidedigna, suficiente, clara, accesible y actualizada, especificando su nombre o razón social, NIT, dirección de notificación judicial, teléfono, correo electrónico y demás datos de contacto. Así mismo, deben suministrar información cierta sobre los productos que ofrecen, indicando sus características y propiedades.

Juliana Gordillo, abogada experta en el tema, asegura que “según la Ley 1480 de 2011 (Estatuto del Consumidor), cualquier comprador que haya adquirido un bien o servicio a través de una plataforma web (domiciliada en Colombia) y que busque el resarcimiento de un perjuicio o la devolución de su dinero porque el producto o servicio entregado no corresponde a lo solicitado, no cumple con las características inherentes al mismo, es defectuoso o hubo un incumplimiento en la entrega, deberá presentar ante el directo vendedor una solicitud por escrito, con un relato acerca de los hechos y las inconformidades y una descripción clara de lo pretendido. En caso de no obtener una respuesta idónea, podrá presentar una reclamación ante el proveedor o intermediario web, para que este busque alternativas de conciliación y mediación con el vendedor, teniendo en cuenta su posición de facilitador”.

Si no se obtiene una solución por ninguno de los anteriores, el comprador puede instaurar las acciones pertinentes ante la SIC, que a través de un corto proceso judicial, buscará el resarcimiento de los perjuicios a favor del comprador afectado y sancionará directamente al vendedor o intermediario (en este caso, a la plataforma web).

También existe la opción de retractarse de la compra, que es la capacidad que tiene el comprador de hacer la devolución del producto dentro de los cinco días siguientes a la adquisición. Esto se refleja en todas las relaciones de consumo, ya sean directas o indirectas (medios no tradicionales y ventas a distancia). El consumidor deberá devolver el producto por los mismos medios y en las mismas condiciones en que lo recibió.

Según la abogada, el procedimiento también aplica para plataformas que trabajan como intermediaras, a quienes la SIC puede sancionar en última instancia, si no generan acciones a favor del comprador.

Pero algunos expertos aseguran que existe gran vacío en el tema, pues plataformas como OLX o Mercadolibre terminan sin herramientas para solucionar problemas de fraudes.

“Generalmente, lo que hacen es intervenir para que la reputación del estafador se conozca dentro de las redes e incentivan a los usuarios a poner las denuncias ante las respectivas autoridades”, asegura el abogado Libardo Sánchez.

Lo cierto es que hay que tomar especiales medidas de seguridad cuando la compra se haga a través de intermediarios, especialmente si los precios son sospechosamente bajos, el vendedor provee una ubicación distinta a la que aparece en el anuncio o no puede encontrarse en un lugar público, pero insiste en enviar el producto.

“También hay que alertarse cuando quien vende solicita información personal (como detalles bancarios, dirección de correo, número de tarjeta de débito o crédito, etc.) o cualquier otra información que pudiera ser utilizada de forma errónea, o se localiza en otro país”, asegura Sánchez.

Credito
EL NUEVO DÍA

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