Conozca las opciones de crédito respecto a su edad

BANCO DE IMÁGENES - EL NUEVO DÍA
Los productos financieros son diferentes para cada tipo de personas; y aunque factores como los ingresos, los antecedentes crediticios y la capacidad de endeudamiento influyen, la edad también es determinante.

De acuerdo con Datacrédito Experian, precisamente los jóvenes con edades entre 18 y 25 años son los que más adquieren un producto financiero o solicitan un crédito por primera vez.

“La composición por edades de las primeras operaciones de crédito muestra una tendencia decreciente en la medida que el rango de edad aumenta. Este comportamiento es previsible en la medida que las personas ingresan a edades tempranas, lo que se ratifica en la importante participación de los jóvenes (de 18 a 25 años) con un 44,8%. El rango de edad entre 26 y 35 años tiene un 24,8% de participación y hacia adelante los porcentajes disminuyen. Son pocas las personas que inician su vida crediticia en edades altas”, asegura el estudio.

En el informe se establece también que una variable relevante a la hora de analizar la manera como ingresan las personas a la vida crediticia es el sector a través del que lo hacen: Cooperativo, Financiero, Real y Telco (Telecomunicaciones).

Los resultados muestran que las personas que no cuentan con experiencia crediticia entran a través del sector Telco (38,5%), es decir, solicitando inicialmente un celular.

“Dada la alta penetración en el mercado de los celulares, se identifica que este sector está permitiendo a un gran número de personas iniciar con un historial crediticio. Los productos financieros con un 28,4% y el sector Real con un 27,7% participan de manera activa en las primeras operaciones de crédito y finalmente, el sector Cooperativo es el de menor participación”, señala el estudio de Datacrédito.

Catalina Delgado, asesora financiera de una entidad bancaria, asegura que aunque los créditos y servicios son para todas las edades, hay oportunidades para cada grupo: “Hay productos que gustan más de acuerdo con la edad. No es común ver a un joven menor de 25 años abriendo un crédito hipotecario, pero sí solicitando un préstamo para vehículo o de libre inversión”.

Por su parte, los analistas de Old Mutual destacan que cuando de invertir se trata, es importante tener en cuenta la edad, ya que las inversiones no son las mismas a los 25 años, que a los 35 o a los 50. En el mercado hay distintas alternativas; por ejemplo los CDT, acciones, bonos y fondos, entre otros. Sin embargo, antes de invertir en cualquier producto hay que tener muy claro cómo se ajustan a las necesidades financieras del momento.

“Y es que cada oportunidad financiera es diseñada con un objetivo distinto, para obtener una rentabilidad determinada, y con un nivel de riesgo diferente”, explican los expertos en planeación financiera de Old Mutual.

 

¿Y cuándo la hipoteca?

Para los expertos financieros, es claro que en los últimos años hemos visto que los jóvenes priorizan cada vez más las experiencias como viajar por el mundo, estudiar en el exterior, tener un negocio propio, etc.

Esto quiere decir, la compra de vivienda ya no es el sueño máximo, pero a su vez tampoco esperan a los 50 años para llevarlo a cabo, ya que a esa edad la mayoría de personas quiere tener algo seguro. Así, la edad ideal para solicitar una hipoteca estaría entre los 28 y los 40 años. El banco o la financiera lo percibirán como un cliente confiable, con una condición laboral definida y una situación emocional mucho más estable que a los 20 años.

Al no ser un producto de alto riesgo, las tasas otorgadas no serán tan altas y el proceso será mucho más fácil.

 

25 años: Largo plazo

Una de las ventajas de la juventud es la capacidad de esperar y ser paciente. En inversiones, los mayores rendimientos están en activos de largo plazo, como proyectos inmobiliarios o acciones, que si bien están asociados con un mayor riesgo, también históricamente han mostrado los mejores rendimientos con el transcurrir del tiempo. 

También es buena a esta edad la inversión en educación, esto le dará una mejor preparación, abrirá nuevas puertas a un mejor cargo y le preparará para, incluso, crear su propia empresa.

 

35 años: Diversificación

En cualquier inversión que se haga, se recomienda no tener todo el capital en el mismo activo. Hay que saber que existen momentos en que las inversiones se desvalorizan, y si está invertido en una sola clase de activo, puede sufrir altas desvalorizaciones en momentos negativos de los mercados financieros. 

En la medida de lo posible, debe buscar diversificar no sólo en distintos productos, sino monedas, países y riesgos. Hoy en día se puede encontrar en el mercado una variedad de fondos que le permiten tener ese nivel de diversificación. De esta manera, usted podrá permanecer tranquilo en el largo plazo. 

 

50 años: Seguridad

En las etapas maduras de inversión es vital tener la tranquilidad de que el capital está seguro. Los productos de renta fija tales como bonos, CDT o fondos a la vista son muy recomendados, aunque no se debe perder de vista que queda una etapa larga en la vida, la que le permitirá tener un porcentaje en acciones o instrumentos de un poco más de riesgo. Por ejemplo, acciones muy posicionadas en el mercado con dividendos ya maduros y consolidados son una buena alternativa si de seguridad se trata. 

Normalmente, a los 50 años los trabajadores están en la cima de sus carreras. Han escalado posiciones laborales o tienen negocios que marchan bien. Si formaron una familia 20 años antes, los hijos son bastante mayores y están próximos a marcharse y las hipotecas de las viviendas están pagadas o casi pagadas. Por norma general, en estos años es cuando se tienen las mayores rentas y los gastos van a ir disminuyendo.

Una persona de 50 años no tiene tanto tiempo como una de 20, pero sí tiene mayores ingresos y a partir de esta edad puede destinar más dinero al ahorro y a la inversión. 

 

Consejos según edad

De acuerdo con un informe elaborado por TransUnión, antigua Cifín, al pasar los años se deben tener en cuenta algunos consejos para que pueda tener un crédito y administrarlo exitosamente hasta su jubilación.

1. A los 20 años: Para comenzar a construir un historial de crédito, puede considerar obtener una tarjeta de crédito de estudiante mientras esté en la universidad. Si no califica para una tarjeta de crédito estudiantil, puede hacerse a una tarjeta común con un cupo no tan alto. Utilice su tarjeta de crédito para compras pequeñas y pague cada mes para mostrar a los acreedores que usted puede utilizar su crédito de manera responsable y así, calificar para un crédito mayor en el futuro.

2. A los 30 años: Mantenga sus saldos de tarjetas de crédito por debajo de sus límites y

comience a pagar su hipoteca en caso de que tenga una. Si tiene hijos, piense también en sus necesidades, incluidos los fondos de educación y un seguro de vida adecuado para usted.

3. A los 40 años: La planificación de la jubilación debe ser una meta financiera a esta edad. A medida que sus ahorros aumentan, sus deudas deben disminuir y su historial de crédito ahora tendrá un par de décadas. Considere la posibilidad de obtener una tarjeta de crédito adicional o tomar una línea de crédito con el banco, si desea ayudar a su puntuación de crédito. Tener una mayor mezcla de cuentas de crédito a veces puede ayudar a sus puntuaciones. A menudo, los que mantienen los saldos en un pequeño porcentaje de sus límites de tarjeta de crédito tienen una puntuación más alta en promedio que aquellos que no tienen saldos en absoluto.

 

Cifra

63.2% de las personas que solicitan su primer crédito tiene un ingreso estimado entre $1 millón y $1,25 millones, según Datacrédito.

 

Dato

Las personas entre 18 y 25 años se inclinan por préstamos de cooperativa y microcréditos. Suelen pertenecer al estrato Cuatro y tienen ingresos medios y altos, según Datacrédito.

Credito
COLPRENSA

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