Proteja su idea de negocio, lo puede volver millonario

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
En Estados Unidos, el costo medio de los litigios sobre patentes en los tribunales se calcula en cuatro millones de dólares.

En el mundo moderno, una idea puede ser un millonario patrimonio intangible que se debe proteger, pues su valor es superior al tangible llegando a representar cuatro de cinco partes de la compañía, por lo que es necesario evitar que termine en beneficio de un tercero.

Hay dos ramas de protección de derechos: la intelectual y la industrial. La primera, protege las creaciones del espíritu humano de carácter único y personal como las obras musicales, literarias, de escultura, pintura y arquitectura, entre otras. Mientras que en la segunda categoría se encuentran las creaciones industriales, no únicas, y que se plasman en patentes, modelos de utilidad y similares.

Expertos aseguran que entre los riesgos a que se enfrentan los autores en el caso de la propiedad intelectual, están: el lucro cesante, la pérdida de ventajas comerciales, la pérdida del secreto comercial y los costos de largos litigios, entre otros.

En el caso colombiano, la Ley 1519 de 2018 contempla que el Derecho de Autor se protege en todas las formas en que se expresen ideas, para lo cual no se requiere hacer registro alguno y perdura durante toda la vida del autor, más 80 años después de su muerte. Sin embargo, por precaución se puede hacer un registro de la obra ante la Dirección Nacional del Derecho de Autor.

 

Economía Naranja

Para el caso del software, la legislación colombiana lo asimiló a una obra literaria, por lo que el código fuente se inscribe dentro de los Derechos de Autor.

Capítulo aparte es la Propiedad Industrial, para la cual se requiere realizar un registro formal ante la Superintendencia de Industria y Comercio, que es válido durante 20 años, para asegurar el monopolio de su explotación económica y después pasa a ser de dominio público. Hay que aclarar que en los dos casos, una vez termina la protección, cualquier persona puede utilizar esa creación sin necesidad de un permiso, pero debe reconocer la autoría.

También se permite la transferencia de los derechos patrimoniales de autor y de los derechos derivados de la propiedad industrial, cuando han sido creados en virtud de un contrato de obra por encargo.

En los proyectos de investigación y desarrollo de ciencia realizados por empresas u organizaciones privadas con financiación pública, el Estado podrá ceder a título gratuito los derechos de propiedad intelectual que le correspondan, y autorizar su transferencia, comercialización y explotación.

Pero en Colombia queda mucho camino por recorrer en materia de protección a la propiedad intelectual, pues según el Índice Internacional de Derechos de Propiedad el país ocupa el puesto 70 entre 125, pese a que los avances en materia normativa son gigantes.

Juan Pablo Concha, socio principal de la práctica de propiedad intelectual de la firma Baker McKenzie asegura que, aunque hay aún vacíos, los avances del país en legislación son muy grandes.

“En temas de Propiedad Intelectual Colombia se encuentra ajustada a estándares mundiales y son aplicables los convenios internacionales que regulan la materia. Con relación a signos distintivos y nuevas creaciones, la legislación es robusta y propende por la protección de los titulares e innovadores”, explica.

Se espera que durante el actual Gobierno mejore, porque uno de los proyectos del presidente Iván Duque es la Economía Naranja que no es otra cosa que el impulso a la creación y la innovación, para lo que según él, Colombia tiene el mayor potencial de la región.

“Desde el Estado queremos habilitar todas las herramientas para el éxito, para que esa Colombia creativa, diversa, innovadora se posicione ante el mundo y llegue a ser un país de ingresos altos”, puntualizó el Mandatario.

Agregó que las industrias de la Economía Naranja en Colombia, “representan casi el 1,8% del PIB directamente o 3,5% del PIB, cuando sumamos toda la cadena. Mientras que sectores tradicionales como el café representan el 0,8% del PIB”.

 

Asegure su innovación

Los activos intangibles de las compañías en el mundo corresponden al 85% del total, según el S&P 500, lo que representa un valor estimado de 57 trillones de dólares y demuestra la evolución en la economía.

Por eso se crearon seguros que protegen el dinero y trabajo que se invierten en crear y desarrollar una idea.

Las indemnizaciones por problemas con propiedad intelectual en 2017 alcanzaron los 763 millones de dólares y las pérdidas de las compañías por la misma causa llegaron a 284 millones de dólares.

Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi), el costo medio de los litigios sobre patentes en los tribunales estadounidenses se calcula en cuatro millones de dólares, en tanto que los litigios en otros países pueden alcanzar miles de millones de dólares.

Expertos en seguros sostienen que los principales gastos ante un litigio de esa naturaleza dependen de infinidad de variables, como la capacidad económica de sus competidores, el valor de la innovación y el sector económico en el que se sitúa, entre otros.

Mientras que el valor de las pólizas también tiene en cuenta cuáles son los riesgos de denuncias de infracción contra el asegurado o la región donde se encuentra ubicado.

Para un pequeño o mediano innovador su principal problema a la hora de un litigio es no contar con grandes recursos, lo que lo pone en desventaja frente a un competidor que sí los tiene. Para Todd M. Rowe, abogado de Tressler LLP, firma radicada en Estados Unidos, contar con un seguro lo pone en igualdad de condiciones.

Las clases de seguros que se ofrecen en el mercado mundial son variadas, pero las más “populares” son: las que pagan únicamente los gastos de defensa jurídica del asegurado; las que reembolsan los costos y las pérdidas del negocio sufridos por un asegurado durante el litigio; y las que proporcionan cobertura para perseguir a los infractores de los activos de propiedad intelectual del asegurado.

Sin embargo, para algunos expertos en Colombia aún no existe la cultura en las empresas de asegurar los activos intangibles, pese a que la innovación cuenta con importante apoyo del Gobierno.

Credito
REDACCIÓN NEGOCIOS

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